Guadalupe, el corazón de Extremadura
29/11/2011 - 10:53
Si existe en Extremadura un lugar turístico por excelencia, ese es Guadalupe. Situado en la Sierra de Villuercas, en la parte más oriental de la provincia de Cáceres, es un claro exponente de la cultura y la historia extremeñas. Guadalupe, municipio declarado Monumento Histórico-Artístico, es un lugar que ofrece un amplio abanico de posibilidades artísticas, culturales y gastronómicas.
Guadalupe es un destino ilustre por su historia y por el destacado patrimonio monumental que conserva. Esta típica villa serrana creció al abrigo del Santuario Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe. Declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993, el Monasterio fue mandado construir en el siglo XIV por el rey Alfonso XI de Castilla, en agradecimiento a la Virgen tras su victoria en la batalla del Salado, en el año 1340. Desde su fundación, se convirtió en uno de los principales centros de peregrinación de la península. También fue escenario de importantes acontecimientos, entre ellos la audiencia que concedieron los Reyes Católicos a Cristóbal Colón para otorgarle las carabelas que le permitirían emprender rumbo a América.
En la céntrica Plaza de Santa María, la fuente de los Tres Caños recuerda uno de los hitos históricos de Guadalupe, ya que en ella fueron bautizados los primeros indios traídos por Colón tras su segundo viaje a América. Frente al Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe se alza el antiguo hospital de San Juan Bautista (s. XV), actual Parador de Turismo.
A lo largo de su existencia, el edificio dio cobijo a multitud de peregrinos que acudían a Guadalupe. Junto a esta construcción se encuentra otro edificio que recuerda el esplendor cultural que vivió esta población en el pasado, el Colegio de Infantes, donde los alumnos aprendían canto, gramática y teología. La calle Mayor, que conecta las partes alta y baja de la ciudad, se convierte en el eje principal de un entramado de calles empedradas y casas de arquitectura tradicional con balcones de madera, pórticos y soportales.
El casco viejo
Declarado Monumento Histórico-Artístico, conserva algunos rincones típicos y muestras de su arquitectura popular. Desde la Plaza Mayor (Plaza de Santa María) e incluso desde la cercana Plaza de los Tres Chorros, los típicos soportales dan paso a fachadas sin apoyo. La tipología de este lugar está muy vinculada al Monasterio puesto que, en la antigüedad, era el asentamiento de artesanos y canteros que trabajaban en el propio Monasterio.
En realidad, el pueblo guarda las esencias del esplendor más refinado de la Baja Edad Media española. Los barrios evocan parajes medievales y el material utilizado para la construcción del entramado de pisos y soportales es la madera, que es la base de la construcción. Se dice que la gente de Guadalupe es muy individualista entre ellos, pero una piña hacia el exterior.
Gastronomía
Guadalupe es, por último, un buen escaparate de la cocina de la tierra donde los platos están caracterizados por su sencillez y la excelente calidad de sus ingredientes. Los embutidos ibéricos, el ajo blanco, las migas, la caldereta de cordero o pollo "a lo padre Pedro" es lo más típico de la Gastronomía de Guadalupe y los vinos con Denominación de Origen Ribera del Guadiana son el mejor acompañamiento para estas recetas.
Los alrededores
Guadalupe es la excusa perfecta para recorrer Las Villuercas, macizo montañoso situado al este de Extremadura. El recorrido por los bellos parajes serranos conducirá al visitante por localidades como Bohonal de Ibor, Cañamero, Logrosán o Berzocana. Otra opción es acercarse hasta la comarca de La Vera, con un paisaje exuberante marcado por la ribera del Tiétar, a lo largo de la cual encontramos lugares como Hervás, el Monasterio de Yuste o Jarandilla de La Vera, cuyo castillo-palacio es hoy parador de turismo. Entre Plasencia y Trujillo, se sitúa el Parque Nacional de Monfragüe, espacio natural en el que se pueden realizar excursiones a pie, rutas en bicicleta o a caballo.
En la céntrica Plaza de Santa María, la fuente de los Tres Caños recuerda uno de los hitos históricos de Guadalupe, ya que en ella fueron bautizados los primeros indios traídos por Colón tras su segundo viaje a América. Frente al Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe se alza el antiguo hospital de San Juan Bautista (s. XV), actual Parador de Turismo.
A lo largo de su existencia, el edificio dio cobijo a multitud de peregrinos que acudían a Guadalupe. Junto a esta construcción se encuentra otro edificio que recuerda el esplendor cultural que vivió esta población en el pasado, el Colegio de Infantes, donde los alumnos aprendían canto, gramática y teología. La calle Mayor, que conecta las partes alta y baja de la ciudad, se convierte en el eje principal de un entramado de calles empedradas y casas de arquitectura tradicional con balcones de madera, pórticos y soportales.
El casco viejo
Declarado Monumento Histórico-Artístico, conserva algunos rincones típicos y muestras de su arquitectura popular. Desde la Plaza Mayor (Plaza de Santa María) e incluso desde la cercana Plaza de los Tres Chorros, los típicos soportales dan paso a fachadas sin apoyo. La tipología de este lugar está muy vinculada al Monasterio puesto que, en la antigüedad, era el asentamiento de artesanos y canteros que trabajaban en el propio Monasterio.
En realidad, el pueblo guarda las esencias del esplendor más refinado de la Baja Edad Media española. Los barrios evocan parajes medievales y el material utilizado para la construcción del entramado de pisos y soportales es la madera, que es la base de la construcción. Se dice que la gente de Guadalupe es muy individualista entre ellos, pero una piña hacia el exterior.
Gastronomía
Guadalupe es, por último, un buen escaparate de la cocina de la tierra donde los platos están caracterizados por su sencillez y la excelente calidad de sus ingredientes. Los embutidos ibéricos, el ajo blanco, las migas, la caldereta de cordero o pollo "a lo padre Pedro" es lo más típico de la Gastronomía de Guadalupe y los vinos con Denominación de Origen Ribera del Guadiana son el mejor acompañamiento para estas recetas.
Los alrededores
Guadalupe es la excusa perfecta para recorrer Las Villuercas, macizo montañoso situado al este de Extremadura. El recorrido por los bellos parajes serranos conducirá al visitante por localidades como Bohonal de Ibor, Cañamero, Logrosán o Berzocana. Otra opción es acercarse hasta la comarca de La Vera, con un paisaje exuberante marcado por la ribera del Tiétar, a lo largo de la cual encontramos lugares como Hervás, el Monasterio de Yuste o Jarandilla de La Vera, cuyo castillo-palacio es hoy parador de turismo. Entre Plasencia y Trujillo, se sitúa el Parque Nacional de Monfragüe, espacio natural en el que se pueden realizar excursiones a pie, rutas en bicicleta o a caballo.