Guardans oirá a los cineastas pero dice que arreglar el futuro del cine es "más complicado" que un "apretón de manos"
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Ignasi Guardans, director del Instituto de la Cinematografía y de las Artes (ICAA), reconoce que en España hay "una desproporción total entre el cine que se produce y el cine que se ve" y asegura que no se están reduciendo las ayudas sino que están "revisando los criterios con las que se conceden". "Ojalá el futuro del cine se arreglara con un apretón de manos, pero lamentablemente las cosas son más complicadas", reconoció hoy Guardans.
En declaraciones a Punto Radio, recogidas por Europa Press, el responsable del ICAA aseguró que todavía no sabe quiénes son y cuántos son los directores que participan en la plataforma 'Cineastas contra la Orden' que ha firmado un manifiesto contra la Orden ministerial que está redactando el Gobierno para desarrollar la Ley del Cine.
"Yo solo tengo constancia de que hay tres personas que están incómodas", reconoció el director del ICAA, a quien le parece "normal" que haya personas que muestren su desacuerdo porque "es dinero público y lo lógico es revisar cómo se otorga". "Los criterios de ayuda van a ser distintos pero no la cuantía final que van a recibir", advirtió.
En este sentido, explicó que desde su Departamento se hace una distinción entre lo que son las ayudas a películas de un determinado volumen de lo que son películas de tipo más artístico, que tienen menos acceso al público, las cuales "tienen que seguir recibiendo ayudas al igual las tiene una exposición en el Prado", alegó.
AYUDAS AUTOMÁTICAS A LA TAQUILLA
En esta misma línea, apuntó que España es el único país que tiene las llamadas "ayudas automáticas" al cine, que se conceden directamente a las películas en función de su taquilla. "Esa parte de ayuda directa la vamos a mantener en función de la taquilla, pero cuando las películas tengan una determinada inversión y superen los dos millones de coste y sean cintas de un cierta entidad, tendrán una ayuda directa suplementaria".
Respecto a las películas "más pequeñas", Guadarns aclaró que serán valoradas a través de una Comisión que analizará los proyectos y recordó que estas cintas también podrán recibir "ayuda al desarrollo".
Asimismo, advirtió que si una película pequeña de presupuesto luego tiene un gran éxito en taquilla o un reconocimiento en festivales, aunque no obtengan premio, también tendrán una ayuda automática. "Reconozco que todo esto un poco complicado de entender porque es una Orden Ministerial de más de cien artículos", indicó Guardans.
"Se puede ayudar a una película antes de hacerla, mientras se esté haciendo o después de hacerla. Lo que hacemos es cambiar el momento en el que pueden percibir el dinero, y que algunas películas pequeñas lo reciban antes porque la gran mayoría de las películas son financiadas dos años después de haberse terminado", explicó.
NO SE COBRA MÁS DEL 50% DE SU VALOR
En su opinión, con la nueva disposición de las ayudas no se "corre el riesgo de financiar una realidad cinematográfica que no tenga nada que ver con la sociedad española" y recordó que nunca se puede cobrar más del 50% del valor de una película. Y puso como ejemplo, la película 'Ágora', de Alejandro Amenabar, que tiene un gran presupuesto.
"Si el límite está en un millón de euros, por muy bien que vaya en taquilla, cuando se estrene, lo que recibirá será muy poquito sobre el total del presupuesto. En cambio, una película que ha costado un millón y medio de euros, si pongo un millón de euros en el límite de lo que puede recibir, pues podría llegar a recibir casi el 50% del que ha costado", explicó.
Asimismo, criticó que mucha gente tiene "prejuicios" con el cine español y considera que por ser español, es malo. "Eso exige un cambio de imagen, creo que tiene también que ver con la historia reciente española. No hace falta hacer falso patriotismo diciendo 'arriba el cine', pero tampoco tenemos que ser 'anti', e ir directamente a lo contrario", advirtió.
EL RECONOCIMIENTO EN LOS FESTIVALES
Respecto al reconocimiento de las películas, aseguró que es "llamativa" la falta de paralelismo entre la asistencia del público a las salas y el reconocimiento de su calidad mediante su selección un festival. En este sentido destacó que hay varias películas españolas que participan en el Festival de Locarno, "que no sé se irán bien en salas, pero sé que tienen ya un reconocimiento de calidad por el hecho de estar en Locarno".
"Hay que explicar a la gente, que entiende menos de cine, que estar en Cannes no es algo a lo que uno se apunte, como si fuera un club; tiene que ser seleccionado, y el hecho de participar ya es una selección", resaltó.
Preguntado por el debate sobre si es lícito o no, gastar dinero en defender el cine español, Guardans alegó que también tendríamos que preguntarnos por qué gastamos dinero en formar de deportistas de elite.
UNA "PUÑETERA" MEDALLA OLÍMPICA
"Qué sentido tiene que España tenga una puñetera medalla olímpica, con el perdón de la expresión. Al fin y al cabo, dejemos la libre competencia. Pero España quiere tenerlas porque hay algo intangible que se llama 'cultura colectiva' 'orgullo colectivo', nación, sociedad, que hace que no queramos que todos los medallistas sean norteamericanos o africanos", argumentó.
En esta misma línea, aseguró que Europa, Canadá y Estados Unidos también dan dinero a sus producciones cinematográficas porque "se considera que el cine es algo más que una industria; es un reflejo de la propia sociedad y creo que el Estado tiene que defender la cultura y eso exige recursos públicos", admitió.
Pero reconoció que una película que no tenga reconocimiento en festivales y que no haya sido reconocida previamente por la vía de ayudas a proyectos "puede tener dificultades con la ayuda". "Las ayudas están en parte vinculadas al éxito en taquilla. Por lo tanto, cuando alguien va a ver cine español también está contribuyendo a que esta inversión se recupere", puntualizó.
Asimismo, Guardans recordó que la Orden ministerial, que está en este momento en trámite de alegaciones, introduce una revolución a la hora de computar cada una de las descargas de películas en Internet y los DVDs vendidos en un centro comercial.
Por último y preguntado por el problema con las grandes majors, que imponen precios y sus títulos por encima de otros, Guardans respondió que las majors "no vetan nada", porque España es un "país libre". "Hay dificultades de distribución, pero nunca diría que las majors vetan una película", concluyó Guardans.
"Yo solo tengo constancia de que hay tres personas que están incómodas", reconoció el director del ICAA, a quien le parece "normal" que haya personas que muestren su desacuerdo porque "es dinero público y lo lógico es revisar cómo se otorga". "Los criterios de ayuda van a ser distintos pero no la cuantía final que van a recibir", advirtió.
En este sentido, explicó que desde su Departamento se hace una distinción entre lo que son las ayudas a películas de un determinado volumen de lo que son películas de tipo más artístico, que tienen menos acceso al público, las cuales "tienen que seguir recibiendo ayudas al igual las tiene una exposición en el Prado", alegó.
AYUDAS AUTOMÁTICAS A LA TAQUILLA
En esta misma línea, apuntó que España es el único país que tiene las llamadas "ayudas automáticas" al cine, que se conceden directamente a las películas en función de su taquilla. "Esa parte de ayuda directa la vamos a mantener en función de la taquilla, pero cuando las películas tengan una determinada inversión y superen los dos millones de coste y sean cintas de un cierta entidad, tendrán una ayuda directa suplementaria".
Respecto a las películas "más pequeñas", Guadarns aclaró que serán valoradas a través de una Comisión que analizará los proyectos y recordó que estas cintas también podrán recibir "ayuda al desarrollo".
Asimismo, advirtió que si una película pequeña de presupuesto luego tiene un gran éxito en taquilla o un reconocimiento en festivales, aunque no obtengan premio, también tendrán una ayuda automática. "Reconozco que todo esto un poco complicado de entender porque es una Orden Ministerial de más de cien artículos", indicó Guardans.
"Se puede ayudar a una película antes de hacerla, mientras se esté haciendo o después de hacerla. Lo que hacemos es cambiar el momento en el que pueden percibir el dinero, y que algunas películas pequeñas lo reciban antes porque la gran mayoría de las películas son financiadas dos años después de haberse terminado", explicó.
NO SE COBRA MÁS DEL 50% DE SU VALOR
En su opinión, con la nueva disposición de las ayudas no se "corre el riesgo de financiar una realidad cinematográfica que no tenga nada que ver con la sociedad española" y recordó que nunca se puede cobrar más del 50% del valor de una película. Y puso como ejemplo, la película 'Ágora', de Alejandro Amenabar, que tiene un gran presupuesto.
"Si el límite está en un millón de euros, por muy bien que vaya en taquilla, cuando se estrene, lo que recibirá será muy poquito sobre el total del presupuesto. En cambio, una película que ha costado un millón y medio de euros, si pongo un millón de euros en el límite de lo que puede recibir, pues podría llegar a recibir casi el 50% del que ha costado", explicó.
Asimismo, criticó que mucha gente tiene "prejuicios" con el cine español y considera que por ser español, es malo. "Eso exige un cambio de imagen, creo que tiene también que ver con la historia reciente española. No hace falta hacer falso patriotismo diciendo 'arriba el cine', pero tampoco tenemos que ser 'anti', e ir directamente a lo contrario", advirtió.
EL RECONOCIMIENTO EN LOS FESTIVALES
Respecto al reconocimiento de las películas, aseguró que es "llamativa" la falta de paralelismo entre la asistencia del público a las salas y el reconocimiento de su calidad mediante su selección un festival. En este sentido destacó que hay varias películas españolas que participan en el Festival de Locarno, "que no sé se irán bien en salas, pero sé que tienen ya un reconocimiento de calidad por el hecho de estar en Locarno".
"Hay que explicar a la gente, que entiende menos de cine, que estar en Cannes no es algo a lo que uno se apunte, como si fuera un club; tiene que ser seleccionado, y el hecho de participar ya es una selección", resaltó.
Preguntado por el debate sobre si es lícito o no, gastar dinero en defender el cine español, Guardans alegó que también tendríamos que preguntarnos por qué gastamos dinero en formar de deportistas de elite.
UNA "PUÑETERA" MEDALLA OLÍMPICA
"Qué sentido tiene que España tenga una puñetera medalla olímpica, con el perdón de la expresión. Al fin y al cabo, dejemos la libre competencia. Pero España quiere tenerlas porque hay algo intangible que se llama 'cultura colectiva' 'orgullo colectivo', nación, sociedad, que hace que no queramos que todos los medallistas sean norteamericanos o africanos", argumentó.
En esta misma línea, aseguró que Europa, Canadá y Estados Unidos también dan dinero a sus producciones cinematográficas porque "se considera que el cine es algo más que una industria; es un reflejo de la propia sociedad y creo que el Estado tiene que defender la cultura y eso exige recursos públicos", admitió.
Pero reconoció que una película que no tenga reconocimiento en festivales y que no haya sido reconocida previamente por la vía de ayudas a proyectos "puede tener dificultades con la ayuda". "Las ayudas están en parte vinculadas al éxito en taquilla. Por lo tanto, cuando alguien va a ver cine español también está contribuyendo a que esta inversión se recupere", puntualizó.
Asimismo, Guardans recordó que la Orden ministerial, que está en este momento en trámite de alegaciones, introduce una revolución a la hora de computar cada una de las descargas de películas en Internet y los DVDs vendidos en un centro comercial.
Por último y preguntado por el problema con las grandes majors, que imponen precios y sus títulos por encima de otros, Guardans respondió que las majors "no vetan nada", porque España es un "país libre". "Hay dificultades de distribución, pero nunca diría que las majors vetan una película", concluyó Guardans.