Hotel Convento del Giraldo: un establecimiento único que une la tradición y la modernidad

09/12/2021 - 09:27 Mónica Tovar Atance

En pleno centro histórico y monumental de Cuenca se ubica el Hotel Convento del Giraldo. El único hotel de 4 estrellas del casco histórico de Cuenca y perteneciente a la Red de Hospederías de Castilla La Mancha, con un alto nivel de calidad, singularidad y excelencia.

Su ubicación, en la calle San Pedro 12, es un punto de partida “perfecto” para pasear por las estrechas calles de la ciudad, llenas de encanto, y para recorrer la tierra de Don Quijote, con los molinos de viento y paisajes que inspiraron esta novela clásica de la literatura española, señala la subdirectora, Eva López. 


El Hotel Convento del Giraldo debe su nombre a la Torre del Giraldo que formaba parte del recinto catedralicio. Abrió sus puertas en 2008 después de que se llevara a cabo una rehabilitación integral del edificio para conseguir que se exhibiera en todo su esplendor. Se trata de un gran edificio blasonado del siglo XVII construido por la familia Martínez Kleiser, que a mediados del siglo pasado abandona su carácter civil para convertirse en la Casa Fundacional de la Congregación de las Madres Celadoras. En esa restauración del edificio, fruto de la unión perfecta entre el edificio antiguo y una moderna decoración con sorprendentes elementos arquitectónicos recuperados, como una fuente medieval y sus canalizaciones, un aljibe y varios artesonados, se consiguió crear un ambiente evocador. Los trabajos se llevaron a cabo respetando la tradición y cuidando cada detalle con el fin de que los visitantes, al estar dentro de él, se sientan parte de la historia y respiren ese ambiente del pasado, pero al mismo tiempo tengan todas las comodidades existentes en este siglo. 


Una muestra de ello es que en el restaurante puede contemplarse el impresionante aljibe, de casi cuatro metros de profundidad y más de 30 metros cúbicos de volumen, que durante el medievo se usaba para almacenar agua y que se descubrió durante las obras de restauración. Ahora se encuentra protegido con un cristal y se ha iluminado para que los clientes puedan disfrutar de él cuando van a desayunar. 
Este establecimiento cuenta con un total de 34 habitaciones, todas ellas decoradas con mucho mimo y en las que se puede ver algún elemento arquitectónico recuperado del antiguo edificio. Existen distintos tipos de habitaciones: doble estándar, superior, junior suite, doble premium y estándar individual. Estas tienen tanto dobles camas como camas de matrimonio y algunas tienen dosel. 

Restaurante
El hotel, además, ha realizado una “importante apuesta” en el área de restauración con la apertura de su nuevo restaurante: Piola. En él han cuidado al máximo el diseño y ofrece “una cuidada cocina de autor con una gran selección de platos, carnes y pescados en los que se apuesta al máximo por la calidad y cercanía de los productos”, detalla Eva López, quien reseña que al frente de este restaurante está Mariano Alcarria. 
En su carta también se ofrecen platos típicos de Cuenca, así como platos más sencillos e informales, como pizzas artesanas elaboradas con genuina masa casera y los mejores ingredientes. 
Y todo ello sin olvidar los postres, caseros, como no podía ser de otra manera, y una amplia carta de vinos ubicados en una espectacular cava de más de 700 botellas de libre acceso para que los comensales elijan directamente el vino con el que desean comer.
Las dependencias del restaurante, en el que se ofrecen menús diarios y adaptados a todos los clientes, se complementan con una cafetería, que tiene su entrada junto a una fuente medieval y que ofrece la posibilidad de ver las canalizaciones que llegaban hasta ella; y con una terraza, junto a las antiguas ruinas de la iglesia templaria de San Pantaleón. 

Buena comunicación
El Hotel Convento del Giraldo es, por tanto, un destino imprescindible para disfrutar de una estancia diferente. Su ubicación hace que sea muy fácil también el acceso tanto en vehículo privado como en transporte público. A 100 metros del hotel hay un parking cerrado y vigilado. A 20 metros de la puerta del hotel hay paradas de autobús que conectan con las estaciones de tren, autobús y AVE. Esta última está a siete kilómetros, pero las dos primeras se encuentran a 1,5 kilómetros.

A un paso de...

La ubicación de este Hotel Convento del Giraldo, en pleno casco histórico de Cuenca, hace que sea un punto de entrada único para visitar la ciudad y, por supuesto, también la provincia y la región. 
Está a 73 metros de la catedral de Cuenca, situada en la plaza Mayor, donde además se encuentra el Ayuntamiento y el Convento de las Petras. 
Y a tan solo 200 metros se encuentra otro de los atractivos de la ciudad: las Casas Colgadas. Todo un icono de la ciudad. 


Desde esta ubicación es posible visitar otros atractivos que ofrece la ciudad como la Torre Mangana, a 400 metros; el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha y el de Paleontología.
Alejándonos un poco de la ciudad y para conocer la provincia es posible llegar hasta la Ciudad Encantada, las Hoces del Júcar y del Huécar, el Parque Natural del Hosquillo o las Lagunas de Cañada del Hoyo. 
Algunos de los pueblos con más encanto de la provincia conquense a los que se puede llegar son: Uclés, Belmonte, Villanueva de la Jara, El Provencio, Huete, Enguídanos, Priego, Buendía, Mota del Cuervo y Alarcón. Y otros parajes como el nacimiento del Río Cuervo y el Parque Natural del Alto Tajo, la Ciudad Romana de Ercávica y el Parque Arqueológico de Segóbriga.

Una cocina de calidad y proximidad
El nuevo restaurante Piola tiene como señas de identidad la calidad y la cercanía de los productos que su chef, Mariano Alcarria, utiliza en sus conocidas elaboraciones. La variedad de la carta es amplia y en ella sobresalen algunos platos estrella, imprescindibles, como son el jarrete de cordero en escabeche suave, el chuletón de vaca bellota con 70 días de maduración, el tartar de berberechos, la ensalada de panceta escabechada, el timbal de confit de pato, el tataki de atún rojo, la espuma de piña y el cremoso de chocolate negro. Platos únicos, con sellos de autor y que suponen un broche de oro a una estancia en este hotel con mucho encanto ubicado en el corazón de la ciudad conquense.