Ibarretxe asegura que se irá "a casa" si los vascos no apoyan su plan
01/10/2010 - 09:45
Por: COLPISA
El lehendakari Juan José Ibarretxe vinculó este sábado su futuro político al éxito de las dos preguntas de la consulta que quiere plantear a la sociedad, y aseguró que si su plan no recibe el apoyo de los vascos se irá a casa. En un acto con militantes del PNV en la localidad alavesa de Murguía, el presidente del Gobierno vasco insistió en que su planteamiento es de una legalidad absolutamente escrupulosa.
El lehendakari Juan José Ibarretxe vinculó este sábado su futuro político al éxito de las dos preguntas de la consulta que quiere plantear a la sociedad, y aseguró que si su plan no recibe el apoyo de los vascos se irá a casa. En un acto con militantes del PNV en la localidad alavesa de Murguía, el presidente del Gobierno vasco insistió en que su planteamiento es de una legalidad absolutamente escrupulosa.
Tras desvelar esta semana las dos preguntas de la consulta que quiere realizar a los vascos en octubre, previo refrendo del parlamento vasco en junio, el lehendakari inició este sábado su particular campaña de difusión de la iniciativa. Arrancó en casa, en Álava, respaldado por la dirección del PNV en esa provincia, que es afín a sus tesis, y por un grupo de militantes que le jalearon durante su intervención.
Juan José Ibarretxe volvió a esgrimir ante los suyos la papeleta verde y blanca con las dos preguntas a favor del fin dialogado de la violencia terrorista y del acuerdo entre partidos para lograr un nuevo marco jurídico y político, y también una vez más se erigió en portavoz de la sociedad vasca que nos pide hablar claro. "Eso es lo que hemos hecho al presentar, por derecho, una iniciativa que es, desde un punto de vista legítimo, democrático, de legalidad absolutamente escrupulosa y clara" señaló en respuesta al Gobierno central y a quienes le acusan de vulnerar con su plan el marco constitucional.
El presidente vasco aseguró, en torno a ese punto, que no tiene ningún miedo, ni a preguntar a la sociedad, ni a saber lo que la sociedad le va a responder. Por ello, fue aún más allá, y avanzó con toda claridad que si la sociedad no respalda los planteamientos que el Gobierno y el lehendakari le hacemos en esta propuesta democrática de conocer su opinión, me iré a casa, no pasa nada, esto no es dramático, es simplemente democrático.
En tono retador hacia sus adversarios del Gobierno y el PP, Ibarretxe consideró curioso que quienes tienen la seguridad aparente de que va a ser un fracaso son quienes no quieren que salga la consulta e insistió en que su iniciativa es plenamente legal, legítima y democrática porque queremos la paz y colocar a ETA en su sitio. Y colocar a ETA en su sitio es decirle que tiene abandonar la violencia de una vez y para siempre, explicitó.
Calma
El lehendakari pidió calma a los detractores de su plan, y les recordó que los términos de la consulta se sustentan en el mismo compromiso ético que alumbró el Pacto de Ajuria Enea y la declaración del Congreso de los Diputados de mayo de 2005, que autorizó al Gobierno a mantener contactos con ETA para buscar la paz definitiva. Ibarretxe señaló que la sociedad está asqueada de ETA, pero también de que los políticos no ofrezcan opciones. En ese sentido, cuestionó el respeto del PSOE por las instituciones vascas cuando el Estatuto de Gernika lleva 30 años sin cumplirse y cuando ha anunciado que recurrirá la ley que aprobará el Parlamento vasco para avalar la consulta, y que no se conoce aún.
Tras destacar que el Gobierno vasco "no tiene que pedir permiso" para consultar a sus ciudadanos "sin vinculación jurídica", Ibarretxe insistió en que con su iniciativa el pueblo "tiene la llave para poner a ETA en su sitio". Una "contestación clara y masiva" a la violencia en la consulta, explicó, será "determinante para acabar con la violencia y avanzar en el logro de la paz".
Tras desvelar esta semana las dos preguntas de la consulta que quiere realizar a los vascos en octubre, previo refrendo del parlamento vasco en junio, el lehendakari inició este sábado su particular campaña de difusión de la iniciativa. Arrancó en casa, en Álava, respaldado por la dirección del PNV en esa provincia, que es afín a sus tesis, y por un grupo de militantes que le jalearon durante su intervención.
Juan José Ibarretxe volvió a esgrimir ante los suyos la papeleta verde y blanca con las dos preguntas a favor del fin dialogado de la violencia terrorista y del acuerdo entre partidos para lograr un nuevo marco jurídico y político, y también una vez más se erigió en portavoz de la sociedad vasca que nos pide hablar claro. "Eso es lo que hemos hecho al presentar, por derecho, una iniciativa que es, desde un punto de vista legítimo, democrático, de legalidad absolutamente escrupulosa y clara" señaló en respuesta al Gobierno central y a quienes le acusan de vulnerar con su plan el marco constitucional.
El presidente vasco aseguró, en torno a ese punto, que no tiene ningún miedo, ni a preguntar a la sociedad, ni a saber lo que la sociedad le va a responder. Por ello, fue aún más allá, y avanzó con toda claridad que si la sociedad no respalda los planteamientos que el Gobierno y el lehendakari le hacemos en esta propuesta democrática de conocer su opinión, me iré a casa, no pasa nada, esto no es dramático, es simplemente democrático.
En tono retador hacia sus adversarios del Gobierno y el PP, Ibarretxe consideró curioso que quienes tienen la seguridad aparente de que va a ser un fracaso son quienes no quieren que salga la consulta e insistió en que su iniciativa es plenamente legal, legítima y democrática porque queremos la paz y colocar a ETA en su sitio. Y colocar a ETA en su sitio es decirle que tiene abandonar la violencia de una vez y para siempre, explicitó.
Calma
El lehendakari pidió calma a los detractores de su plan, y les recordó que los términos de la consulta se sustentan en el mismo compromiso ético que alumbró el Pacto de Ajuria Enea y la declaración del Congreso de los Diputados de mayo de 2005, que autorizó al Gobierno a mantener contactos con ETA para buscar la paz definitiva. Ibarretxe señaló que la sociedad está asqueada de ETA, pero también de que los políticos no ofrezcan opciones. En ese sentido, cuestionó el respeto del PSOE por las instituciones vascas cuando el Estatuto de Gernika lleva 30 años sin cumplirse y cuando ha anunciado que recurrirá la ley que aprobará el Parlamento vasco para avalar la consulta, y que no se conoce aún.
Tras destacar que el Gobierno vasco "no tiene que pedir permiso" para consultar a sus ciudadanos "sin vinculación jurídica", Ibarretxe insistió en que con su iniciativa el pueblo "tiene la llave para poner a ETA en su sitio". Una "contestación clara y masiva" a la violencia en la consulta, explicó, será "determinante para acabar con la violencia y avanzar en el logro de la paz".