Ibercaja rinde tributo al pensador Joaquín costa y a su lema de ‘escuela y despensa’

La Obra Social de Ibercaja y el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón han unido sus fuerzas para crear ‘Joaquín Costa, escuela y despensa’, una exposición con la que quieren conmemorar de manera conjunta el primer centenario de la muerte de este pensador, al tiempo que recordar su figura y el legado inmortal de su obra, que siempre giró en torno al lema de solucionar la miseria física del hambre y el abandono de las masas al analfabetismo, propósitos que dan pie y significado al título de la muestra.

Tras una intensa itinerancia por buena parte de la comunidad aragonesa, la exposición, marcadamente didáctica, llega ahora al Centro Cultural de Ibercaja de Guadalajara con el objetivo de acercar al público esta insigne figura desde una doble vertiente: la humana y la académica.

La primera es abordada originalmente a través de una veintena de ilustraciones firma de José Luis Cano –y que son originales del libro Joaquín Costa, el pundonoroso,–, que sirven de hilo conductor para hacer un recorrido por la vida de Joaquín Costa desde la interpretación más entrañable e irónica de sus momentos más significativos, o dando incluso forma a algunos de sus pensamientos, frases y comentarios más significativos. Entre ellos destacan, por ejemplo, aquel que le retrata malhumorado en la inauguración de la Facultad de Medicina de Zaragoza, donde se especifica que “se enfadó mucho porque nadie escuchaba su discurso”, o en su último suspiro de vida, datado un tal día como el 8 de febrero de 1911, donde la muerte y la guadaña irían a buscarle a su bañera.

La dimensión académica de Joaquín Costa, el otro gran eje de la exposición, será abordada a través de una serie de paneles explicativos que permiten al espectador profundizar en su biografía y en lo esencial de su pensamiento. Así, un pequeño recorrido cronológico permitirá al visitante de la exposición conocer los lugares por los que discurrió Costa en base a su profesión de jurista, por su interés docente o simplemente por su enorme curiosidad. También se refleja en uno de los paneles su conocido testamento político, datado en 1902, en el que entremezcla sus grandes horizontes y también algunas de sus obsesiones, como las ya consabidas cuestiones hidráulicas.

La combinación de paneles e ilustraciones determinarán el grueso y significación de la muestra. No obstante, ésta se completa con un pequeño apartado bibliográfico que permanece atesorado en una vitrina, en la cual se custodian tanto libros escritos por Joaquín Costa, como otros más actuales que analizan su persona y su herencia como pensador.

Esta interesante muestra, abierta además a las visitas de escolares con una clara finalidad didáctica, permanecerá expuesta en la sala de exposiciones del Centro Cultural de Ibercaja hasta el próximo 10 de junio con un horario de visitas reducido a la tarde.