Investigadores españoles crean el primer anti-imán

El desarrollo de este dispositivo, que se describe como un 'anti-imán ', podría ofrecer muchas aplicaciones beneficiosas, como la protección del casco de un barco ante las minas diseñadas para detonar cuando detectan un campo magnético, o permitiendo que los pacientes con marcapasos o implantes cocleares hagan uso de determinados equipos médicos.

   Tomando, por ejemplo, el caso de un paciente con un marcapasos sometido a una resonancia magnética,  si el campo magnético de la resonancia es grande, éste interactuará con el marcapasos, pudiendo causar graves daños tanto al dispositivo como al paciente. El metal en el marcapasos también podría interactuar distorsionando el campo magnético de la resonancia, afectando así la capacidad de detección de la máquina.

   Los investigadores son conscientes de que la tecnología también podría ser utilizada por los delincuentes para eludir sistemas de seguridad, por ejemplo, en aeropuertos y tiendas, pero confían en que la nueva investigación podría beneficiar a la sociedad de una manera positiva, mientras que el riesgo puede ser minimizado informando a los funcionarios acerca de los dispositivos de seguridad potenciales, lo que les permitiría anticipar y neutralizar los problemas.

   Según el autor principal, el profesor Alvar Sánchez, "las ideas de este dispositivo y sus aplicaciones potenciales son de largo alcance; sin embargo, es concebible que podrían ser utilizadas para reducir la firma magnética de objetos protegidos, con la consiguiente amenaza a la seguridad. Por ello, esta investigación ha de ser tenida en cuenta por los funcionarios de seguridad a fin de diseñar sistemas más seguros de detección".

   El anti-imán ha sido diseñado para constar de varias capas; la capa interna consistiría en un material superconductor cuya  función es la de impedir fugas del campo magnético, lo que sería muy útil para aislar ciertos metales.

   Una desventaja de usar este material, sin embargo, es que podría distorsionar un campo magnético externo colocado sobre la capa, por lo que el dispositivo tendría que ser combinado con varias capas exteriores de metamateriales, los cuales tienen diferentes niveles de permeabilidad de campo magnético; de esta manera se conseguirían corregir esta distorsión.

   Los investigadores demostraron la viabilidad de la capa a través de simulaciones por ordenador de un dispositivo de diez capas cilíndricas que aísla un pequeño imán único.

   Sorprendentemente, los investigadores también mostraron que la capa podría adoptar otras formas y funciones cuando el cilindro no estaba totalmente cerrado, lo que significa que los beneficios para los marcapasos e implantes cocleares son aún más factibles, dado que requieren cables para conectarse a otras partes del cuerpo.

   "Creemos que algunos laboratorios podrían empezar a construir un anti-imán pronto. De los dos componentes, los superconductores se encuentran fácilmente disponibles, y el punto clave residiría en el desarrollo de capas magnéticas con las propiedades deseadas. Esto puede llevar un poco de trabajo pero, en principio, los ingredientes están ahí ", afirma el profesor Sánchez.