Isabel Sierra Frías: “No hay previsión de crear nuevos órganos; intentaremos mantener los refuerzos”

10/02/2012 - 12:21 M.M.

La presidenta de la Audiencia Provincial de Guadalajara, Isabel Serrano Frías, está preparando su solicitud para presentarse a la reelección una vez que el Boletín Oficial del Estado ha publicado la provisión de esta plaza por expiración del mandato conferido a la titular anteriormente nombrada, Concepción Espejel, que actualmente es vocal del Consejo General del Poder Judicial. Serrano Frías tomó posesión de este puesto, que llevaba ejerciendo en funciones desde septiembre 2008, en mayo de 2009. Pese a que es un mal momento económico para conseguir grandes cambios,  considera que todavía se pueden hacer muchas cosas. Su principal reto será la construcción del Palacio de Justicia.
    ¿Por qué ha decidido volver a presentarse al cargo de presidente de la Audiencia Provincial de Guadalajara?
    Porque he estado poco tiempo y creo que se pueden hacer cosas, pese a que es un mal momento económico, pero hay mucha voluntad; tengo compañeros estupendos, el ambiente de trabajo es muy bueno, los profesionales son buenos, tanto los jueces, como los procuradores, Colegio de abogados... hay mucha colaboración. Existe mucha diferencia en un sitio pequeño como este respecto a ciudades como Madrid. Yo soy de allí y lo conozco y allí todo es más frío, no nos ponemos caras, como aquí; aquí es más fácil poder hacer algo y que trascienda.
    ¿Qué retos se plantea para la que podría ser su nueva etapa como presidenta?
    La unificación de criterios es muy importante en un sitio pequeño porque, por razones de seguridad jurídica, si hay dos resoluciones que sobre un mismo asunto dan dos respuestas distintas trasciende muchísimo. Por eso hemos establecido un contacto entre los compañeros, con reuniones periódicas, para debatir temas polémicos para unificar criterios.  Sobre la ampliación de órganos, ahora es un mal momento, pero por lo menos vamos a intentar que se mantengan los refuerzos que tenemos y si se pueden ampliar a otros juzgados... Ahora tenemos en el Juzgado de lo Penal un refuerzo, a ver si conseguimos prorrogarlo. La asignatura pendiente de Guadalajara es el edificio. El nuevo edificio de los juzgados es absolutamente necesario y ahora, por los procesos electorales recientes, está totalmente parado. Espero que una vez que se estabilice todo, a nivel administrativo y político, se retome el tema; yo voy a estar dando la lata.
    Estaba a la espera de la urbanización de la zona...
    El problema urbanístico está solventado, ahora es una cuestión de dotación presupuestaria. Mi principal batalla va a ser esa, porque realmente el actual edificio tiene muchas deficiencias, no solo de espacio, cuando no tiene inundaciones, son grietas, la climatización es pésima...
    Con motivo de la presentación de la Memoria de 2010, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco, señaló que Guadalajara necesita cuatro juzgados más: uno de Primera Instancia, otro de lo Social, Contencioso-Administrativo y Penal.  ¿Realmente tenemos tantas necesidades?
    Efectivamente. Pero hay prioridades, porque en este momento no hay previsión de creación de nuevos órganos. Si tuviera que elegir solamente uno, sería el de lo Penal, de hecho hay un juez de refuerzo. Hay dos jueces celebrando juicios pero no dos juzgados, lo prioritario sería crear un juzgado de lo Penal porque en tema de ejecutorias hay bastante trabajo. La especialización también es necesaria. Que el juzgado de Primera Instancia que lleva materia mercantil, lleve solo mercantil porque tiene más complejidad, pero si se le deja solo con esta materia supone que el resto de asuntos de los que se encarga pasan a los demás, sobrecargándolos. Lo ideal sería que quedara solo como Mercantil, creando uno más de Instancia. En Penal y en Instrucción, igual. En Instrucción hay un juzgado que lleva violencia doméstica, que llevara solamente esto sería lo ideal pero, para no cargar al resto, habría que crear uno más de Instrucción. Hay que ser realistas y ahora mismo no hay previsiones de crear nuevos órganos; lo que tenemos que hacer es intentar sacar partido a lo que hay. Vamos poniendo parches, pedimos refuerzo de jueces, está pedido uno de secretario, algún funcionario más y eso es lo que vamos consiguiendo.
    Ahora, con motivo de la crisis, parece asumido que hay cosas que no se pueden hacer, pero ¿cree que históricamente se ha abandonado un poco a Guadalajara en el aspecto jurídico?
    Yo no hablaría de abandono, pero ha experimentado un incremento de la población que tiene peculiaridades por la cercanía a Madrid. No creo que se haya olvidado especialmente esta provincia, aunque es la que menos proporción tiene de jueces por número de habitantes.
    ¿Cuáles son las peculiaridades que la proximidad a Madrid confiere a Guadalajara en materia de justicia?
    Creo que hay determinados delitos que se vienen a cometer aquí, pero realmente no es población de aquí, es de Torrejón, de Alcalá... Sobre todo en algunas materias como el tráfico de drogas. Quizás también porque aquí se tramitan con mayor celeridad, llevamos asuntos, como la entrega de droga en Barajas, que quizás se los debería quedar Madrid, pero como corresponde la competencia a quien inicia las diligencias con mayor celeridad y aquí somos más rápidos, al final nos lo quedamos nosotros.
    ¿Ha aumentado el número de litigios estos últimos años con motivo de la crisis?
    Creció en Social y en Primera Instancia; en Instrucción menos. Pero el año pasado se notó una cierta estabilización en Primera Instancia, en asuntos civiles. Lo que ocurre en Primera Instancia es que, si bien entran menos asuntos, las sentencias son de más difícil ejecución porque nadie cumple voluntariamente. Si hay una sentencia de condena y el condenado no paga, se aumenta el trabajo en fase de ejecución.
    A mediados del año pasado se implantó un nuevo sistema organizativo en el Registro Civil. Aunque todavía no ha cumplido un año ¿cuál es el balance que se puede hacer?
    Es poco tiempo, pero se ha notado que ha sido muy positivo. Se creaban grandes filas de gente para coger número y esto se ha solucionado.
    En cuanto a la modernización del sistema judicial ¿queda mucho por hacer?
    Sí, falta. Además, respecto a la nueva Oficina Judicial, aquí estamos en la fase uno. Tenemos programas y sistemas que necesitamos ir mejorando porque faltan modelos, por ejemplo, para determinados procedimientos; como van cambiando las normas procesales, faltan y, además, los que tenemos no permiten añadir modificaciones. Es mejorable, pero sí se va avanzando.
    ¿Qué opinión le merece la intención anunciada por el nuevo ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, de que los notarios puedan realizar procesos sencillos como bodas o algunas separaciones para, entre otras cosas, descongestionar los juzgados?
    Todavía no sé cuál va a ser la solución. Lo que sí puedo decir es que los divorcios de mutuo acuerdo no le suponen trabajo al juzgado. Se presenta la demanda por un convenio regulador y se firma.
    Hace casi 20 años que llegó a Guadalajara...
    Sí, en octubre cumplo 20 años en Guadalajara. Vine por aproximarme a Madrid, porque estaba destinada en Bilbao y quería acercarme a mi familia.
    ¿Cómo se siente aquí?
    Estupendamente, el ambiente es excelente, de colaboración. Es todo mucho más cercano, eso hace que cuando hay un problema se hable y se intente solucionar antes de acudir a la denuncia... Es otra forma de trabajar
     ¿El trabajo también ha cambiado mucho?
    Sí, porque los asuntos eran muy sencillos, muy repetitivos y ahora hay una gran variedad. Pero más que el número ha crecido la entidad de los asuntos, tanto en Civil como en Penal.
    Alguna sentencia que recuerde especialmente por algún motivo.
    La materia mercantil nos resulta más compleja porque es más novedosa, porque tiene trascendencia y porque tiene un interés económico detrás importante. En Penal, por supuesto, los homicidios, asesinatos... y el jurado (popular); nuestro papel es más pasivo pero supone una carga de responsabilidad añadida, el proceso es más largo y hay mucha tensión. Aunque la decisión final no es del magistrado presidente, sí tienes una implicación y una responsabilidad muy grande.