Iván Fandiño: un recuerdo imborrable
No es fácil escribir estas líneas, pero es de obligación recordar a quién fue un hombre importante en la provincia. Su recuerdo es imborrable, como lo fueron las grandes hazañas que dejó en cada ruedo que pisó durante su brillante carrera.
Nos adelantamos unas horas a la fecha para publicar este artículo a modo de homenaje para que los pactos electorales, los cambios de gobierno y los regidores que van y vienen no enturbien una fecha que marcó a Guadalajara.
El torero Iván Fandiño fue uno de los mejores embajadores que tuvo esta tierra, sin ser natural de la alcarria. Cada 17 de junio nos invade la tristeza y la nostalgia. El recuerdo por alguien importante que nunca se ha ido.
El 17 de junio de 2017 fue un día marcado por el dolor y la incertidumbre. Un día que nos cambió a todos para siempre. Se fue un torero y se forjó la leyenda.
Seis años después sigue presente en cada feria – no solo de Guadalajara – sigue presente en cada cartel, vivo entre los aficionados y es recordado por grandes y pequeños.
Todavía recuerdo como los telediarios abrían sus informativos con la noticia, las radios no hablaban de otra cosa, la imagen se adueñaba de las portadas de los periódicos mientras me invadían un sinfín de llamadas y mensajes que atender desde el sur de Francia.
Las redes sociales lloraban la pérdida. Personajes públicos lamentaban la noticia. Los compañeros de profesión no daban crédito.
Fandiño no fue un torero más. Fue un torero que se desmarcó de entre todos y el único capaz de reunir a 24 mil aficionados fuera de feria. Su gesta le avala. Y su carrera le engrandece.
Veinte puertas grandes en plazas de primera categoría durante un lustro que estuvo en la élite del toreo siendo el mandamás.
Guadalajara fue testigo de una de esas grandes tardes que todos tenemos en la memoria: la encerrona del año 2014 donde salió por la puerta grande cortando cinco orejas. Una tarde más de las muchas que dejó llenas de grandeza y verdad.
Ahora cada 17 de junio te rendimos homenaje, Iván, recordamos tu ausencia – más viva que nunca- y te seguimos extrañando en cada plaza de toros.
Han pasado seis años, pero su recuerdo sigue siendo imborrable.