Jason Statham, el nuevo héroe de acción, corre La carrera de la muerte
01/10/2010 - 09:45
Por: Redacción
Paul W.S. Anderson vuelve a la gran pantalla con La carrera de la muerte, una adaptación de la película del mismo título que en 1975 produjo Roger Corman con Silvestre Stallone y David Carradine. Jason Statham es el actor principal del reparto.
En el cada vez más complicado desafío de sorprender al espectador con un filme de acción, el director, guionista y productor británico Paul W.S.Anderson se defiende muy bien. Responsable de las primeras adaptaciones con éxito de videojuegos a la gran pantalla Mortal Kombat y las tres entregas de Resident Evil, protagonizadas por su mujer y madre de su hijo, Milla Jovovich-, Anderson es el autor de La carrera de la muerte, nueva versión de la película del mismo título que en 1975 produjo el mítico Roger Corman con Silvester Stallone y David Carradine. Fan de la cinta de Corman, Anderson presenta el próximo 3 de octubre su lectura sobre esta producción dominada por la violencia en la que siniestros y monstruosos coches tienen tanto o más protagonismo que los actores, grupo liderado por el que es uno de los intérpretes de acción más cotizados del momento: Jason Statham.
Anderson y su compatriota Statham fueron muy sinceros. Hemos hecho un filme entretenido, una película de palomitas con la que sólo queremos divertir. No hay ni advertencias sobre las carreras ilegales, ni mensajes sobre la violencia. Es fantasía, dice el autor de esta combinación de violencia y velocidad con envoltorio de videoclip que presenta a nueve presidiarios que compiten en carreras hasta la muerte en un circuito sin salidas para ganar su libertad. Son los gladiadores del mundo moderno, y el circuito es el coliseo, añade Anderson, para quien mostrar la violencia en el cine es muy entretenida si está bien hecha.
Acostumbrado a tener la taquilla de su lado, el también director de Alien versus Predator dice que no quería hacer un remake del título de Corman, que aquí figura como productor ejecutivo, porque él hizo una obra maestra. Han pasado más de treinta años y el público es distinto, ahora nuestra sociedad está mucho más desilusionada que antes. La idea fue hacer un filme realista porque las escenas de los coches las filmamos de verdad, sin efectos especiales, y con intérpretes duros, no con guaperas de Hollywood haciendo de chicos duros, defiende.
Soldier y Horizonte final son también producciones de Anderson, que reservó el papel de mala a Joan Allen y completó el reparto con el veteran o Ian McShane. Creador de universos, según sus propia definición, el cineasta entiende el cine como un arte que no tiene que descuidar su parte de negocio.
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Anderson y su compatriota Statham fueron muy sinceros. Hemos hecho un filme entretenido, una película de palomitas con la que sólo queremos divertir. No hay ni advertencias sobre las carreras ilegales, ni mensajes sobre la violencia. Es fantasía, dice el autor de esta combinación de violencia y velocidad con envoltorio de videoclip que presenta a nueve presidiarios que compiten en carreras hasta la muerte en un circuito sin salidas para ganar su libertad. Son los gladiadores del mundo moderno, y el circuito es el coliseo, añade Anderson, para quien mostrar la violencia en el cine es muy entretenida si está bien hecha.
Acostumbrado a tener la taquilla de su lado, el también director de Alien versus Predator dice que no quería hacer un remake del título de Corman, que aquí figura como productor ejecutivo, porque él hizo una obra maestra. Han pasado más de treinta años y el público es distinto, ahora nuestra sociedad está mucho más desilusionada que antes. La idea fue hacer un filme realista porque las escenas de los coches las filmamos de verdad, sin efectos especiales, y con intérpretes duros, no con guaperas de Hollywood haciendo de chicos duros, defiende.
Soldier y Horizonte final son también producciones de Anderson, que reservó el papel de mala a Joan Allen y completó el reparto con el veteran o Ian McShane. Creador de universos, según sus propia definición, el cineasta entiende el cine como un arte que no tiene que descuidar su parte de negocio.
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