Jaulas, el auténtico valor de la amistad
01/10/2010 - 09:45
Una emocionada amistad desenvuelve el argumento de Jaulas, el último cortometraje producido por la Asociación Cultural Annus La Negra bajo la dirección de David Corroto, que tras tres años de ausencia vuelve a la palestra cinematográfica con una cinta de tintes dramáticos ante todo emocional y emocionante para el espectador.
Ésta la protagonizan una abuela, residente de un centro de ancianos contra su voluntad, y una trabajadora social, maltratada cruelmente por su marido. Su colaboración mutua les ayuda a entender que siempre hay alguien que te tiende la mano para salir de esa jaula que supone en muchos casos la propia vida.
Dos meses ha durado un rodaje que ha llevado a su elenco actoral y equipo técnico a viajar por diferentes localizaciones de la geografía española, como Luanco, en Asturias, Valfermoso de Tajuña (Guadalajara), Chapinería y Alcalá de Henares, en Madrid, todo para dar vida a una idea sustraída del relato La Rosa azul, de Carmen Niño, coprotagonista de la cinta junto a Mari Pili San Juan. Completan el repertorio interpretativo José Antonio Suárez de Puga, José María Sanz Malo y Rosalía Díaz, personal imprescindible para sacar adelante una historia que ya rondaba la cabeza de su director hace ahora algo más de un año atrás. Tras impresionarla sobre el papel, nacía una buena historia que contar, a la par que interesante y capaz de llevarse a cabo con los medios de que se disponía por aquel entonces. Entre ellos, se contaba la presencia, de vital importancia, de Juan Antonio Mayorala, director de fotografía; Ricardo Manglano y Ana Chacón, productores; César Duro, ayudante de cámara; Nacho Pérez, responsable de fotografía fina, y Pilar Guillén, responsable de maquillaje. Ellos completan el equipo que guarda tras de sí Jaulas, ante todo un grupo de amigos, muchos de ellos pertenecientes a una de las asociaciones más participativas en la vida cultural de la capital, Annus La Negra, donde se atreven con la poesía, los monólogos, las canciones y ahora con el cine, y del que dicen han sacado una experiencia muy positiva.
Así nos lo hace saber Carmen Niño, uno de los miembros de esta corporación, quien nos confiesa que ésta ha sido su primera experiencia como actriz en el cine, que no en las artes teatrales, en las que lleva participando desde hace ya varios años. Su apuesta por la gran pantalla le hizo interpretar un personaje a su medida y con el que se sentía perfectamente identificada por su estrecha vinculación al mundo de las personas mayores. Sus nervios de primeriza no impidieron a Carmen disfrutar con su papel, y ahora ansía repetir experiencia bajo la dirección de su gran amigo y director.
El rodaje ha supuesto para David Corroto una auténtica locura, luego una incertidumbre y luego una satisfacción a medida que se iban salvando los obstáculos que iban apareciendo en el transcurso de una historia que requería cada vez de mayores medios técnicos y esfuerzos interpretativos. Aún así, nunca han perdido la intención de la película: Que todos aprendamos y estemos a gusto a pesar de los inconvenientes que te encuentras. Aunque traumático en el montaje, cuando te sientas con el montador te das cuenta que podías haberlo hecho mejor; es gratificante en el proceso final, cuando alguien te pregunta para cuándo vas a rodar el próximo o simplemente me dice que le ha emocionado.
Sumidos ahora en pleno proceso de montaje, David Corroto augura que la cinta durará entre los 10 y 15 minutos. Una historia que verá la luz en unos cuantos meses, allá por otoño, vaticinan, aunque todavía queda mucho por hacer, como la música, compuesta expresamente para la película, y a la que acompañará una melodía del propio José María Sanz.
Antes, también, será necesario buscar una pequeña ayuda económica para financiar la posproducción y todo lo que envuelva al estreno de una película. Hasta ahora, el dinero lo han sacado de una pequeña aportación del Patronato Municipal de Cultura y la propia recaudación de la Asociación con otras actividades.
Tras ella, Corroto se embarcará en una de las historias que ya le rondan la cabeza, el rodaje de Trastero, un corto sencillo que cuenta la historia de una pareja que se da cuenta que cada vez que baja a su trastero parte de su vida se va quedando allí con los objetos que va apilando. Una emotiva historia que verá la luz el próximo año, tal vez, junto con otro de sus proyectos, Amor por puntos, de trama complicada y para el que Carmen Niño apuesta por repetir experiencia como actriz.
Un trabajo de cine
Jaulas es el tercer cortometraje del director madrileño David Corroto tras la filmación de Violencia gratuita en 1998, una chiquillada, según el propio director, rodada cuando éste sólo contaba con 19 años en su haber. Su juventud no le impidió ganar un premio otorgado por el periódico El País, consistente en la asistencia a un rodaje profesional con Fernando Colomo como productor.
Sus amistades y continuas visitas a la capital arriacense hicieron que en 2005 rodara en el teatro Buero Vallejo de la capital su segundo corto, El último baile, con actores aficionados de Guadalajara, y por el que le concedieron el premio a la mejor dirección en Murcia.
Dos meses ha durado un rodaje que ha llevado a su elenco actoral y equipo técnico a viajar por diferentes localizaciones de la geografía española, como Luanco, en Asturias, Valfermoso de Tajuña (Guadalajara), Chapinería y Alcalá de Henares, en Madrid, todo para dar vida a una idea sustraída del relato La Rosa azul, de Carmen Niño, coprotagonista de la cinta junto a Mari Pili San Juan. Completan el repertorio interpretativo José Antonio Suárez de Puga, José María Sanz Malo y Rosalía Díaz, personal imprescindible para sacar adelante una historia que ya rondaba la cabeza de su director hace ahora algo más de un año atrás. Tras impresionarla sobre el papel, nacía una buena historia que contar, a la par que interesante y capaz de llevarse a cabo con los medios de que se disponía por aquel entonces. Entre ellos, se contaba la presencia, de vital importancia, de Juan Antonio Mayorala, director de fotografía; Ricardo Manglano y Ana Chacón, productores; César Duro, ayudante de cámara; Nacho Pérez, responsable de fotografía fina, y Pilar Guillén, responsable de maquillaje. Ellos completan el equipo que guarda tras de sí Jaulas, ante todo un grupo de amigos, muchos de ellos pertenecientes a una de las asociaciones más participativas en la vida cultural de la capital, Annus La Negra, donde se atreven con la poesía, los monólogos, las canciones y ahora con el cine, y del que dicen han sacado una experiencia muy positiva.
Así nos lo hace saber Carmen Niño, uno de los miembros de esta corporación, quien nos confiesa que ésta ha sido su primera experiencia como actriz en el cine, que no en las artes teatrales, en las que lleva participando desde hace ya varios años. Su apuesta por la gran pantalla le hizo interpretar un personaje a su medida y con el que se sentía perfectamente identificada por su estrecha vinculación al mundo de las personas mayores. Sus nervios de primeriza no impidieron a Carmen disfrutar con su papel, y ahora ansía repetir experiencia bajo la dirección de su gran amigo y director.
El rodaje ha supuesto para David Corroto una auténtica locura, luego una incertidumbre y luego una satisfacción a medida que se iban salvando los obstáculos que iban apareciendo en el transcurso de una historia que requería cada vez de mayores medios técnicos y esfuerzos interpretativos. Aún así, nunca han perdido la intención de la película: Que todos aprendamos y estemos a gusto a pesar de los inconvenientes que te encuentras. Aunque traumático en el montaje, cuando te sientas con el montador te das cuenta que podías haberlo hecho mejor; es gratificante en el proceso final, cuando alguien te pregunta para cuándo vas a rodar el próximo o simplemente me dice que le ha emocionado.
Sumidos ahora en pleno proceso de montaje, David Corroto augura que la cinta durará entre los 10 y 15 minutos. Una historia que verá la luz en unos cuantos meses, allá por otoño, vaticinan, aunque todavía queda mucho por hacer, como la música, compuesta expresamente para la película, y a la que acompañará una melodía del propio José María Sanz.
Antes, también, será necesario buscar una pequeña ayuda económica para financiar la posproducción y todo lo que envuelva al estreno de una película. Hasta ahora, el dinero lo han sacado de una pequeña aportación del Patronato Municipal de Cultura y la propia recaudación de la Asociación con otras actividades.
Tras ella, Corroto se embarcará en una de las historias que ya le rondan la cabeza, el rodaje de Trastero, un corto sencillo que cuenta la historia de una pareja que se da cuenta que cada vez que baja a su trastero parte de su vida se va quedando allí con los objetos que va apilando. Una emotiva historia que verá la luz el próximo año, tal vez, junto con otro de sus proyectos, Amor por puntos, de trama complicada y para el que Carmen Niño apuesta por repetir experiencia como actriz.
Un trabajo de cine
Jaulas es el tercer cortometraje del director madrileño David Corroto tras la filmación de Violencia gratuita en 1998, una chiquillada, según el propio director, rodada cuando éste sólo contaba con 19 años en su haber. Su juventud no le impidió ganar un premio otorgado por el periódico El País, consistente en la asistencia a un rodaje profesional con Fernando Colomo como productor.
Sus amistades y continuas visitas a la capital arriacense hicieron que en 2005 rodara en el teatro Buero Vallejo de la capital su segundo corto, El último baile, con actores aficionados de Guadalajara, y por el que le concedieron el premio a la mejor dirección en Murcia.