José Enrique Canabal: la vuelta de la imaginación a la ficción novelística
01/10/2010 - 09:45
Cual libro costumbrista de Benito Pérez Galdós, una cafetería de la capital se convertía por unos momentos durante la mañana de ayer en el epicentro de las divagaciones literarias en torno a un café.
El artífice, un escritor afincado en la capital arriacense desde hace más de un lustro, Enrique Cabanal, quien daba a conocer a los medios de comunicación locales su último gran hijo literario, Luna de papel, título que mañana será presentado al público guadalajareño a partir de las 19.00 horas en la Librería Universitaria Alcarria (LUA).
Luna de papel, ganadora del I Premio Irreverentes de Novela, supone una grata sorpresa en el panorama narrativo español, inclinado en los últimos años hacia la novela histórica, y desprovisto y necesitado de novelas llenas de ficción, de imaginación. Con prosa desenvuelta y una trama de intriga y violencia extrema, Canabal ofrece en Luna de papel un viaje de 550 páginas a través de 200 años al narrar la vida y hechos de una saga: los Morgan. Su tránsito comienza en un pequeño pueblo de Irlanda, a comienzos del siglo XIX, prosiguiendo hasta mediados del siglo XXI por EEUU y el mundo árabe. El relato conduce al lector a un escenario de ficción futurista, en donde la vida humana nos parece inaguantable. Nueva York, sometida a continuos ataques terroristas y destrucción, o el callejón El-Qadir son escenarios de luchas ideológicas, de locura destructiva y del amor como vía de escape. Como contrapunto al realismo del texto y a las elucubraciones futuristas, Canabal hace un guiño a la fantasía y al modo de Las mil y una noches entrecruza relatos llenos de magia.
Es, en definitiva, una novela de denuncia desde sus primeras líneas, donde se predice el destino cruel de las generaciones futuras, abocadas a un mundo de alimentos producidos en serie, con agua racionada y con el miedo al terrorismo. Es un aviso sobre el camino que toma el mundo escrito al modo de una novela negra, pero llena de sentimientos, de amor, porque el amor es el único refugio que, finalmente, nos queda a los seres humanos, explica trivialmente Caníbal. A pesar de todo, la novela rebosa buena poesía, la misma que se aprecia ya en el título del mismo, y que hace referencia a una conversación de uno de los protagonistas en un oasis durante la nocturnidad del desierto.
Las 2.000 horas de esta su quinta novela, tras Marea baja, El Vidente, Rescoldos y Luna de hojas muertas, se viene a sumar a un trabajo literario que cuenta en su haber con más de 20 relatos cortos. Una afición a la que, sin embargo, no puede dedicarse profesionalmente. Tengo que trabajar en otras cosas para poder escribir, comenta un tanto melancólico.
Su próximo proyecto, también novelístico, comienza ya a rondar su cabeza, aunque no será hasta septiembre cuando Canabal comience a esbozar las letras de este futuro best seller, que aún sin guión previsto dispone ya de un enternecido título, París 1945. Será una novela que buscará a través de sus páginas la intensidad y el estilo propio que le caracterizan.
Para el escritor y editor de Ediciones Irreverentes, Miguel Ángel de Rus, Luna de papel es una obra generosa que excede los límites de la novela al uso; retoma la tradición de la novela fantástica y la funde con la ficción futurista. En sus páginas se fusionan Orwell, Stevenson, Dashiell Hammett y las leyendas medievales, para mostrar que el mundo está en las manos de unos pocos y que para esos pocos nuestra vida no tiene valor. Al final, sólo queda el regreso a la utopía.
Esta original historia ha hecho que Luna de Papel, según datos proporcionados por Ediciones Irreverentes, sea el segundo libro más vendido por la editorial en los últimos seis meses, entre los 150 títulos publicados. Asimismo, las tres comunidades que han dado mejor acogida a la novela han sido Madrid, Galicia y Castilla-La Mancha, por este orden.
El triunfo de la imaginación
Luna de papel ganó el primer premio Irreverentes de Novela, al que se presentaron 117 obras de 12 países. De España se presentaron 63 obras, 22 de Argentina, nueve de México, cinco de Colombia, cuatro obras de EEUU, Venezuela y Cuba, y el resto procedentes de Suiza, Australia, Perú, Alemania e Inglaterra. Canabal entra así en la lista de ganadores de premios convocados por Ediciones Irreverentes junto a Francisco Nieva, Antonio Gómez Rufo, Raúl Hernández Garrido, Lourdes Ortiz y Antonio López Alonso.
Luna de papel, ganadora del I Premio Irreverentes de Novela, supone una grata sorpresa en el panorama narrativo español, inclinado en los últimos años hacia la novela histórica, y desprovisto y necesitado de novelas llenas de ficción, de imaginación. Con prosa desenvuelta y una trama de intriga y violencia extrema, Canabal ofrece en Luna de papel un viaje de 550 páginas a través de 200 años al narrar la vida y hechos de una saga: los Morgan. Su tránsito comienza en un pequeño pueblo de Irlanda, a comienzos del siglo XIX, prosiguiendo hasta mediados del siglo XXI por EEUU y el mundo árabe. El relato conduce al lector a un escenario de ficción futurista, en donde la vida humana nos parece inaguantable. Nueva York, sometida a continuos ataques terroristas y destrucción, o el callejón El-Qadir son escenarios de luchas ideológicas, de locura destructiva y del amor como vía de escape. Como contrapunto al realismo del texto y a las elucubraciones futuristas, Canabal hace un guiño a la fantasía y al modo de Las mil y una noches entrecruza relatos llenos de magia.
Es, en definitiva, una novela de denuncia desde sus primeras líneas, donde se predice el destino cruel de las generaciones futuras, abocadas a un mundo de alimentos producidos en serie, con agua racionada y con el miedo al terrorismo. Es un aviso sobre el camino que toma el mundo escrito al modo de una novela negra, pero llena de sentimientos, de amor, porque el amor es el único refugio que, finalmente, nos queda a los seres humanos, explica trivialmente Caníbal. A pesar de todo, la novela rebosa buena poesía, la misma que se aprecia ya en el título del mismo, y que hace referencia a una conversación de uno de los protagonistas en un oasis durante la nocturnidad del desierto.
Las 2.000 horas de esta su quinta novela, tras Marea baja, El Vidente, Rescoldos y Luna de hojas muertas, se viene a sumar a un trabajo literario que cuenta en su haber con más de 20 relatos cortos. Una afición a la que, sin embargo, no puede dedicarse profesionalmente. Tengo que trabajar en otras cosas para poder escribir, comenta un tanto melancólico.
Su próximo proyecto, también novelístico, comienza ya a rondar su cabeza, aunque no será hasta septiembre cuando Canabal comience a esbozar las letras de este futuro best seller, que aún sin guión previsto dispone ya de un enternecido título, París 1945. Será una novela que buscará a través de sus páginas la intensidad y el estilo propio que le caracterizan.
Para el escritor y editor de Ediciones Irreverentes, Miguel Ángel de Rus, Luna de papel es una obra generosa que excede los límites de la novela al uso; retoma la tradición de la novela fantástica y la funde con la ficción futurista. En sus páginas se fusionan Orwell, Stevenson, Dashiell Hammett y las leyendas medievales, para mostrar que el mundo está en las manos de unos pocos y que para esos pocos nuestra vida no tiene valor. Al final, sólo queda el regreso a la utopía.
Esta original historia ha hecho que Luna de Papel, según datos proporcionados por Ediciones Irreverentes, sea el segundo libro más vendido por la editorial en los últimos seis meses, entre los 150 títulos publicados. Asimismo, las tres comunidades que han dado mejor acogida a la novela han sido Madrid, Galicia y Castilla-La Mancha, por este orden.
El triunfo de la imaginación
Luna de papel ganó el primer premio Irreverentes de Novela, al que se presentaron 117 obras de 12 países. De España se presentaron 63 obras, 22 de Argentina, nueve de México, cinco de Colombia, cuatro obras de EEUU, Venezuela y Cuba, y el resto procedentes de Suiza, Australia, Perú, Alemania e Inglaterra. Canabal entra así en la lista de ganadores de premios convocados por Ediciones Irreverentes junto a Francisco Nieva, Antonio Gómez Rufo, Raúl Hernández Garrido, Lourdes Ortiz y Antonio López Alonso.