José Manuel Latre asegura que “la transparencia y la regeneración se consiguen estando cerca de la gente”

José Manuel Latre ha intervenido en la Convención Nacional del PP. El alcalde de Sigüenza ha participado en la denominada Plaza de la Constitución, en la mesa donde se abordaba el tema de Transparencia y Regeneración cuyo moderador era el concejal del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, y que contaba con la presencia del presidente de Islas Baleares, José Ramón Bauzá, y del secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez. Tras hacer una presentación de la ciudad de Sigüenza, la desastrosa situación económica en la que se la encontró el PP en 2011 después de dos legislaturas del PSOE, y alabar las bondades que atesora la ciudad del Doncel, que la han convertido en uno de los destinos turísticos favoritos de la región, Latre ha afirmado que “la transparencia y la regeneración se consiguen estando cerca de la gente, facilitando la información que nos solicitan nuestros vecinos y sus representantes; aunque parezca algo normal, teniendo siempre la puerta abierta del despacho del alcalde y atendiendo a todas las personas que lo solicitan”. En su intervención Latre ha resaltado el apoyo que ha recibido Sigüenza tanto del Gobierno de María Dolores Cospedal, “con su impulso al turismo y los servicios sociales”, como de la Diputación que preside Ana Guarinos, “institución de la que tengo que decir que es imprescindible en una provincia como la mía que tiene 288 municipios y muchos de ellos con pocos habitantes”. Latre no olvidó “el acierto del Gobierno de Mariano Rajoy al aprobar el Plan de Pago a Proveedores, que tanta salud económica nos ha dado a los ayuntamientos”. Latre ha recordado que cuando el PP llegó al gobierno municipal hace 4 años “tenía una deuda tanto a los bancos como a proveedores que rondaba los 6 millones de euros, sin contar como habitualmente decimos las facturas en el cajón, que no eran nada despreciables”. El alcalde señaló que en 2011 “ir a comprar un simple clavo a una ferretería no lo podíamos hacer. Nadie quería saber nada con el ayuntamiento y teníamos que pagarlo de nuestro bolsillo”. Otro ejemplo, “cuando llegamos al gobierno, las fiestas patronales de los últimos 3 años tenían pendientes pagos que se acercaban a los 500.000 euros (se hacían fiestas anuales por valor de 350.000 euros). Ahora hacemos fiestas que escasamente superan los 100.000 euros, tenemos todo pagado al día y, lo más importante, la gente nos pone un sobresaliente en su ejecución”.