La actividad en el tanatorio de Guadalajara se multiplica por seis
Ha pasado de recibir 5 o 6 defunciones a una media de entre 25 y 30 al día.
El tanatorio de Guadalajara intenta cumplir con sus servicios con normalidad, aunque, como en el resto de sectores, la situación de alerta sanitaria también se hace patente y el trabajo se ha incrementado.
Los velatorios en general están limitados en cuanto a tiempo y número de personas. En el caso de Guadalajara, para adaptarse a la normativa actual la empresa ha establecido un protocolo que marca cuatro horas de velatorio y un máximo de diez personas por sala, pero es posible que en los próximos días se endurezca todavía más esta medida, según apunta Pedro Herranz, director territorial de Mémora Guadalajara, siguiendo la línea de lo que ocurre en otras comunidades autónomas donde los velatorios se han prohibido en todos los casos.
En Castilla-La Mancha esta prohibición se produce solo cuando el Covid-19 ha sido la causa de la muerte. En estos casos, se sigue el protocolo establecido por las autoridades sanitarias. “El hospital nos lo entrega en un sudario estanco, nosotros lo pasamos al féretro y no tiene velación”; en función de la decisión de la familia, es enterrado o incinerado y no hay restricciones para trasladar el fallecido a otros lugares.
Desde el Hospital se advierte a la funeraria de posible contagio por Covid.19, para que tomen las medidas oportunas, pero en algunos casos no se consigna como causa de muerte porque, “a muchos, creemos, no se les ha podido hacer la prueba”, indica Herranz.
Otra de las novedades introducidas por la actual situación es que desde el domingo existe un nuevo decreto según el cual, mientras dure el estado de alarma, no es necesario esperar 24 horas entre el fallecimiento y el enterramiento, como sucedía hasta ahora, “para evitar que pueda haber saturación en el servicio”, apunta el responsable de Mémora en Guadalajara.
Y, es que, según Herranz, la actividad en el tanatorio de Guadalajara ha crecido de manera exponencial, se ha multiplicado por seis en los últimos días y están un tanto saturados. Estos días están recibiendo entre 25 y 30 defunciones diarias, frente a las 5 o 6 que solía ser lo habitual; además hay un aumento significativo de fallecidos en Madrid que son trasladados para ser enterrados en sus localidades de origen en Guadalajara. No hay datos oficiales que señalen al coronavirus como la causa de este incremento, los últimos emitidos por la Consejería de Sanidad (del lunes 23 de marzo) hablan de 36 fallecimientos por el Covid-19 en la provincia, “pero algo tendrá que ver”, evidencia.
Además, están preparados para lo que pueda venir. “Como se ha dicho desde el Gobierno, nos esperan días muy duros y se prevé un pico más alto de defunciones. Nosotros intentaremos absorberlo porque somos una gran empresa con implantación nacional y en ese sentido creemos que no habrá problemas”, afirma el responsable de esta empresa, pero lamenta que “no podemos realizar el trabajo como a nosotros nos gustaría y es muy triste”.
Suministro de equipos de protección
En el tanatorio se han extremado las medidas de protección. Las instalaciones se higienizan todos los días y los trabajadores se protegen con el equipo recomendado, pero preocupa el abastecimiento de material. “Estamos intentando sobrellevarlo, ya que con las medidas impuestas por Sanidad hemos visto como se procedía a requisar a nuestros proveedores habituales todo el material de protección que nos suministraban, con lo que estamos muy escasos de equipos como mascarillas, batas, monos de protección, etc. lo que puede poner en riesgo la integridad y la salud de nuestros trabajadores y sus familias. Por parte de nuestra central de compras, ante la escasez que nos ha impuesto el gobierno, estamos intentado acceder a este tipo de materiales en otros países y esperamos poder tenerlo antes de que los pocos que nos quedan se nos acaben”, explica Pedro Herranz.
Herranz reconoce que está siendo un trabajo arduo, los trabajadores están haciendo un gran esfuerzo y doblando turnos para cumplir con el servicio, y destaca que hasta el momento no hay bajas por esta enfermedad.
En cuanto a las familias, son ellas mismas las que en muchas ocasiones renuncian al velatorio o lo reducen al mínimo, “están muy concienciados, prefieren no venir para evitar contagios y estamos teniendo pocas velaciones”, subraya el responsable del tanatorio.
Precisamente, de cara a las familias, el responsable del tanatorio quiere subrayar que “estamos intentando dar el mejor servicio posible, porque hay que entender que hay familias que su ser querido ha entrado en el hospital, no han podido verle por las medidas restrictivas que existen, ha fallecido y ni siquiera tienen la posibilidad de despedirse de la manera adecuada”. “Son momentos muy duros, –continúa– que intentamos hacer lo más llevadero posible con profesionalidad, como decía antes, nuestro personal se está dejando la piel día a día sin escatimar en tiempo, que roban a sus familias, a fin de hacer todo más llevadero posible a las familias, que son nuestra prioridad en estos momentos ”.
Mémora tiene doce tanatorios en la provincia.