La Audiencia Nacional reabre la causa por las injurias al Rey

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ordenó ayer al juez Fernando Grande-Marlaska que reabra la causa contra los humoristas gráficos Josetxu Rodríguez y Javier Ripa, y el articulista Nicola Lococo, acusados de un delito de injurias graves contra la Corona.
Los tres imputados, trabajadores del diario vasco Deia, publicaron un artículo de opinión y una fotocomposición en tono irónico sobre la supuesta cacería que el Rey protagonizó en Rusia y en la que se especuló con la posibilidad de que el oso abatido hubiera sido emborrachado con anterioridad. Marlaska consideró que los acusados estaban amparados por “el ejercicio legítimo del derecho a la libertad de expresión”.
Los jueces de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Alfonso Guevara, Guillermo Ruiz Polanco y Mª de los Ángeles Barreiro, consideraron, en un auto publicado ayer, que el artículo de opinión y el fotomontaje “se alejan de la sana controversia y se centran en la figura del monarca, con dosis de difamación”. Los magistrados ilustran su opinión con ejemplos extraídos del artículo, en los que se utilizan términos como ‘mequetrefe’ o ‘rey de copas’ en alusión al monarca.
Esto, indican los magistrados, podría suponer un ataque al autoestima de Don Juan Carlos, o incluso indicar “un hábito tóxico” por parte del Rey. Además, los tres jueces destacan en su auto que los artículos califican al Rey como “sanguinario turista reincidente” lo que puede suponer “un ataque a los valores morales” de la figura del monarca, dada su relevancia como Jefe de Estado, lo que conlleva un “descrédito ante la ciudadanía” que podría ser considerado un delito de injurias graves, señalan.
Marlaska archivó el pasado mes de abril la querella presentada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional contra los periodistas al considerar que sus artículos se encontraban amparados por “el ejercicio legítimo del derecho a la libertad de expresión”, a pesar de afectar a la más alta institución del Estado, en este caso la Corona. En su opinión era necesario tener en cuenta que las dos “obras periodísticas” se elaboraron “haciéndose eco de hechos que habían sido objeto de comunicación en diversos medios informativos”.