La ayuda de la ONU no llega a Myanmar por su Junta Militar
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
A pesar de las sorprendentes cifras de fallecidos y afectados en Myanmar tras el paso del ciclón Nargis, la Junta Militar birmana se sigue oponiendo a recibir la ayuda internacional sin controlarla. Ayer la ONU suspendió los vuelos hacia al país, aunque los reanudó dos horas más tarde, al considerar que los militares birmanos se habían apropiado de la ayuda enviada.
Por su parte, el ministro de Exteriores birmano afirmó en un comunicado que acepta la ayuda pero no la entrada de cooperantes para su reparto, tarea para la que prefieren designar a funcionarios oficiales.
El director del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas en Asia, Tony Banbury, fue tajante al resaltar su intención de "suspender todas las operaciones hasta tener garantías de las autoridades". Las sospechas de que la Junta Militar birmana se apropió de los dos cargamentos de ayuda humanitaria enviados por la ONU, que contenían alimentos suficientes para 95.000 personas, provocaron la suspensión de toda nueva actividad después de que el Gobierno de Myanmar no ceda para dejar entrar ayuda en el país, arrasado por el ciclón.
El primero de los aviones enviados llegó a Rangún el pasado jueves, cargado con 38 toneladas de alimentos que deberían haber sido trasladados en camiones a las víctimas. Sin embargo, esto nunca ocurrió y, según denunció el Programa Mundial de Alimentos "se han quedado paralizados sin beneficiar a nadie".
Así, ni los 100.000 muertos que se barajan desde algunos medios ni la desesperada situación del millón y medio de supervivientes a la catástrofe no parece convencer a la Junta Militar, que se sigue oponiendo a que la ayuda internacional aterrice en el país para ayudar a resurgirlo. Ahora, el Gobierno precisa que sí aceptan la ayuda, pero lo que no quieren es que acudan a la zona los cooperantes internacionales. A través de un comunicado, el Ministerio de Exteriores señaló que prefiere que la labor de repartir la ayuda internacional la realicen los propios ciudadanos del país o funcionarios oficiales.
El portavoz del Programa Mundial de Alimentos en Bangkok, Paul Risley, calificó de asombrosa la decisión de las autoridades birmanas de entregar con cuentagotas los visados de entrada solicitados. No obstante, la ONU reanudaba los envíos de ayuda humanitaria dos horas después de haberlos suspendido, y anunciaba que enviarán dos nuevos cargamentos de ayuda humanitaria.
El director del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas en Asia, Tony Banbury, fue tajante al resaltar su intención de "suspender todas las operaciones hasta tener garantías de las autoridades". Las sospechas de que la Junta Militar birmana se apropió de los dos cargamentos de ayuda humanitaria enviados por la ONU, que contenían alimentos suficientes para 95.000 personas, provocaron la suspensión de toda nueva actividad después de que el Gobierno de Myanmar no ceda para dejar entrar ayuda en el país, arrasado por el ciclón.
El primero de los aviones enviados llegó a Rangún el pasado jueves, cargado con 38 toneladas de alimentos que deberían haber sido trasladados en camiones a las víctimas. Sin embargo, esto nunca ocurrió y, según denunció el Programa Mundial de Alimentos "se han quedado paralizados sin beneficiar a nadie".
Así, ni los 100.000 muertos que se barajan desde algunos medios ni la desesperada situación del millón y medio de supervivientes a la catástrofe no parece convencer a la Junta Militar, que se sigue oponiendo a que la ayuda internacional aterrice en el país para ayudar a resurgirlo. Ahora, el Gobierno precisa que sí aceptan la ayuda, pero lo que no quieren es que acudan a la zona los cooperantes internacionales. A través de un comunicado, el Ministerio de Exteriores señaló que prefiere que la labor de repartir la ayuda internacional la realicen los propios ciudadanos del país o funcionarios oficiales.
El portavoz del Programa Mundial de Alimentos en Bangkok, Paul Risley, calificó de asombrosa la decisión de las autoridades birmanas de entregar con cuentagotas los visados de entrada solicitados. No obstante, la ONU reanudaba los envíos de ayuda humanitaria dos horas después de haberlos suspendido, y anunciaba que enviarán dos nuevos cargamentos de ayuda humanitaria.