La comida frita en aceite de oliva o girasol no aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) aseguran que el consumo de alimentos fritos en aceite de oliva o girasol no está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovascular o muerte prematura, según los resultados de un estudio que publica la edición digital del 'British Medical Journal' (BMC).
El estudio ha sido dirigido por la profesora Pilar Guallar-Castillón, y para el mismo entrevistaron a 40.757 adultos sanos de 29 a 69 años para conocer sus costumbres culinarias durante 11 años. En ese tiempo, se sometieron a varios cuestionarios para conocer con detalle su dieta y su forma de cocinar, precisando en el caso de los alimentos fritos qué aceite solían utilizar.
Durante el seguimiento hubo 606 eventos relacionados con las enfermedades cardiacas, mientras que hasta 1.134 encuestados acabaron falleciendo.
Sin embargo, los autores no encontraron "ninguna asociación" entre el consumo de fritos y un mayor riesgo de enfermedad coronaria, pese a haberse constatado un alto consumo de alimentos fritos, utilizando para ello el aceite de oliva o girasol como en el resto de países mediterráneos.
De hecho, los autores reconocen que los resultados "probablemente no serían los mismos" en otro países en los que se utilizan más los aceites refinados para freír.
En un editorial adjunto a la publicación del estudio, el profesor Michael Leitzmann, de la Universidad de Regensburg en Alemania, ha resaltado como el estudio desmonta el mito de que "freír los alimentos es en general malo para el corazón".
No obstante, precisa que todos los componentes de las comidas son "relevantes", tanto el tipo de alimento que se fríe como el aceite que se usa para ello.