La Comunidad Valenciana protesta contra el minitrasvase del Ebro hasta Barcelona
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El presidente de la Generalitat Valenciana y del PPCV, Francisco Camps, mostró ayer su disconformidad con el Gobierno tras haber rechazado el trasvase del Ebro hacia Levante pero plantear ahora llevar agua del mismo río hacia Barcelona.
Camps acusó a Zapatero de humillar a la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería y le advirtió de que tomará medidas para alcanzar la igualdad en cuanto al acceso al agua de todos los españoles. Mientras tanto, desde el Partido Socialista de Cataluña, su viceprimer secretario y portavoz, Miquel Iceta, defendió el proyecto alegando que la posibilidad de trasvasar agua a Barcelona incluiría tan sólo el aprovechamiento del agua que sobre y en situaciones "extraordinarias".
Claro y contundente, Camps aseguró que no admitirá "la humillación que significaría que lo que no se permite para nosotros se permita para otros territorios de España". En lo que consideró un desprecio ante los ciudadanos de la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería, Camps incidió en el rechazo que el actual Gobierno manifestó contra el Plan Hidrológico Nacional (PHN), que, añadió, preveía el aporte de agua a la ciudad y área metropolitana de Barcelona, y que derogó al considerar "inviable".
Por ello, la posibilidad de que ahora desarrollen un minitrasvase desde el Ebro a su paso por Tarragona hacia Barcelona indignó al jefe del Consell, para quien esta posibilidad supone un "escándalo", y por lo que no dudó en advertir de que pondrá en marcha "todo lo que haga falta para que esta hipotética presunta injusticia que se puede cometer no se cometa", entre lo que incluyó "manifestaciones a la escala que correspondan".
No obstante, en declaraciones a los periodistas tras la I Jornada Interparlamentaria celebrada por el PPCV, quiso dejar claro que defenderá el agua para Barcelona, pero también "que el agua venga a los territorios donde estaba previsto que viniera".
En la misma línea, Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz del Grupo Popular en el Congreso, indicó que los españoles no entenderían que en unos casos se permitiera un trasvase y en otro no. Por ello, en declaraciones en el Congreso, señaló que "el Gobierno tiene que tener una política de aguas clara que garantice la igualdad de todos los españoles ante ese servicio esencial".
Por su parte, el PSC defendió el proyecto planteado, que llevaría agua desde el Ebro a Barcelona, alegando que sólo se utilizaría en situaciones "extraordinarias" hasta que entre en servicio la gran desaladora de El Prat de Llobregat (Barcelona). En este sentido, el viceprimer secretario y portavoz del PSC, Miquel Iceta, recalcó en rueda de prensa tras la ejecutiva de los socialistas catalanes, que no están a favor de los trasvases, "pero sí de interconectar las redes para hacer frente de forma puntual a una situación de emergencia".
Claro y contundente, Camps aseguró que no admitirá "la humillación que significaría que lo que no se permite para nosotros se permita para otros territorios de España". En lo que consideró un desprecio ante los ciudadanos de la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería, Camps incidió en el rechazo que el actual Gobierno manifestó contra el Plan Hidrológico Nacional (PHN), que, añadió, preveía el aporte de agua a la ciudad y área metropolitana de Barcelona, y que derogó al considerar "inviable".
Por ello, la posibilidad de que ahora desarrollen un minitrasvase desde el Ebro a su paso por Tarragona hacia Barcelona indignó al jefe del Consell, para quien esta posibilidad supone un "escándalo", y por lo que no dudó en advertir de que pondrá en marcha "todo lo que haga falta para que esta hipotética presunta injusticia que se puede cometer no se cometa", entre lo que incluyó "manifestaciones a la escala que correspondan".
No obstante, en declaraciones a los periodistas tras la I Jornada Interparlamentaria celebrada por el PPCV, quiso dejar claro que defenderá el agua para Barcelona, pero también "que el agua venga a los territorios donde estaba previsto que viniera".
En la misma línea, Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz del Grupo Popular en el Congreso, indicó que los españoles no entenderían que en unos casos se permitiera un trasvase y en otro no. Por ello, en declaraciones en el Congreso, señaló que "el Gobierno tiene que tener una política de aguas clara que garantice la igualdad de todos los españoles ante ese servicio esencial".
Por su parte, el PSC defendió el proyecto planteado, que llevaría agua desde el Ebro a Barcelona, alegando que sólo se utilizaría en situaciones "extraordinarias" hasta que entre en servicio la gran desaladora de El Prat de Llobregat (Barcelona). En este sentido, el viceprimer secretario y portavoz del PSC, Miquel Iceta, recalcó en rueda de prensa tras la ejecutiva de los socialistas catalanes, que no están a favor de los trasvases, "pero sí de interconectar las redes para hacer frente de forma puntual a una situación de emergencia".