La depuradora empieza a funcionar con varios meses de retraso

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Cabanillas del Campo
Ocho meses después de lo previsto, la nueva depuradora de Cabanillas ha empezado a funcionar, aunque el trabajo bacteriológico todavía no es completo. Será dentro de un mes cuando este proceso funcione a pleno rendimiento.
En la actualidad trata 100 hectómetros cúbicos por hora.Durante los próximos seis meses la empresa constructora será la encargada de mantener el funcionamiento óptimo de la planta. Ésta está preparada para depurar las aguas de una población de 40.000 habitantes.

Desde el pasado 30 de enero está en funcionamiento pleno la nueva planta depuradora de aguas residuales de Cabanillas del Campo.Ésta ha tenido que superar varios inconvenientes después de que la anterior consejera de Obras Públicas anunciara el pasado mes de febrero que empezaría a funcionar en mayo.
A lo largo de los próximos seis meses será la propia empresa responsable de su construcción (Isolux Corsán) la que se encargue de todas las operaciones cotidianas relacionadas con la planta, para lo que cuenta con una plantilla de cuatro operarios.
En estos primeros días de actividad se ha podido comprobar que todo funciona a plena satisfacción. Se vienen depurando 100 metros cúbicos por hora, con un resultado que los técnicos han considerado muy positivo, pese a que el proceso bacteriológico aún no es completo. En efecto, hasta dentro de un mes de calcula que las bacterias de los reactores biológicos no presenten el nivel de saturación que se considera óptimo. El crecimiento de las colonias de estos aliados naturales no puede ser acelerado por ningún procedimiento artificial.
Asimismo, el proceso apenas genera olores molestos, como se puede comprobar al pie mismo de las instalaciones. No obstante, éstas ya se ubicaron para evitar cualquier contingencia al suroeste de la zona habitada como residencial del término, en una zona con vientos dominantes norte-sur. Además, su puesta en marcha pone fin a los malos olores que padecían los vecinos del Mirador del Henares, por vivir cerca de la vieja depuradora. Esto permitirá al Ayuntamiento desarrollar la zona de ocio prevista en la zona de las lagunas.
La nueva planta tiene dos líneas y está preparada para recoger un caudal de 4.000 metros cúbicos/día, los que genera una población de 26.000 habitantes. Se ha previsto espacio para una tercera línea, con lo que se trataría un caudal de 6.000 metros cúbicos diarios, el previsible para una ciudad de unos 40.000 habitantes.

Un intenso y complicado proceso
El proceso de depuración que sigue el agua cuando llega a la planta es complejo. Pasa por un aliviadero, donde el agua recibe tratamiento por un tamiz que evita materias gruesas. Después llega al pretratamiento para eliminar elementos mayores, luego a las rejas metálicas que eliminan residuos medios y se bombea para realizar el proceso por gravedad. Posteriomente, los tamices eliminan partículas de tres milímetros y de ahí se pasa al desarenado, donde se separan arenas inferiores de tres milímetros y se procede a la flotación de grasas. Cuando se separan, éstas se evacuan al vertedero.
En ese momento comienza el proceso biológico, que es el que realmente depura el agua residual. Para ello hay dos reactores (estanques) donde el oxígeno elimina el fósforo y nitrógeno. La mezcla de agua y fango pasa a los decantadores secundarios, donde el fango termina en el fondo y es eliminado con rasquetas, mientras que el agua se devuelve al cauce. Los fangos se trasladan por gravedad a una arqueta y después al espesador –se le dota de una concentración aproximada del 3%– que permite almacenarlo para usarse como abono. También cuenta con un sistema desodorizante.