La devoción por la Virgen del Campo recorrerá de nuevo las calles de Trillo
29/08/2012 - 15:04
El día 30 de septiembre comienzan los actos religiosos más tradicionales en honor a la Virgen del Campo, patrona de Trillo. A partir de las 20:00 horas de la tarde está anunciada la Misa, la Novena y la Procesión en su honor. Este hecho, que se describe tan sólo en una línea en el programa de festejos, ocupa también un destacadísimo lugar en la idiosincrasia de los trillanos. Todo comienza el primer fin de semana de agosto, cuando la imagen de la Virgen del Campo es depositada en la Iglesia de la Asunción. Desde entonces hay un goteo constante de vecinos que entran en la Iglesia para pedirle y darle gracias, o simplemente a verla y saludarla, apunta Santiago Jiménez, el párroco local. El próximo día 30 de agosto comenzará la Novena en acción de gracias por tantas bendiciones como ella derrama sobre nosotros, dice Don Santiago, que así es como le conoce la mayoría de los vecinos del pueblo.
La devoción y el respeto hacia Nuestra Señora Del Campo son imponentes, de pocos alardes pero sinceros, como lo es también el paisanaje. Prueba de ello es que cada año, el día del desfile de peñas, que tiene lugar el 7 de septiembre, se produce en Trillo un hecho notable. Comienza, con la algarabía de toda la localidad detrás, a las seis de la tarde. Hay pregón, proclamación de reina y damas y todo es alegría y jolgorio. A las ocho de la tarde comienza la Misa, a pocos metros de donde las peñas acaban de dejar bien claras sus ganas de pasarlo bien. En cuestión de minutos el bullicio deviene en respeto. Durante la ceremonia del día 7 de septiembre termina la novena. Poco después la Virgen sale de la iglesia en andas, a hombros de sus devotos fieles y recorre las calles de Trillo.
Desde hace 9 años, la Virgen del Campo cruza en procesión el bello puente sobre el Río Tajo, emblema de la localidad, y llega hasta La Fuentecilla. La procesión es muy solemne. La banda pone la música durante el recorrido, pero en los momentos de silencio se palpa el sentimiento de Trillo sin que medie palabra. He visto a gente llorar, dice el sacerdote. A la procesión acuden fieles de muchos sitios, y he observado que los visitantes que no vienen específicamente a la procesión, cuando pasa la imagen palpan el ambiente y la devoción con el máximo respeto.
El día 8 de septiembre los vecinos de Trillo vuelven la imagen de la patrona a su lugar. Los actos religiosos comienzan a las diez de la mañana con una Misa rezada. Al terminar la ceremonia la imagen sale sobre las andas, y es transportada a hombros hasta la Ermita de San Roque. Después, los trillanos suben andando hasta la Ermita de la Virgen del Campo. Llevamos unos años en los que hacemos una Misa Campera porque la presencia de fieles desbordaba con muchas creces la capacidad de la Ermita, explica Don Santiago. La Misa está presidida por las autoridades civiles y por muchos sacerdotes trillanos que acuden ese día a la Misa de la Señora. Es un acto muy emotivo. En torno al millar de personas se reúnen a la vera de la patrona de Trillo en una ceremonia muy participativa. Después de la Misa hay una procesión por el entorno de la Ermita, que termina con la subasta de las andas y con el canto del himno. Poco después la Virgen vuelve a ocupar su lugar, y queda allí hasta el primer sábado de agosto del año venidero.
Concluyó la restauración completa de la Ermita de la Virgen del Campo
La Ermita de la Virgen del Campo adquiere el protagonismo religioso de las fiestas patronales de Trillo. Antiguamente esta Ermita, construida en el siglo XVI, estuvo dedicada a la devoción de Nuestra Señora La Virgen del Rosario nombre que se simultaneó durante algún tiempo con el de Nuestra Señora de la Natividad, hasta que a mediados del siglo XVII aparece asociado a este santuario el calificativo de la Virgen del Rosario de las Viñas, manteniéndose dicho apelativo hasta finales del siglo XVIII, tiempo en que surge la actual denominación de Virgen del Campo. La Ermita es un magnífico ejemplar de arquitectura popular, construido con planta de nave única, esquinas de sillares y sencillos contrafuertes. Presenta en su fachada sur una ventana aspilladera y una portada con arco de sillería actualmente cegada en su cara norte. Su puerta, adintelada, se sitúa hacia el Oeste, bajo pórtico de viguería de madera. En su interior, a la cabecera del templo, se conserva un precioso retablo de estilo churrigueresco, con una magnífica talla en su remate de San José con el niño, así como, algo más abajo, y colocadas sobre las peanas, las imágenes de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza.
La Ermita de la Virgen del Campo vio concluida en primavera una restauración completa tanto del propio edificio como de sus bienes muebles que la ha dejado a la altura de la devoción que los fieles trillanos sienten por su patrona. Ya en el 1983 fueron restauradas las imágenes de la Virgen y del Niño Jesús. Un año después, la cajonera de la Sacristía. En 1986 fueron adquiridas las actuales andas de la Virgen y en 1989 se pintó el interior del templo.
En el año 1990 llegaba el turno del magnífico retablo de estilo churrigueresco que preside la nave única de la Ermita, así como de las imágenes de San Isidro y Santa María de la Cabeza. El conjunto fue completamente restaurado en Horche. Destaca sobremanera su decoración rematada en flores, muy similar a la que lucen las puertas de la Catedral de Sigüenza de las que se sabe a ciencia cierta que fueron fabricadas en Trillo. Es muy probable por lo tanto que fuera hecho por la misma estirpe de magníficos carpinteros locales.
Ese mismo año fue construida la Mesa del Altar, tomando como referente la grandiosidad del conjunto, y renovado por completo el suelo del presbiterio. Ya en el 2000 se restauraron las imágenes de San Joaquín y Santa Ana. Tampoco se han detenido las renovaciones en los últimos años en los que se han efectuado algunas reformas de calado. Se ha remozado la cubierta, fortalecido los muros exteriores, construido una espadaña con campanillo y colocado tres vidrieras laterales nuevas. Y para finalizar la restauración completa del lugar, en los últimos meses se han cambiado la puerta y e instalado una vidriera nueva en la Sacristía. Para rematar los trabajos llegaron también nuevos bancos de la Ermita, colocados ahora en dos filas con un pasillo central para organizar mejor el culto de los fieles. Igualmente San Isidro y Santa María de la Cabeza estrenaron nuevas andas.
El Ayuntamiento ha contribuido a la causa, puesto que todas estas reformas las han sufragado las donaciones de los fieles y las subastas en la fiesta de la Virgen del Campo, remodelando el suelo del porche y sus columnas, cambiando el suelo de la Ermita, obra que ha llevado a cabo la Brigada Municipal, y ampliando y adecentando el aparcamiento en el entorno para lo que se han habilitando nuevas plazas y explanado zahorras que impiden la formación de barro.
La devoción y el respeto hacia Nuestra Señora Del Campo son imponentes, de pocos alardes pero sinceros, como lo es también el paisanaje. Prueba de ello es que cada año, el día del desfile de peñas, que tiene lugar el 7 de septiembre, se produce en Trillo un hecho notable. Comienza, con la algarabía de toda la localidad detrás, a las seis de la tarde. Hay pregón, proclamación de reina y damas y todo es alegría y jolgorio. A las ocho de la tarde comienza la Misa, a pocos metros de donde las peñas acaban de dejar bien claras sus ganas de pasarlo bien. En cuestión de minutos el bullicio deviene en respeto. Durante la ceremonia del día 7 de septiembre termina la novena. Poco después la Virgen sale de la iglesia en andas, a hombros de sus devotos fieles y recorre las calles de Trillo.
Desde hace 9 años, la Virgen del Campo cruza en procesión el bello puente sobre el Río Tajo, emblema de la localidad, y llega hasta La Fuentecilla. La procesión es muy solemne. La banda pone la música durante el recorrido, pero en los momentos de silencio se palpa el sentimiento de Trillo sin que medie palabra. He visto a gente llorar, dice el sacerdote. A la procesión acuden fieles de muchos sitios, y he observado que los visitantes que no vienen específicamente a la procesión, cuando pasa la imagen palpan el ambiente y la devoción con el máximo respeto.
El día 8 de septiembre los vecinos de Trillo vuelven la imagen de la patrona a su lugar. Los actos religiosos comienzan a las diez de la mañana con una Misa rezada. Al terminar la ceremonia la imagen sale sobre las andas, y es transportada a hombros hasta la Ermita de San Roque. Después, los trillanos suben andando hasta la Ermita de la Virgen del Campo. Llevamos unos años en los que hacemos una Misa Campera porque la presencia de fieles desbordaba con muchas creces la capacidad de la Ermita, explica Don Santiago. La Misa está presidida por las autoridades civiles y por muchos sacerdotes trillanos que acuden ese día a la Misa de la Señora. Es un acto muy emotivo. En torno al millar de personas se reúnen a la vera de la patrona de Trillo en una ceremonia muy participativa. Después de la Misa hay una procesión por el entorno de la Ermita, que termina con la subasta de las andas y con el canto del himno. Poco después la Virgen vuelve a ocupar su lugar, y queda allí hasta el primer sábado de agosto del año venidero.
Concluyó la restauración completa de la Ermita de la Virgen del Campo
La Ermita de la Virgen del Campo adquiere el protagonismo religioso de las fiestas patronales de Trillo. Antiguamente esta Ermita, construida en el siglo XVI, estuvo dedicada a la devoción de Nuestra Señora La Virgen del Rosario nombre que se simultaneó durante algún tiempo con el de Nuestra Señora de la Natividad, hasta que a mediados del siglo XVII aparece asociado a este santuario el calificativo de la Virgen del Rosario de las Viñas, manteniéndose dicho apelativo hasta finales del siglo XVIII, tiempo en que surge la actual denominación de Virgen del Campo. La Ermita es un magnífico ejemplar de arquitectura popular, construido con planta de nave única, esquinas de sillares y sencillos contrafuertes. Presenta en su fachada sur una ventana aspilladera y una portada con arco de sillería actualmente cegada en su cara norte. Su puerta, adintelada, se sitúa hacia el Oeste, bajo pórtico de viguería de madera. En su interior, a la cabecera del templo, se conserva un precioso retablo de estilo churrigueresco, con una magnífica talla en su remate de San José con el niño, así como, algo más abajo, y colocadas sobre las peanas, las imágenes de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza.
La Ermita de la Virgen del Campo vio concluida en primavera una restauración completa tanto del propio edificio como de sus bienes muebles que la ha dejado a la altura de la devoción que los fieles trillanos sienten por su patrona. Ya en el 1983 fueron restauradas las imágenes de la Virgen y del Niño Jesús. Un año después, la cajonera de la Sacristía. En 1986 fueron adquiridas las actuales andas de la Virgen y en 1989 se pintó el interior del templo.
En el año 1990 llegaba el turno del magnífico retablo de estilo churrigueresco que preside la nave única de la Ermita, así como de las imágenes de San Isidro y Santa María de la Cabeza. El conjunto fue completamente restaurado en Horche. Destaca sobremanera su decoración rematada en flores, muy similar a la que lucen las puertas de la Catedral de Sigüenza de las que se sabe a ciencia cierta que fueron fabricadas en Trillo. Es muy probable por lo tanto que fuera hecho por la misma estirpe de magníficos carpinteros locales.
Ese mismo año fue construida la Mesa del Altar, tomando como referente la grandiosidad del conjunto, y renovado por completo el suelo del presbiterio. Ya en el 2000 se restauraron las imágenes de San Joaquín y Santa Ana. Tampoco se han detenido las renovaciones en los últimos años en los que se han efectuado algunas reformas de calado. Se ha remozado la cubierta, fortalecido los muros exteriores, construido una espadaña con campanillo y colocado tres vidrieras laterales nuevas. Y para finalizar la restauración completa del lugar, en los últimos meses se han cambiado la puerta y e instalado una vidriera nueva en la Sacristía. Para rematar los trabajos llegaron también nuevos bancos de la Ermita, colocados ahora en dos filas con un pasillo central para organizar mejor el culto de los fieles. Igualmente San Isidro y Santa María de la Cabeza estrenaron nuevas andas.
El Ayuntamiento ha contribuido a la causa, puesto que todas estas reformas las han sufragado las donaciones de los fieles y las subastas en la fiesta de la Virgen del Campo, remodelando el suelo del porche y sus columnas, cambiando el suelo de la Ermita, obra que ha llevado a cabo la Brigada Municipal, y ampliando y adecentando el aparcamiento en el entorno para lo que se han habilitando nuevas plazas y explanado zahorras que impiden la formación de barro.