La Diputación convoca un curso de construcción de zambombas
12/11/2010 - 00:00
Como viene haciendo desde hace varios años, la Escuela de Folklore de la Diputación de Guadalajara convoca un cursillo dedicado a la construcción de zambombas.
El cursillo, que supone un apoyo a la pervivencia y utilización de este instrumento tan propio de nuestra cultura tradicional, se celebrará los días 2 y 9 de diciembre a partir de las 18:00 horas, dedicándose estas sesiones a la construcción del instrumento, y 16 de diciembre igualmente a partir de las 18:00 horas destinado en esta ocasión al aprendizaje de los principales ritmos de zambomba que acompañan a las canciones navideñas de Guadalajara.
El número de plazas está reducido a 8 por curso, siendo la cuota de inscripción de 12,52 euros (el alumno traerá el barril y la piel sin pelo) y será impartido en el taller de carpintería de la Escuela de Folklore por Félix Nolasco. Las inscripciones pueden realizarse desde la publicación de esta información hasta cubrir las plazas convocadas.
Para más información, las personas interesadas pueden dirigirse a la propia Escuela (Paseo Fernández Iparraguirre, 24) Teléfono 949 887 587, y correo electrónico: efolklore@dguadalajara.es
La zambomba es un instrumento membranófono frotado de forma indirecta; es decir, el sonido lo produce la vibración de una piel provocada por la fricción sobre una caña o cuerda unida a ella. Tan popular llegó a ser que su nombre y forma es comúnmente conocida por la mayoría de la población aunque no es tan común el saber tocarla. Excelentes ejemplares de zambombas de todos los tamaños y materiales podían adquirirse en los mercados de los pueblos celebrados entorno al solsticio invernal, aunque lo más común era que se fabricasen en cada casa por los propios y esporádicos músicos. A pesar de que ha estado a punto de desaparecer, en la actualidad numerosos constructores están recuperando el instrumento del olvido fabricándolo y enseñándolo a fabricar tal y como lo hacían nuestros mayores; muchos de aún recuerdan cómo lo hacían en su juventud y nos están transmitiendo sus conocimientos.
Siempre consta de tres partes esenciales: El cuerpo, la caña y el parche. Su tamaño y forma varía muchísimo incluso dentro de las mismas comarcas, ya que se solían emplear materiales cotidianos de desecho. El sonido lo produce la vibración de una piel producida por la fricción, sobre una caña o cuerda unida a ella. Tan popular llegó a ser que su nombre y forma es comúnmente conocida por la mayoría de la población aunque no es tan común saber tocarla.