La Escuela de Folklore convoca el cursillo de construcción de zambombas

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
Como viene haciendo desde hace varios años, la Escuela de Folklore de la Diputación de Guadalajara convoca un cursillo dedicado a la construcción de zambombas. El interés por la cultura tradicional ha hecho que se vuelva la vista hacia instrumentos musicales autóctonos que parecían condenados a desaparecer pese a ser tan populares como la zambombra, presente en las rondas tradicionales de Guadalajara.
Como viene haciendo desde hace varios años, la Escuela de Folklore de la Diputación de Guadalajara convoca un cursillo dedicado a la construcción de zambombas.

El interés por la cultura tradicional ha hecho que se vuelva la vista hacia instrumentos musicales autóctonos que parecían condenados a desaparecer pese a ser tan populares como la zambombra, presente en las rondas tradicionales de Guadalajara.

El cursillo convocado por la Escuela de Folklore se celebrará los días 27 de noviembre (jueves) a partir de las 18:00 horas dedicándose esta sesión a la construcción del instrumento, y el 11 de diciembre (jueves) igualmente a partir de las 18:00 destinado en esta ocasión al aprendizaje de los principales ritmos de zambomba que acompañan a las canciones navideñas de Guadalajara. El número de plazas está reducido a 8, siendo la cuota de inscripción de 12 euros (el alumno traerá el barril y la piel sin pelo). El lugar de realización será el taller de carpintería de la Escuela de Folklore, y las inscripciones pueden realizarse desde la publicación de esta información hasta cubrir las plazas convocadas.

La zambomba es un instrumento membranófono frotado de forma indirecta; es decir, el sonido lo produce la vibración de una piel provocada por la fricción sobre una caña o cuerda unida a ella. Su tamaño y forma varía muchísimo incluso dentro de las mismas comarcas, ya que se solían emplear materiales cotidianos de desecho. Siempre consta de tres partes esenciales: El cuerpo, la caña y el parche.

Como cuerpo se emplea cualquier recipiente que tenga una boca ancha: cerámica, de madera, de hojalata,… y también es corriente encontrar zambombas con lecheras de hojalata y con latas, bidones vacíos o cubas de vino de todos los tamaños, en donde al instrumento lo llaman barril. Más estrechas de fondo y de gran boca se emplean las cajas de arenques y cualquier otro recipiente como calabaza o troncos de árbol ahuecados por podredumbre o viejos panales cilíndricos que se realizaban con corteza de alcornoque.

La caña más común se realiza con cañizo seco que se encuentra en las riveras de los ríos y lagunas. Hay que procurar que tenga un tramo largo sin nudos para mejorar la fricción, éste tramo se denomina diente de la zambomba, en su parte inferior se deja un nudo algo grueso o se arranca del suelo para aprovechar el engrosamiento del bulbo de la raíz, lo que servirá para colocarlo en el centro del parche y atar éste a su alrededor por la parte inferior con una cuerdecita sin necesidad de atravesar la membrana.

El parche se fabrica con piel animal y se coloca lo más tenso posible sobre la boca de la zambomba, sujetando en su centro la caña o la cuerda. Si la boca no es muy grande se puede emplear piel de conejo seca y pelada (es muy apreciada la piel de gato); y también es muy empleada la vejiga de cerdo puesto que las épocas invernales coinciden con la matanza