“La formación es importantísima. Uno de mis objetivos es la cooperación internacional”
La nueva presidenta del Colegio de Médicos, Alicia Fernández de Peñaranda, hace balance de sus primeros meses en el cargo y avanza los proyectos futuros.
Alicia Fernández de Peñaranda tiene 44 años y es natural de Sevilla,pero los 19 años que lleva ejerciendo la medicina lo ha hecho en Guadalajara. Es médico de Familia, y también ha estudiado Medicina Legal, pues confiesa que esta última es su “pasión oculta”. Desde el pasado mes de mayo es, además, la nueva presidenta del Colegio de Médicos de Guadalajara. Con el apoyo de los colegiados cogió el testigo de su marido y anterior presidente, Ramón Ochoa, que falleció en julio de 2015, por lo que confiesa que llegar a la presidencia era “un reto”. Él le había encargado que continuara la labor que habían comenzado en el Colegio, pues en la anterior junta directiva ella era secretaria general. Ahora tiene por delante dos años –los que restaban para que Ochoa terminara su mandato, que está establecido en un máximo de ocho años, y después habrá nuevas elecciones– para continuar la labor de su predecesor con transparencia, honestidad, trabajo y altruismo. Uno de los aspectos en los que quiere hacer hincapié es la formación, de hecho, ya han definido el Plan de Formación 2016-2017. En esta entrevista a Nueva Alcarria, Fernández de Peñaranda opina también sobre la construcción del nuevo Hospital o el convenio sanitario, que afectan directamente a los profesionales sanitarios.
¿Qué se siente al ser la máxima representante de los médicos de Guadalajara?
Para mí era un reto. Llevaba cinco años en el Colegio, el anterior presidente era mi marido, habíamos iniciado una labor muy bonita y con mucha ilusión y se truncó. Él me dejó encargado que continuara esta labor, y para mí es muy emocionante. Es volver a empezar.
¿Supone mayor responsabilidad llegar a la presidencia después de Ramón Ochoa?
Sí, es una responsabilidad total, porque para mí ha sido el mejor presidente y él ha llevado el Colegio con unos valores para los colegiados y para la sociedad importantísimos, como son la honestidad, la transperencia, el respeto y la austeridad. Sé que me va a costar seguir eso y nos va a costar a todos los componentes de la junta, pero supone una responsabilidad tremenda poder seguir esa labor.
Decía al tomar posesión que iba a continuar la labor del anterior presidente en los aspectos de transparencia, honestidad, trabajo y altruismo. ¿Qué supone esto en la práctica?
Significa que todos seguimos trabajando en nuestro trabajo habitual y que al Colegio le dedicamos el resto de la jornada, nuestro tiempo libre, es decir, que no le quitamos dinero al Sescam ni tiempo a los pacientes. Seguimos ejerciendo fuera del horario laboral sin cobrar ni un euro, y en ese aspecto somos altruistas. El trabajo duro es echar horas y horas en el Colegio y organizando cursos de formación, transmitiendo a los colegiados los valores del Colegio, defendiendo a la sociedad frente a la mala praxis y a los médicos frente a las agresiones de la sociedad, asistiendo a reuniones...y todo eso lo hacemos de manera altruista. Trabajamos honestamente porque no queremos que haya un solo céntimo del Colegio que no esté justificado y que empleemos todo el dinero en beneficio de los colegiados que quieran conocer un acta o cómo funciona en algún aspecto, es decir, que todo esté abierto al colegiado. Esos son nuestros valores para esos dos años que tenemos por delante.
En los últimos días habéis empezado a trabajar en el Plan de Formación 2016-2017 ¿Cómo será?
Sí, para nosotros la formación es importantísima. Es uno de los pilares del colegio porque los colegiados tienen que estar formados y su capacitación técnica y científica tiene que estar a la orden del día. Nuestro objetivo es complementarlo con los cursos de formación de la Administración. Desde aquí estamos abordando aspectos que no se tratan en la Administración y algunos nuevos como la cooperación internacional, y otro tipo de formación, como en pintura o arte. Queremos ofertar a los colegiados formación complementaria.
Uno de mis objetivos es la cooperación internacional. Yo quiero ponerlo en funcionamiento en este tiempo y para eso vamos a hacer formación en Medicina Tropical y de todas las necesidades legales, de seguros y demás que se necesitan para ejercer como voluntario.
¿Hasta ahora no se había hecho hincapié en la cooperación internacional?
No. Como suele pasar en todos los equipos, cuando empezamos en el Colegio –en 2010, cuando llegó a la presidencia Ramón Ochoa– la labor fundamental fue levantar un Colegio que estaba totalmente muerto y enterrado. Por lo que simplemente sacarlo a flote nos llevó unos años y nos orientamos hacia la formación, la deontología y la acción social, que eran los tres pilares más importantes. Ahora que parece que empieza a marchar por sí solo, para mí era una ilusión el voluntariado y quiero ponerlo en funcionamiento. Además, los compañeros me apoyan.
El 24 de junio celebraron la festividad de su patrona la Virgen del Perpetuo Socorro con un acto en el que homenajearon a los compañeros fallecidos y a los jubilados y dieron la bienvenida a los 32 nuevos Médicos Internos Residentes (MIR). ¿Para ellos también tienen cursos de formación?
Desde el Colegio no se les da formación especial porque se les da desde las unidades docentes. Pero este año el responsable de Formación de la nueva junta directiva, que es una persona apasionada de la formación y de la docencia a los residentes, ha estructurado la formación en unos bloques y entre ellos va a estar la formación del residente, para complementar todo aquello que desde las unidades docentes no se les imparte.
Los profesionales sanitarios son uno de los colectivos que han sufrido también la crisis. ¿Cuál es la situación actual de los médicos?
Tenemos una situación similar a la de los años anteriores porque la crisis sigue ahí. Somos un colectivo que una vez que se nos han aplicado unas normas y se nos ha recortado el sueldo o se ha ampliado el horario de trabajo, eso queda establecido y ahí está. Los médicos no somos muy protestones y aunque no llegamos a tener una situación económica mala y unos horarios horrorosos sí es verdad que el trabajo del médico, en estos momentos, se está haciendo precario. Tenemos muchísimos médicos, a lo mejor es el 50 por ciento del colectivo, que tiene unos contratos totalmente precarios, que les contratan por días sueltos...Creo que desde el colegio, una de nuestras funciones es intentar solucionar ese problema. Aunque no seamos un sindicato que tengamos que defender las situaciones laborales, sí que es una de nuestras funciones defender la dignidad del médico y de esta profesión. Uno de los temas que tratamos en la junta es ese: evitar la precariedad laboral que tiene un médico.
¿Sobre todo ocurre entre los jóvenes?
Sí, porque no hay oposiciones, no hay contratos de larga duración y no hay interinidades, por lo que se les va haciendo contratos cortos de días u horas y eso para un profesional que lleva toda la vida estudiando y formándose y que, por fin, está en el mercado laboral, a lo mejor tiene 30 años, que es cuando empieza, y no tiene ninguna estabilidad para hacer un proyecto de futuro.
¿Cree que la atención sanitaria actual de Guadalajara es la adecuada?
Los médicos tenemos una característica muy especial y es que, estemos en la situación que estemos, nos dejamos la piel para que todo salga adelante. Lo que sí es verdad es que faltan recursos humanos, tecnológicos y económicos. A veces, por mucho que nosotros intentemos sacar adelante determinadas situaciones, nos cuesta mucho. Tenemos una sobrecarga tremenda en las consultas, una lista de espera desorbitada y estamos en una situación que ya se nos está escapando de las manos.
¿Y el Colegio que puede hacer en esta situación?
Nosotros podemos hablar con la Administración, pero sabemos que en el fondo el problema es que no hay dinero. Pero tenemos que ponerlo en conocimiento de la Administración, de la sociedad y de los pacientes.
Yo entro a las 8.00 y salgo a las 15.00 horas y no puedo ni salir al servicio porque estás a piñón fijo. Y eso, un día y otro día, y con 60 y 70 personas, pues llega un momento en el que somos humanos y no le puedes dedicar el tiempo suficiente a un enfermo, y aunque pongamos todo nuestro empeño algo importante se escapará alguna vez.
¿Cree que es necesario contar ya con el nuevo Hospital?
No sé si es necesario hacer un nuevo hospital o mejorar el que existe. Yo creo que a lo mejor reformando, modificando o haciendo una ampliación del actual, aunque se ha quedado pequeño para la población actual, tal vez es a lo que podemos aspirar. No sé si es el momento de hacer esa inversión, pues estoy viendo que no hay dinero para un sustituto o para hacer un contrato digno. Entonces ¿cómo va a haber dinero para hacer un hospital? Pero el tiempo lo dirá.
Hace unos años hubo polémica por la amenaza de cierre de las urgencias en los centros de salud de las zonas rurales. ¿Cree que son necesarias?
Si hablamos del volumen de pacientes, en las zonas rurales hay menos que en las urbanas, y también en las urgencias, pero en las zonas rurales tenemos un problema muy importante que es la dispersión y cuando un paciente se pone malo debería dar igual que viviera en Maranchón que en Guadalajara capital. Entonces yo creo que considerando las distancias que hay entre los pueblos de Guadalajara, que es una zona muy dispersa, y que todos los pacientes tienen derecho a la asistencia, pues tampoco se puede denostar las urgencias de las zonas rurales. Yo que he trabajado en todas partes de Guadalajara, creo que todas tienen sus peculiaridades. Aquí hay más volumen, pero allí hay más soledad y más distancia.
¿Qué opina del convenio sanitario existente entre las comunidades de Castilla-La Mancha y Madrid?
Para mí el convenio ideal sería que la patología que no pueda ser tratada en Guadalajara se derivara a Madrid, que es la zona más cercana que tenemos, y que es bueno tanto para el paciente como para los familiares. Porque cuando a un paciente hay que hacerle una prueba y hay que mandarlo a Ciudad Real, algunos se tienen que levantar a las 4.00 de la mañana. Eso es tan catastrófico para un paciente que está enfermo y para los familiares que están acompañándolo que si los que establecen este sistema lo vivieran en sus carnes probablemente se modificaría.
El 16 de marzo se conmemora el día nacional contra las agresiones a profesionales sanitarios. En 2014 no se registró ninguna en Guadalajara, pero ¿preocupa este tema?
No está muy interiorizado en los médicos y no sé si conocen, aunque nosotros les damos información, que el Colegio actúa de oficio cuando un médico es agredido por un paciente o por otro compañero, y gratuitamente. El Colegio lo defiende, va de abogado acusador y va al juzgado con él. Yo creo que no lo saben, porque yo sé que hay agresiones y no se denuncian, pues aquí no llega casi ninguna denuncia. Yo creo que la mayoría de las veces ni siquiera se denuncia porque son pacientes, están nerviosos, los conoces y ha podido tener un día malo. Yo creo que los médicos no denunciamos las agresiones verbales ni las físicas.
Creo que es algo que no debería existir, porque el médico es una persona a la que su único interés cuando se levanta por las mañanas es ayudar al que pueda y hacer las cosas lo mejor posible. Para eso estamos todo el día estudiando, formándonos, haciendo cursos y luego te sorprende que, incluso la persona a la que más tiempo has dedicado y con la que las cosas están bien, por algo que no hayan captado, a lo mejor te montan un follón en la consulta.
¿Qué balance hace de estos meses al frente del Colegio de Médicos?
Estoy muy contenta. Ahora, con mucho trabajo, esfuerzo y reuniones estamos volviendo a la normalidad (tras la enfermedad y el fallecimiento del anterior presidente). Así que muy contenta, pero con mucho trabajo y muy estresada.
Después de estos dos años de mandato, cuando se convoquen nuevas elecciones a la presidencia del Colegio de Médicos ¿Puede volver a presentarse?
Sí. Cuando llegó el doctor Ochoa aprobamos en asamblea general que el mandato máximo en un puesto fuera ocho años. Para él hubiese sido su última legislatura si la hubiera acabado, pero a mí aún me queda tiempo por delante.