La ganadora del Premio de Teatro Buero Vallejo estuvo en la capital
01/10/2010 - 09:45
Por: MAR GATO. MADRID
TEATRO
Para presentar su obra Pieza paisaje en un prólogo y un acto
La sala Tragaluz del teatro auditorio Buero Vallejo acogió ayer, como no podía ser de otra manera, la presentación pública, y por primera vez en la historia de este dilatado certamen, de la obra ganadora del XXV Premio de Teatro Antonio Buero Vallejo Ciudad de Guadalajara: Pieza paisaje en un prólogo y un acto, de la joven madrileña Dolores Blasco.
Visiblemente honrada a la vez que muy feliz por hacerse acreedora de un premio que, además, lleva por nombre el del dramaturgo que le empujó a comenzar su carrera como escritora teatral, Blasco colmó la curiosidad de los presentes en torno a su obra, que lejos de ser aniñada, resulta tremendamente agresiva y plantea un tema tan lejano pero a la vez tan actual como es el de la culpa, sentimiento que siempre acompañaría al piloto estadounidense que hizo el vuelo de reconocimiento para allanar el camino al Enola Gay, el bombardeo que lanzó la primera bomba atómica en Hiroshima.
De su obra Carlos Alba, presidente de la Agrupación Teatral Alcarreña, además que prologuista de la misma, dijo ser una tragedia clásica construida sobre una tensión contemporánea. Aunque fue más allá cuando indicó que la pieza tiene una clara influencia japonesa, no sólo desde el planteamiento político, sino estético, a la que comparó con una pajarita de papel, actuando sus dobleces la propia conciencia del piloto.
Como complemento al acto literario, en el que estuvieron presentes varios concejales del Ayuntamiento capitalino, los alumnos de la Escuela municipal de Teatro realizaron una lectura dramatizada del texto.
De su obra Carlos Alba, presidente de la Agrupación Teatral Alcarreña, además que prologuista de la misma, dijo ser una tragedia clásica construida sobre una tensión contemporánea. Aunque fue más allá cuando indicó que la pieza tiene una clara influencia japonesa, no sólo desde el planteamiento político, sino estético, a la que comparó con una pajarita de papel, actuando sus dobleces la propia conciencia del piloto.
Como complemento al acto literario, en el que estuvieron presentes varios concejales del Ayuntamiento capitalino, los alumnos de la Escuela municipal de Teatro realizaron una lectura dramatizada del texto.