La gripe estacional podría derivar en narcolepsia
23/08/2011 - 09:26
La aparición de la narcolepsia parece seguir los patrones estacionales de la gripe H1N1 y otras infecciones de las vías respiratorias superiores, según un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford que ha analizado a pacientes en China, cuyos hallazgos ya están disponibles 'on line' en la versión digital de 'Annals of Neurology'.
Los resultados de la investigación muestran que el pico de los casos de narcolepsia se produjo de cinco a siete meses después de un pico en infecciones por gripe, resfriado o la gripe H1N1 en el país.
"Estos resultados sugieren que las infecciones de las vías respiratorias en invierno por la gripe A (H1N1 incluido) o por 'sreptococcus pyogenes', son las desencadenantes de la narcolepsia", explica el experto en narcolepsia y profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento, Emmanuel Mignot.
El estudio ha seguido los recientes informes sobre una vacuna contra el H1N1, no utilizada en Estados Unidos ni en China, que parecía conducir a la narcolepsia. Sin embargo, esta investigación no ha encontrado ninguna correlación entre la vacunación y la narcolepsia en los pacientes estudiados en China.
"El descubrimiento de la asociación con la infección, y no con la vacunación, es importante ya que sugiere que limitar la vacunación por miedo a la narcolepsia podría aumentar el riesgo global", explican los autores.
Aproximadamente tres millones de personas en todo el mundo sufren narcolepsia, una enfermedad neurológica que se caracteriza por somnolencia diurna, sueño irregular durante la noche y la cataplejía, pérdida repentina del tono muscular y la fuerza. En 2009 Mignot y sus compañeros científicos confirmaron la sospecha de que la narcolepsia es una enfermedad autoinmune, causada cuando los sistemas inmunitarios de los pacientes destruyen las neuronas que producen la proteína hipocretina.
Los expertos creen que a una persona que tiene una predisposición genética a la enfermedad, puede ser conducida a la narcolepasia por algún factor medioambiental que entre en acción en su sistema inmunológico. Estudios anteriores han mostrado que las infecciones por 'streptococcus pyogenes', como la faringitis estreptocócica, precedieron a la aparición de la narcolepsia en los caucásicos, "lo que sugiere un papel para las infecciones de las vías respiratorias superiores en el desencadenamiento de la enfermedad", asegura Mignot.
LA NARCOLEPSIA, POSIBLE EFECTO SECUNDARIO DE UNA VACUNA
El año pasado, varios países europeos presentaron nuevos casos de narcolepsia en niños que habían sido vacunados contra la cepa H1N1 de la gripe. Los niños que recibieron la vacuna 'Pandemrix' H1N1 en Finlandia, por ejemplo, presentaron un riesgo nueve veces mayor de la narcolepsia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó una investigación y determinó que esa vacuna en particular actuó en un "esfuerzo conjunto" con "algún otro factor que aún se desconoce" para aumentar el riesgo en los que ya están genéticamente predispuestos.
Para el nuevo estudio, los investigadores analizaron los datos de 906 pacientes que fueron diagnosticados con narcolepsia en Pekín entre septiembre de 1998 y febrero de 2011, y determinó los meses en los que los pacientes iniciaron la cataplejía y la somnolencia. Además, se llevaron a cabo entrevistas telefónicas con 154 pacientes con narcolepsia aparecida después de octubre de 2009, la fecha de la primera vacuna contra el H1N1 administrada en China. Los investigadores también preguntaron a los pacientes su historial sobre gripe estacional, las vacunas contra la gripe H1N1 y otras enfermedades.
El grupo de Mignot encontró que la incidencia de aparición de la narcolepsia era estacional y significativamente influenciada por el mes. El inicio fue menos frecuente en noviembre y más frecuente en abril, hubo un retraso de cinco a siete meses entre el pico estacional de infecciones de gripe, resfriado o la gripe H1N1 y el pico en el inicio de narcolepsia. Aunque la investigación no muestra causa y efecto, sí revela una fuerte correlación entre la aparición de narcolepsia y este patrón estacional.
El equipo también encontró un aumento triple en el inicio de la enfermedad después de la pandemia de gripe H1N1 del invierno de la temporada 2009 y 2010, en comparación con otros años.
LAS INFECCIONES DE INVIERNO CONDUCEN A LA NARCOLEPSIA
Sólo una pequeña cantidad - un 5,6 por ciento - de los pacientes entrevistados recordaron haber recibido una vacuna contra el H1N1. Por lo tanto, "es poco probable que el inicio de la enfermedad se explique por las vacunas", concluyen los investigadores. En su lugar, estas infecciones de invierno parecen "iniciar o reactivar una respuesta inmune que conduce a la pérdida de células de hipocretina y la narcolepsia en individuos genéticamente susceptibles".
Mignot asegura que el trabajo es muy importante porque da una idea de cómo se desencadena la enfermedad. "Estamos mucho más cerca de entender lo que está sucediendo en la destrucción autoinmune de las células de hipocretina".
Desde un punto de vista de salud pública, Mignot explica que "el trabajo sugiere que vacunarse y evitar la gripe puede proporcionar un beneficio de protección a los pacientes" y añade que "es muy posible que de ser vacunados con una vacuna leve, una sin los adyuvantes en cuestión, pueda aumentar el riesgo de esta enfermedad."
En cuanto a las diferencias entre los resultados del estudio y lo que se ha observado en Europa, Mignot afirma que "es posible que la respuesta inmunitaria provocada por la vacuna 'Pandemrix' aumente el riesgo de narcolepsia", y hace hincapié en que "se necesitan más estudios y la gente no debe evitar recibir la vacuna porque correrán un mayor riesgo de morir por una infección", concluye.
"Estos resultados sugieren que las infecciones de las vías respiratorias en invierno por la gripe A (H1N1 incluido) o por 'sreptococcus pyogenes', son las desencadenantes de la narcolepsia", explica el experto en narcolepsia y profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento, Emmanuel Mignot.
El estudio ha seguido los recientes informes sobre una vacuna contra el H1N1, no utilizada en Estados Unidos ni en China, que parecía conducir a la narcolepsia. Sin embargo, esta investigación no ha encontrado ninguna correlación entre la vacunación y la narcolepsia en los pacientes estudiados en China.
"El descubrimiento de la asociación con la infección, y no con la vacunación, es importante ya que sugiere que limitar la vacunación por miedo a la narcolepsia podría aumentar el riesgo global", explican los autores.
Aproximadamente tres millones de personas en todo el mundo sufren narcolepsia, una enfermedad neurológica que se caracteriza por somnolencia diurna, sueño irregular durante la noche y la cataplejía, pérdida repentina del tono muscular y la fuerza. En 2009 Mignot y sus compañeros científicos confirmaron la sospecha de que la narcolepsia es una enfermedad autoinmune, causada cuando los sistemas inmunitarios de los pacientes destruyen las neuronas que producen la proteína hipocretina.
Los expertos creen que a una persona que tiene una predisposición genética a la enfermedad, puede ser conducida a la narcolepasia por algún factor medioambiental que entre en acción en su sistema inmunológico. Estudios anteriores han mostrado que las infecciones por 'streptococcus pyogenes', como la faringitis estreptocócica, precedieron a la aparición de la narcolepsia en los caucásicos, "lo que sugiere un papel para las infecciones de las vías respiratorias superiores en el desencadenamiento de la enfermedad", asegura Mignot.
LA NARCOLEPSIA, POSIBLE EFECTO SECUNDARIO DE UNA VACUNA
El año pasado, varios países europeos presentaron nuevos casos de narcolepsia en niños que habían sido vacunados contra la cepa H1N1 de la gripe. Los niños que recibieron la vacuna 'Pandemrix' H1N1 en Finlandia, por ejemplo, presentaron un riesgo nueve veces mayor de la narcolepsia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó una investigación y determinó que esa vacuna en particular actuó en un "esfuerzo conjunto" con "algún otro factor que aún se desconoce" para aumentar el riesgo en los que ya están genéticamente predispuestos.
Para el nuevo estudio, los investigadores analizaron los datos de 906 pacientes que fueron diagnosticados con narcolepsia en Pekín entre septiembre de 1998 y febrero de 2011, y determinó los meses en los que los pacientes iniciaron la cataplejía y la somnolencia. Además, se llevaron a cabo entrevistas telefónicas con 154 pacientes con narcolepsia aparecida después de octubre de 2009, la fecha de la primera vacuna contra el H1N1 administrada en China. Los investigadores también preguntaron a los pacientes su historial sobre gripe estacional, las vacunas contra la gripe H1N1 y otras enfermedades.
El grupo de Mignot encontró que la incidencia de aparición de la narcolepsia era estacional y significativamente influenciada por el mes. El inicio fue menos frecuente en noviembre y más frecuente en abril, hubo un retraso de cinco a siete meses entre el pico estacional de infecciones de gripe, resfriado o la gripe H1N1 y el pico en el inicio de narcolepsia. Aunque la investigación no muestra causa y efecto, sí revela una fuerte correlación entre la aparición de narcolepsia y este patrón estacional.
El equipo también encontró un aumento triple en el inicio de la enfermedad después de la pandemia de gripe H1N1 del invierno de la temporada 2009 y 2010, en comparación con otros años.
LAS INFECCIONES DE INVIERNO CONDUCEN A LA NARCOLEPSIA
Sólo una pequeña cantidad - un 5,6 por ciento - de los pacientes entrevistados recordaron haber recibido una vacuna contra el H1N1. Por lo tanto, "es poco probable que el inicio de la enfermedad se explique por las vacunas", concluyen los investigadores. En su lugar, estas infecciones de invierno parecen "iniciar o reactivar una respuesta inmune que conduce a la pérdida de células de hipocretina y la narcolepsia en individuos genéticamente susceptibles".
Mignot asegura que el trabajo es muy importante porque da una idea de cómo se desencadena la enfermedad. "Estamos mucho más cerca de entender lo que está sucediendo en la destrucción autoinmune de las células de hipocretina".
Desde un punto de vista de salud pública, Mignot explica que "el trabajo sugiere que vacunarse y evitar la gripe puede proporcionar un beneficio de protección a los pacientes" y añade que "es muy posible que de ser vacunados con una vacuna leve, una sin los adyuvantes en cuestión, pueda aumentar el riesgo de esta enfermedad."
En cuanto a las diferencias entre los resultados del estudio y lo que se ha observado en Europa, Mignot afirma que "es posible que la respuesta inmunitaria provocada por la vacuna 'Pandemrix' aumente el riesgo de narcolepsia", y hace hincapié en que "se necesitan más estudios y la gente no debe evitar recibir la vacuna porque correrán un mayor riesgo de morir por una infección", concluye.