La Iglesia cubana solicita la excarcelación de los presos políticos
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
CUBA
El arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, reiteró que la Iglesia Católica cubana solicitó la excarcelación de todos los presos políticos de la isla, y además reclamó a Estados Unidos que acepte abrir un proceso de diálogo con la autoridades cubanas para superar el conflicto entre ambos países y aseguró que la isla se encuentra en la peor situación social y económica de la última década.
Nuestro país se encuentra en una situación muy difícil, seguramente la más difícil del siglo XXI, afirmó el máximo representante de la Iglesia cubana en una entrevista publicada por Palabra Nueva, una revista editada por archidiócesis de La Habana.
Ortega a través de los obispos entregaron una nota a las autoridades cubanas para velar por la vida y la salud de los prisioneros para que no se repita la muerte de Zapata. Así, instó a Guillermo Fariñas a que deponga su huelga de hambre para la liberación de 26 presos políticos y donde el propio Ortega fue crítico a los actos de repudio hacia las Damas de blanco.
Ortega se refirió a la situación de los presos políticos en la isla y la muerte de Orlando Zapata Tamayo, un disidente que murió en prisión tras 85 días con la que pretendió reivindicar una mejora en las condiciones de encarcelamiento de los presos de conciencia, especialmente de aquellos que se encuentran en un delicado estado de salud. La Iglesia ha hecho históricamente todo lo posible porque sean puestos en libertad, no solo los enfermos, sino también los otros, indicó el arzobispado de La Habana.
El jefe de la Iglesia Católica recordó que los obispos de la isla enviaron una nota en la que instaron a las autoridades de Cuba a que velaran por la vida y salud de los prisioneros que tienen en sus manos, para que situaciones como la muerte de Zapata no se repitan. Monseñor Ortega señaló que la Iglesia abogó por la creación de unas condiciones de diálogo y entendimiento idóneas para evitar que se llegue a situaciones tan dolorosas que no benefician a nadie y que hacen sufrir a muchos.
Por eso, solicitó al disidente Guillermo Fariñas que deponga la huelga de hambre que mantiene desde hace cerca de dos meses para solicitar la excarcelación de los 26 presos políticos que se, encuentran más enfermos. Esta disposición conciliadora, aunque paree mostrarse infructuosa, es la misma que repetíamos en el caso de Guillermo Fariñas (...) pedirle que abandone la huelga de hambre, dijo Ortega en la entrevista, donde criticó los actos de repudio hacia las Damas de blanco.
El arzobispo de La Habana destacó la dura situación económica y social que se registra actualmente en Cuba debido a la crisis financiera global, a los tres huracanes que azotaron la isla en 2008 y al ya semicentenario bloqueo por parte de Estados Unidos, causas que unidas a las perennes dificultades económicas procedentes de las limitaciones del tipo de socialismo practicado aquí, configuran un panorama a veces sombrío. Monseñor Ortega solicitó que se adopten los cambios necesarios con prontitud para remediar esta situación, ya que esta opinión alcanza una especie de consenso nacional y su aplazamiento produce impaciencia y malestar en el pueblo. Además, mencionó como asunto prioritario la apertura de un diálogo sin condiciones entre el Gobierno norteamericano y las autoridades cubanas.
Creo que un diálogo Cuba-Estados Unidos sería el primer paso necesario para romper el círculo crítico en que nos encontramos. Al comienzo de su gestión el presidente Raúl Castro propuso a Estados Unidos este diálogo sin condiciones y sobre todos los temas, incluyendo los Derechos Humanos, y ha repetido su propuesta en más de una ocasión, puntó el jefe de la Iglesia cubana.
Ortega a través de los obispos entregaron una nota a las autoridades cubanas para velar por la vida y la salud de los prisioneros para que no se repita la muerte de Zapata. Así, instó a Guillermo Fariñas a que deponga su huelga de hambre para la liberación de 26 presos políticos y donde el propio Ortega fue crítico a los actos de repudio hacia las Damas de blanco.
Ortega se refirió a la situación de los presos políticos en la isla y la muerte de Orlando Zapata Tamayo, un disidente que murió en prisión tras 85 días con la que pretendió reivindicar una mejora en las condiciones de encarcelamiento de los presos de conciencia, especialmente de aquellos que se encuentran en un delicado estado de salud. La Iglesia ha hecho históricamente todo lo posible porque sean puestos en libertad, no solo los enfermos, sino también los otros, indicó el arzobispado de La Habana.
El jefe de la Iglesia Católica recordó que los obispos de la isla enviaron una nota en la que instaron a las autoridades de Cuba a que velaran por la vida y salud de los prisioneros que tienen en sus manos, para que situaciones como la muerte de Zapata no se repitan. Monseñor Ortega señaló que la Iglesia abogó por la creación de unas condiciones de diálogo y entendimiento idóneas para evitar que se llegue a situaciones tan dolorosas que no benefician a nadie y que hacen sufrir a muchos.
Por eso, solicitó al disidente Guillermo Fariñas que deponga la huelga de hambre que mantiene desde hace cerca de dos meses para solicitar la excarcelación de los 26 presos políticos que se, encuentran más enfermos. Esta disposición conciliadora, aunque paree mostrarse infructuosa, es la misma que repetíamos en el caso de Guillermo Fariñas (...) pedirle que abandone la huelga de hambre, dijo Ortega en la entrevista, donde criticó los actos de repudio hacia las Damas de blanco.
El arzobispo de La Habana destacó la dura situación económica y social que se registra actualmente en Cuba debido a la crisis financiera global, a los tres huracanes que azotaron la isla en 2008 y al ya semicentenario bloqueo por parte de Estados Unidos, causas que unidas a las perennes dificultades económicas procedentes de las limitaciones del tipo de socialismo practicado aquí, configuran un panorama a veces sombrío. Monseñor Ortega solicitó que se adopten los cambios necesarios con prontitud para remediar esta situación, ya que esta opinión alcanza una especie de consenso nacional y su aplazamiento produce impaciencia y malestar en el pueblo. Además, mencionó como asunto prioritario la apertura de un diálogo sin condiciones entre el Gobierno norteamericano y las autoridades cubanas.
Creo que un diálogo Cuba-Estados Unidos sería el primer paso necesario para romper el círculo crítico en que nos encontramos. Al comienzo de su gestión el presidente Raúl Castro propuso a Estados Unidos este diálogo sin condiciones y sobre todos los temas, incluyendo los Derechos Humanos, y ha repetido su propuesta en más de una ocasión, puntó el jefe de la Iglesia cubana.
