La innovación escultórica llega a Dávalos
01/10/2010 - 09:45
Por: MAR GATO. MADRID
EXPOSICIÓN
Teresa Chicharro presenta una colección de piezas únicas realizadas en cerámica
La escultura cerámica como pieza única e innovadora. De esta manera concibe Teresa Chicharro su trabajo artístico, del que se expone una pequeña gran muestra en el patio central de la Biblioteca pública de Guadalajara hasta finales de este mes de junio. En ella se confunden con los eventuales lectores y estudiantes sus pequeñas esculturas, que en esta ocasión han nacido de su gusto por la geometría, disciplina a partir de la cual ha creado una serie de esferas en gres que actuarán como base de un mundo animal que parece ansiar la libertad que le da el mundo exterior.
Junto a la gran muestra y realismo de las figuras, se dan cita los bicéfalos refractarios, que lejos de complacencias o influencias mitológicas, son simples juegos creativos que la autora difumina entre el realismo y el surrealismo. Adentrarse en ellos es invitar al espectador a tocar con sus propios dedos el sentimiento que el barro moldeado puede desprender, sensación que la artista recomienda a todos sin excepción, grandes y pequeños, porque la cerámica es un arte que no está vetado nadie, aunque cada vez esté más perdido entre todos.
A la vieja usanza
Ésta es la tercera exposición escultórica que Teresa Chicharro realiza, la segunda en la ciudad de Guadalajara. Sin embargo, su afición por la escultura comienza a labrarse casi 20 años atrás en las aulas de las Escuelas municipales de La Cotilla. Su deseo de ampliar sus conocimientos en esta modalidad, que cada día la hechiza aún más, la llevan a Madrid en el 2000, donde asiste a la Escuela de Escultura de Francisco Alcántara. Sus estudios y empeño le llevan a montar su propio y modesto taller en Chiloeches, lugar donde puede experimentar con formas y colores en su cerámica, un arte del que domina todo su proceso, desde la recogida de tierra a la que criba, moldea y cuece, hasta la realización de las fórmulas químicas de sus esmaltes, pasando por el diseño de la figura en el programa informático de Autocad.
Muy pronto su obra no sólo se podrá contemplar en exposiciones temporales de aquí y allí, sino que se podrá hacer de una forma permanente en la tienda que abrirá junto a su taller, en la plaza de la Iglesia número 3 de Chiloeches, donde pondrá a disposición de los amantes del arte del modelado vajillas, objetos de decoración, así como útiles de cerámica. Éste quizá sea el primer paso hacia la consecución de su sueño, dedicarse profesionalmente a la cerámica, un arte del que no vive profesionalmente pero que vive para él.
A la vieja usanza
Ésta es la tercera exposición escultórica que Teresa Chicharro realiza, la segunda en la ciudad de Guadalajara. Sin embargo, su afición por la escultura comienza a labrarse casi 20 años atrás en las aulas de las Escuelas municipales de La Cotilla. Su deseo de ampliar sus conocimientos en esta modalidad, que cada día la hechiza aún más, la llevan a Madrid en el 2000, donde asiste a la Escuela de Escultura de Francisco Alcántara. Sus estudios y empeño le llevan a montar su propio y modesto taller en Chiloeches, lugar donde puede experimentar con formas y colores en su cerámica, un arte del que domina todo su proceso, desde la recogida de tierra a la que criba, moldea y cuece, hasta la realización de las fórmulas químicas de sus esmaltes, pasando por el diseño de la figura en el programa informático de Autocad.
Muy pronto su obra no sólo se podrá contemplar en exposiciones temporales de aquí y allí, sino que se podrá hacer de una forma permanente en la tienda que abrirá junto a su taller, en la plaza de la Iglesia número 3 de Chiloeches, donde pondrá a disposición de los amantes del arte del modelado vajillas, objetos de decoración, así como útiles de cerámica. Éste quizá sea el primer paso hacia la consecución de su sueño, dedicarse profesionalmente a la cerámica, un arte del que no vive profesionalmente pero que vive para él.