La inserción laboral de las personas con trastorno mental, primer paso para la integración

29/12/2016 - 17:16 D.P.P.

La Caixa y La Fundación Sociosanitaria colaboran en el programa ‘Incorpora’ en Castilla-La Mancha.

Una enfermedad mental no siempre deja huellas en el cuerpo. Se trata, en la mayoría de los casos, de una enfermedad invisible ante la sociedad, y estigmatizada por ella misma. Y para acabar con esto trabaja la Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha (FSCLM), creada en 2001 por el Gobierno regional. Su directora es Susana García Heras, quien subraya que el fin principal es “mejorar” la calidad de vida y la atención a las personas con algún problema de salud mental o con adicciones y que, por tanto, corren el riesgo de quedar excluidas de la sociedad. “Fundamentalmente, la línea madre que trabajamos es la atención del paciente en  la parte sociosanitaria de salud mental”. Es, por tanto, un “complemento” a la atención sanitaria, liderada por el Sescam. “Proporcionamos recursos de integración sociolaboral y residenciales a través, por ejemplo, de  centros de rehabilitación, residencias o viviendas”. 
    En esta loable labor cuentan desde el año 2006 con la colaboración de la Obra Social La Caixa a través de Incorpora, un programa de intermediación laboral fruto de la colaboración de la Obra Social con entidades sin ánimo de lucro.
    El programa se renueva anualmente desde ese año, y además de la  Fundación Sociosanitaria, colaboran otra docena de asociaciones para favorecer la incorporación al mercado laboral de personas con dificultades de empleabilidad.
    La Fundación Sociosanitaria se  sumó al proyecto cuando éste inició su andadura en la región, después de su implantación a nivel nacional e internacional. “Incorpora facilita una búsqueda de acceso al mercado laboral ordinario para estas personas, y nosotros como especialistas trabajamos la parte de salud mental, así como otras organizaciones presentes hacen lo propio a favor de  otros colectivos, con discapacidades, mujeres víctimas de violencia de género, inmigrantes, etnia gitana...”. Son todas ellas personas en riesgo de exclusión social y que, por sus características especiales, “pueden tener dificultades para acceder al mercado laboral”.
    En el caso de la Fundación Sociosanitaria, el programa Incorpora cuenta con seis técnicos de integración sociolaboral presentes en las cinco provincias castellano-manchegas. Eso sí, la Fundación Sociosanitaria ejerce la coordinación del programa de la Obra Social La Caixa en la región. A lo largo de los años, el programa ha evolucionado adaptándose a las necesidades de la realidad social y laboral,  motivo por el que poco a poco se han implementado  nuevas líneas de actuación. 
    Pero sin duda la integración laboral sigue siendo una de sus prioridades. Entre las “grandes dificultades” que señala la directora  a la hora de “insertar” laboralmente a las personas a las que atiendes está la falta de formación. “No tienen la suficiente, probablemente porque su enfermedad ha surgido en un momento que ha hecho que vean interrumpido su desarrollo profesional”. Esto se soluciona gracias a la formación específica que ofrecen dentro del programa, en este caso, a las personas con alguna enfermedad mental. Pero en el marco de Incorpora también hay apartados concretos para mujeres, reclusos, población joven... Eso sí, Susana García Heras asevera que las personas aquejadas con una enfermedad mental son las que presentan menor tasa de incorporación al mercado laboral que el resto de colectivos atendidos por este programa. 
    Así las cosas, los técnicos de la Fundación Sociosanitaria se esfuerzan en “buscar trabajo” a estas personas y en afrontar “un conjunto de problemas”. El primero es la propia situación del mercado laboral de nuestro país. “Es muy compleja, con gente con mucha preparación y poca oferta laboral”. Ése es uno de los hándicap, “porque muchos, cuando han tenido el primer brote, han abandonado los estudios y, por tanto, tienen una falta de formación”.