La jornada más espiritual del Fescigu

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Thubten Wangchen pidió por la liberación del Tíbet.
El Festival Solidario de Guadalajara viviría en su segundo día de su sexto certamen una de las jornadas más humanas que se recuerden. El espiritualismo, sabiduría y energía del lama Thubten Wangchen tendría mucho que ver en ello. Su presencia, motivada por la invitación del Tíbet como país invitado al certamen, logró captar todas las miradas en un día en el que también hacía acto de aparición la Sección Oficial del Fescigu. Un total de siete películas iniciaron las proyecciones, que se prolongarán hasta el próximo viernes dentro de concurso. El sábado, por contra, será el día en el que se conozca cuál de ellas se alza con el máximo reconocimiento.
Jornada madrugadora la de la mañana de ayer en el Fescigu para uno de sus grandes protagonistas, el lama Thubten Wangchen, presidente de la Fundación Casa Tíbet en Barcelona, invitado de excepción junto a su país. En esta sexta edición del certamen cinematográfico alcarreño el Tíbet cuenta con su propia sección para dar a conocer la problemática que envuelve a este país, sacado a la palestra recientemente por los conflictos ocasionados durante las últimas Olimpiadas celebradas en China, y donde a pesar de ofrecer una visión de normalidad y modernidad, rasgos típicos de una democracia, sólo ha sido para él “un engaño” que viene a durar ya 49 años. Cerca de cinco décadas de ocupación de la que dio debida cuenta la voz del Dalai Lama en España, un hombre humilde y risueño que no pierde el sentido del humor pese a las continuas represiones a la que está sometido su país, olvidado hace tiempo por la comunidad internacional. A pesar de no ser persona de cine, Wangchen dijo sentirse como un actor de su propio país. Sus 15 minutos prefijados para su papel se extendieron más allá, llegando casi a la hora, 60 minutos para la sabiduría afable y gran sentido del humor de Wangchen, que con un dominio envidiable de nuestro idioma, el cual confesaría que aprendió hablando simplemente con la gente –tras su mala experiencia en la Escuela Oficial de Idiomas, en la que sólo duraría una semana y en la que entraría después de sufrir las típicas colas de matriculación, comentó con dotes humorísticas–, dio lujo de detalles sobre la verdadera situación del no tan pequeño país del Tíbet, casi cuatro veces mayor la extensión de España.
La historia del Tíbet se remonta 2.135 años atrás, cuando el que por aquel entonces era un país independiente corona a su primer rey. Desde la fecha, el Tíbet dispondría de su propio gobierno y reglamento, hasta que en 1949 China empieza a entrar en el país con la excusa de desarrollar y mejorar la situación del pueblo, hasta que en 1959 Mao invade el país, con episodio fallido del Dalai Lama incluido. Represión, persecución y falta de derechos humanos se han sucedido hasta la actualidad a falta de algún tipo de ofensiva violenta por parte de los tibetanos, enemigos de cualquier acción armada. “El Tíbet no tiene libertades; decir lo contrario es un cuento chino”, sentenció Wangchen.
Aunque le preceden siete encuentros malogrados, Wangchen sigue reivindicando una reunión cara a cara entre el presidente de China, Hu Jintao, y el Dalai Lama, actualmente en el exilio. Si se produce finalmente la entrevista, será entonces el momento de pedir no por la independencia del Tíbet, sino por su autonomía. Un estado que vería cumplido su deseo de vivir en paz y armonía, sin miedo. “No importa si somos o no religiosos; somos humanos y deseamos la felicidad”.
Siguiendo el propósito de Wangchen de que los guadalajareños y, por extensión, los españoles conozcan algo más sobre el Tíbet, 105 minutos de la tarde estuvieron dedicados al país gracias a la proyección de la película de ficción Himalaya dentro de la Sección Tibetana. Junto a ella, hacía acto de presencia otra de las habituales en el Festival, la Sección de ONG –presentada por Raquel González, de Médicos sin Fronteras–, en la que tuvieron protagonismo los documentales de la Fundación Apadrina un árbol, los spots de Médicos Sin Fronteras y la cinta de Amycos y DideSur. Tras ella, se sucedería la aparición estelar de la Sección Oficial –inaugurada por la diputada provincial María Jesús Lázaro–, la principal, la esperada por todos, con la proyección de las siete primeras cintas.A ella asistieron unas 200 personas, con la presencia estelar del lama como maestro de ceremonias. Tanto que se atrevió a imponer a los organizadores una banda de auspicios positivos.