La Mancomunidad del Alto Tajo traza la hoja de ruta para impulsar una gestión forestal conjunta y sostenible

Nuestros bosques son una de las señas de identidad de los paisajes que conforman la provincia de Guadalajara. Desarrollar una gestión sostenible en estos lugares puede llegar a resultar una ardua tarea, no solo por la explotación que se ejerce sobre ellos, sino por el obligado mantenimiento al que han de someterse.
En pleno Parque Natural del Alto Tajo y en la localidad de Villanueva de Alcorón se sitúa la primera planta de la casa forestal cedida por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Este espacio surge de la necesidad de custodiar el patrimonio natural que compone toda la comarca del Alto Tajo; y además, forma parte del proyecto `Gestión Forestal Conjunta´, dirigido por la Mancomunidad del Alto Tajo. La justificación de esta iniciativa emana de la necesidad e interés por la gestión sostenible de una superficie de 37.923,61 hectáreas de montes públicos, pertenecientes a los ocho municipios que constituyen la Mancomunidad del Alto Tajo, que son: Arbeteta, Peralveche, Armallones, Poveda de la Sierra, El Recuenco, Peñalén, Villanueva de Alcorón, Zaorejas y las pedanías de Villar de Cobeta y Huertapelayo.
“Nuestro objetivo principal es gestionar el territorio de manera conjunta y sostenible, potenciando el aprovechamiento de los recursos forestales, fauna, flora, pesca, micología y turismo de naturaleza”, sostiene Ester Rubio Sanz, presidenta de la Mancomunidad del Alto Tajo. Pero también lo es “generar actividad económica de manera sostenible, crear empleo, fijar población”, todo ello a través de la implantación de un modelo que optimice la explotación forestal y la puesta en valor de los recursos naturales.

Fondos europeos en el Alto Tajo
Una vez más, el programa de ayudas Leader vuelve a la acción para promover este tipo de iniciativas enfocadas al desarrollo rural. La ADR Molina-Alto Tajo ha posibilitado la llegada de 6.046,64 euros para hacer realidad este proyecto impulsado por la Mancomunidad del Alto Tajo, suponiendo un 75% del total de la inversión, que son, en concreto, 8.062,18 euros. Gracias a estos fondos, será posible la puesta en marcha de una gestión forestal conjunta entre los municipios y pedanías que formen parte de esta asociación. Y no solamente eso, sino que la casa forestal de Villanueva de Alcorón se equipará de mobiliario de oficina, equipos informáticos necesarios para realizar las tareas administrativas y de gestión propia de la actividad, y otro material y herramientas de campo como hachas, cinta métrica o navegadores GPS, entre otros muchos. “Los lugareños están muy contentos por haber conseguido materializar este proyecto y yo como presidenta me siento muy orgullosa porque, además de lo anterior, se posibilitará el desarrollo e implantación de empresas en el territorio a través de los mecanismos de movilización y gestión conjunta de los recursos naturales, la gestión forestal conjunta será más rentable, puesto que incrementarán los beneficios por la venta de madera y no derivarán sobrantes para la industria maderera, se enriquecerá la biodiversidad de estos montes, se dinamizará actividad económica y puestos de trabajo estables y se reducirá la despoblación en zonas rurales”, valora muy positivamente Ester Rubio.

Poco a poco se van consiguiendo nuevos retos que responden a las necesidades más inmediatas. “Es muy importante tener una infraestructura como esta, que esté bien equipada, pero sobre todo, preparada para los tiempos venideros. Allí deben de estar los ingenieros y trabajadores forestales para salvaguardar nuestros montes y este debe ser el punto de encuentro con las empresas maderistas”. 

Mucho futuro
Con todo ello, la Mancomunidad del Alto Tajo se adentra en una etapa de prosperidad. Es más, dos de los municipios que forman esta asociación del Alto Tajo, Villanueva de Alcorón y Peñalén, están apunto de que en el próximo mes de septiembre la Consejería de Desarrollo Sostenible les asigne a todos los montes que constituyen esta zona la Certificación Forestal FSC, la más relevante y exigente a nivel internacional. Con ella se confirma que el bosque se está gestionado de manera que preserva la biodiversidad; y beneficia a las poblaciones y los trabajadores locales, asegurando al mismo tiempo su viabilidad económica. Para más adelante está previsto que el resto de localidades se sumen a esta certificación.