La MAS pide a La Muela que actualice sus infraestructuras en la ETAP de Mohernando

Los técnicos de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe (MAS) instaron ayer a la Mancomunidad de la Muela a que “actualice” la infraestructura con la que cuentan en las instalaciones de la potabilizadora de Mohernando. Así lo confirmó el gerente de la MAS, Jesús Pajares, quien tuvo la oportunidad de trasladar esta “necesidad” a un electricista de la Muela, único representante de las administraciones implicadas que habían sido invitadas este lunes por Aguas del Sorbe “para analizar y detectar el problema de suministro a La Muela, realizando el pertinente informe técnico firmado por los técnicos de las administraciones allí presentes”. En concreto, la MAS remitió esta invitación mediante fax a la Consejería de Ordenación del Territorio y al presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), José María Macías. El delegado provincial, Fernando Senesteva, contestó a la invitación de la MAS manifestando que “a quien debes dirigirte para solventar cualquier cuestión de carácter técnico relacionada con la Mancomunidad de La Muela es a los propios responsables de esa mancomunidad”. En este sentido, Pajares consideró que Senesteva “se ha desentendido del problema, remitiéndonos a Juan Ramón Urbina, cuando sabe que La Muela no tiene ningún técnico de Obras Públicas ni de Caminos”.
Para Pajares, una vez se ha recuperado la normalidad en el abastecimiento de agua, el origen del problema de suministro a La Muela se encuentra en la propia infraestructura. “La tubería que tienen no permite la entrada del caudal suficiente para que se pueda bombear el agua que se está reclamando por parte de los municipios integrantes”. Esto obliga a que la bomba se pare hasta que el depósito se llena de nuevo.
En este sentido, Pajares acusó al actual delegado de Ordenación del Territorio de “no ser capaz de ver las necesidades de futuro de La Muela cuando fue presidente de este organismo, ya que no hizo las obras que eran necesarias”. No obstante, el gerente de la MAS señala que por parte de este mancomunidad se han estudiado posibles soluciones al problema que pasan por bombear desde una arqueta, situada en las mismas instalaciones de la potabilizadora, directamente hasta el depósito. “Inicialmente es tan sencillo como eso y así se lo íbamos a proponer a la Junta y a la CHT”. Asimismo, Pajares se ofreció ayer para que “en el momento en el que sus técnicos estén dispuestos a venir, les presentaremos nuestras propuestas y recibiremos las que ellos tengan que hacernos”.

Denuncia de los problemas
La demanda de mejoras de infraestructuras por pare de la MAS viene después de que los municipios integrantes en La Muela denunciasen a principio de este mes problemas de abastecimiento. Una denuncia surgida a raíz de que Aguas del Sorbe cumpliese el decreto de concesión de 2004 del Ministerio de Medio Ambiente, según el cual se establece una concesión de 25,3 litros por segundo con un caudal máximo en punta de 30,5 y uno anual de 797.000 metros cúbicos. Esto provocó las reacciones de los municipios afectados, que celebraron el pasado día 3 una asamblea extraordinaria en la que aprobaron solicitar al Juzgado una garantía de abastecimiento para todos los pueblos.
“Se ha dicho que cortamos el agua sin avisar, cuando el 18 de junio remitimos las cartas correspondientes a los presidentes de las Mancomunidades de La Muela y la Campiña y a Aguas Castilla-La Mancha”, explica el gerente, quien señala que en el momento en que se decidió aplicar el decreto se estaba permitiendo un caudal de 47 litros por segundo. “En el documento se dice expresamente que el agua que se concede queda adscrita a la finalidad pretendida, quedando prohibida su enajenación, cesión o arriendo”. De esta manera, Pajares reconoció ayer que “las mancomunidades afectadas tuvieron bastante tiempo desde el día 18 para que, hicieran lo que hicieran el día 29, avisar al Comisario de Aguas de la CHT para que nos diera permiso para ampliar el caudal”.
Esta decisión, según reconoce Pajares, les permitió contar con la “autorización” que posibilitaba abrir las válvulas al máximo. “Para nosotros era vital la comunicación del Comisario y desde ese momento no ha vuelto a haber ningún problema de abastecimiento”. Al menos así se lo ha reconocido por teléfono Juan Ramón Urbina. “Me ha dicho que después de los días 1 y 2, cuando se registraron problemas puntuales de abastecimiento, no ha vuelto ha registrarse ninguna incidencia. No obstante, le he pedido que me lo comunique por escrito”.

Sellado de la válvula
Para evitar nuevas “acusaciones” de limitación de caudal, la MAS procedió ayer al precintado ante notario de la válvula de la conducción de la MAS que deriva agua a la infraestructura de la Mancomunidad de Aguas de La Muela. “El sellado de la válvula está motivado porque en un momento nos vimos obligados a regular el caudal, pero nunca se llegó a cerrar. Ahora queremos que se sellen las válvulas abiertas completamente para que quede constancia de que nadie las toca”. De hecho, tal y como insistió el gerente, “desde el momento en que recibimos la carta del Comisario de Aguas se abrieron y no ha habido ningún otro tipo de actuación”. Además, desde que la MAS recibiera el escrito de la CHT para sobrepasar los caudales asignados a la Muela, tanto el propio personal técnico de la Confederación como de la mancomunidad comprueba diariamente que la válvula se encuentra abierta al completo.
“Lo importante ahora es que los técnicos de estas administraciones vengan y comprueben el estado de la infraestructura de suministro a La Muela, para que entre todos podamos encontrar una solución”.
El vicepresidente de la MAS, Jaime Carnicero, considera que la declinación de la invitación demuestra “una clara irresponsabilidad por parte de los dirigentes de las distintas administraciones que nos han estado acusando de cortar el agua”. El vicepresidente ha resaltado en nota de prensa que las “falsas acusaciones vertidas por los socialistas han demostrado que en ningún caso perseguían poner fin al problema de abastecimiento por el estado precario de unas instalaciones que cuentan con 20 años y que no han ido adaptándose a las necesidades de la población. Y menos para el periodo estival, cuando se duplica la población”.