La Sala Óxido celebra su quinto aniversario
01/10/2010 - 09:45
Por: MAR GATO. MADRID
Lo hará esta noche con un doble concierto a cargo de Segismundo Toxicómano y Pulmón negro
La Sala Óxido soplará esta noche las velas de su quinto aniversario. Un lustro de andadura que celebrará por todo lo alto con su público más fiel con un doble concierto que subirá al escenario de la sala a Segismundo toxicómano, que presentará y regalará a los asistentes su nuevo disco, Una bala, y Pulmón negro. La velada musical se acompañará de regalos, sorpresas y camisetas conmemorativas.
Tras las actuaciones la sala tendrá reservada para su público aún más música con una sesión rock que pondrá a prueba el aguante del personal hasta bien entrada la madrugada.
Con esta programación la sala guadalajareña quiere festejar sus cinco años de existencia, aunque no será hasta el próximo 1 de abril cuando los cumpla de manera oficial.
El paso del tiempo no ha cambiado ni un ápice la ilusión con la que un día ideó este gran proyecto Óscar Montero, hoy responsable de la sala. Quería crear en Guadalajara un espacio para dar conciertos variados, a la vez que sirviera como un punto de encuentro para los músicos y la gente interesada en la música y la cultural general. La que parecía una modesta idea primigenia pasó a convertirse en un proyecto de gran envegardura que, no sin grandes esfuerzos, ha logrado alzar a la Óxido como la única sala de conciertos en Guadalajara, además de como un espacio de referencia para toda la zona del Corredor del Henares.
A su fama ha contribuido a que por su escenario hayan pasado a lo largo de estos cinco años de trayectoria más de 1.000 grupos, entre los que se encuentran grandes nombres como Porretas, Soziedad Alkoholika, Vetusta Morla, Raimundo Amador, La Guardia, Hamlet o Boikot. Conciertos míticos recordados hoy a través de las entradas que decoran la pared del bar de la sala, un museo improvisado de su propia historia que se encarga de alimentar convenientemente Dani Pérez, responsable de la programación musical desde hace dos años.
La forma de contratación de los grupos en este tiempo ha cambiado mucho, confiesa Pérez, quien indica que tiempo atrás tenía que luchar telefónicamente para que los grupos vinieran a Guadalajara a tocar y ahora son ellos los que llaman interesándose para venir a la Óxido dentro del circuito que realizan en sus giras promocionales.
Junto a los consagrados, la sala da acceso a aquellos grupos de Guadalajara que se están iniciando en la música, a los que se les intenta dar cancha telonenado a los grupos grandes, indica Pérez.
Oportunidad a los noveles
Aunque la Sala Óxido es conocida por su programación musical durante todos los viernes y sábados del año, el espacio también supone una gran oportunidad para los jóvenes músicos. Especialmente para ellos están pensadas el resto de dependencias que conforman la Sala Óxido, plagada de locales de ensayo de 15 metros cuadrados que se alquilan al módico precio de 180 euros al mes para dar cumplimiento a los sueños musicales de muchos jóvenes. Actualmente los 17 locales disponibles están ocupados por un total de 22 grupos de variada procedencia, aunque el grueso son de Guadalajara. Estos números han llevado a la Sala Óxido a colgar el cartel de overbooking en sus locales y a disponer de un libro en el que se acumula una interesante lista de espera. Éste sólo es un síntoma de la buena marcha de la que es acreedora la Sala Óxido de Guadalajara, que aspira a cumplir tantos años como dé de sí el cuerpo, indican Montero y Pérez, inmersos en un continuo proceso de mejoras para consolidar el espacio como un lugar de música en vivo y a su cada vez mayor y variado público.
Con esta programación la sala guadalajareña quiere festejar sus cinco años de existencia, aunque no será hasta el próximo 1 de abril cuando los cumpla de manera oficial.
El paso del tiempo no ha cambiado ni un ápice la ilusión con la que un día ideó este gran proyecto Óscar Montero, hoy responsable de la sala. Quería crear en Guadalajara un espacio para dar conciertos variados, a la vez que sirviera como un punto de encuentro para los músicos y la gente interesada en la música y la cultural general. La que parecía una modesta idea primigenia pasó a convertirse en un proyecto de gran envegardura que, no sin grandes esfuerzos, ha logrado alzar a la Óxido como la única sala de conciertos en Guadalajara, además de como un espacio de referencia para toda la zona del Corredor del Henares.
A su fama ha contribuido a que por su escenario hayan pasado a lo largo de estos cinco años de trayectoria más de 1.000 grupos, entre los que se encuentran grandes nombres como Porretas, Soziedad Alkoholika, Vetusta Morla, Raimundo Amador, La Guardia, Hamlet o Boikot. Conciertos míticos recordados hoy a través de las entradas que decoran la pared del bar de la sala, un museo improvisado de su propia historia que se encarga de alimentar convenientemente Dani Pérez, responsable de la programación musical desde hace dos años.
La forma de contratación de los grupos en este tiempo ha cambiado mucho, confiesa Pérez, quien indica que tiempo atrás tenía que luchar telefónicamente para que los grupos vinieran a Guadalajara a tocar y ahora son ellos los que llaman interesándose para venir a la Óxido dentro del circuito que realizan en sus giras promocionales.
Junto a los consagrados, la sala da acceso a aquellos grupos de Guadalajara que se están iniciando en la música, a los que se les intenta dar cancha telonenado a los grupos grandes, indica Pérez.
Oportunidad a los noveles
Aunque la Sala Óxido es conocida por su programación musical durante todos los viernes y sábados del año, el espacio también supone una gran oportunidad para los jóvenes músicos. Especialmente para ellos están pensadas el resto de dependencias que conforman la Sala Óxido, plagada de locales de ensayo de 15 metros cuadrados que se alquilan al módico precio de 180 euros al mes para dar cumplimiento a los sueños musicales de muchos jóvenes. Actualmente los 17 locales disponibles están ocupados por un total de 22 grupos de variada procedencia, aunque el grueso son de Guadalajara. Estos números han llevado a la Sala Óxido a colgar el cartel de overbooking en sus locales y a disponer de un libro en el que se acumula una interesante lista de espera. Éste sólo es un síntoma de la buena marcha de la que es acreedora la Sala Óxido de Guadalajara, que aspira a cumplir tantos años como dé de sí el cuerpo, indican Montero y Pérez, inmersos en un continuo proceso de mejoras para consolidar el espacio como un lugar de música en vivo y a su cada vez mayor y variado público.