La Sociedad de Editores contrata discapacitados para arreglar libros

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

AZUQUECA DE HENARES
Tres trabajadores del Centro Especial de Empleo de Manchalán, empresa ubicada en Cabanillas del Campo, se han incorporado temporalmente a la Sociedad General de Editores y Libreros (SGEL), localizada en el polígono Miralcampo de Azuqueca de Henares.
“Actualmente tenemos varias líneas de trabajo, entre las que destacan montaje y manipulación, inyección de plásticos, telemarketing y enclaves laborales, una figura para incorporar a personas con discapacidad en una empresa ordinaria, donde desarrollará tareas normales”, explica Felipe de la Fuente, director comercial de Manchalan, quien recalca que, “a todos efectos”, el personal que derivan a otras empresas siguen perteneciendo a Manchalan.
En este sentido, tres de los operarios de Manchalan han sido destinados recientemente a las instalaciones de SGEL, empresa destinada a la distribución de publicaciones periódicas, como prensa, coleccionables y libros.
La labor de los operarios de Manchalan consiste en reciclar los libros devueltos por los establecimientos de venta para poder colocarlos nuevamente en el mercado. “Los libros suelen permanecer un determinado tiempo en las librerías, donde, dependiendo del tipo de comercio, les escriben el precio en la primera página o les colocan una etiqueta”, explica De la Fuente, quien señala que, posteriormente, “si no se ha vendido ese ejemplar, se devuelve a las editoriales, aunque para sacarlo nuevamente a la venta hay que tratarlo”. En este punto cobra importancia la labor desempeñada en SGEL,
Para De la Fuente, la función del Centro Especial de Empleo está clara. “Queremos que se conozca a estos chicos, que se les dé una oportunidad. Aquí se encuentran con otras personas con las mismas o diferentes discapacidades, desarrollan sus habilidades pero tienen un límite. Por eso, aquéllos que puedan desarrollarse más allá de esos límites, los preparamos para salir del centro”.
Sin embargo, en Manchalan derivan a sus trabajadores “en función del perfil necesario, ya que no puedes colocar a una persona con discapacidad auditiva en un puesto de telemarketing, pero sí podrás emplear para esa función a una persona en silla de ruedas”. En cuanto a la forma de trabajar, el director comercial explica que suelen organizar grupos homogéneos de unas tres personas, por ejemplo, con discapacidad psíquica, “pilotados” por otra persona, con una discapacidad física. Durante el tiempo que dura la labor en empresas externas, Manchalan realiza tareas de seguimiento. “En SGEL, por ejemplo, han comenzado retirando etiquetas de los libros, y después veremos la evolución que tienen”.
En cuanto a la forma de trabajar de este centro especial de empleo, De la Fuente señala que “siempre pedimos al cliente que trabaje con nuestros empleados, ya que no somos una empresa de trabajo temporal (ETT)”. A la finalización del periodo de trabajo puede seguir una contratación por parte de la empresa exterior. “Es algo fantástico, ya que nuestros chicos dan el último paso hacia el mercado laboral, pero tampoco es algo esencial, pues una vez terminado ese periodo, si no hay contrato, regresan al Centro Especial de Empleo”, constata el director comercial de Manchalan, que también negocia con el Ayuntamiento de Alovera un convenio para la limpieza de parques y jardines.