Las autonomías desinforman sobre la mala calidad del aire
01/10/2010 - 09:45
Por: MATEO BALÍN. COLPISA
Para salir del bache, sobre todo en las grandes ciudades, algunas optan por restringir el tráfico cuando la mortífera polución urbana requiere de una acción global y decidida, señala la ONG.
El tercer informe de Ecologistas en Acción sobre la calidad del aire en el Estado español ofrece una fotografía similar a la del pasado año: el 53% de los ciudadanos respira aire contaminado, la mayoría vive en ciudades y la causa principal es el tráfico rodado. Sin embargo, en esta edición la ONG ha querido cargar las tintas sobre la tremenda y llamativa pasividad de las autonomías a la hora de informar a la opinión pública sobre este grave riesgo sanitario, que cada año supone la muerte prematura de unos 16.000 españoles, según cifras oficiales.
Para realizar el estudio, se han empleado datos facilitados por las redes de medición de las distintas Comunidades, salvo Galicia, Baleares y Canarias (las dos primeras no los facilitaron y los de la última eran insuficientes y parciales). En todas ellas la desinformación y la carencia son la nota predominante, unida a la falta de transparencia o al uso reiterado de descuentos en las mediciones, es decir, incluir determinados contaminantes artificiales entre los efectos naturales de la polución del aire.
Mapa de la contaminación
Así, ante la ausencia de datos de tres regiones y la parcialidad de la mayoría (con la única excepción de Cataluña), Ecologistas en Acción ha trazado un mapa de la contaminación del aire que respiran 38,6 millones de personas, el 85% de la población española.
El mismo concluye que uno de cada dos ciudadanos respira aire por encima de los límites legales o los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS); afectan sobre todo a los habitantes de las grandes ciudades que a los de las zonas rurales, aunque poco a poco también se extiende allí; y cerca del 80% de la polución está provocada por el modelo inasumible de movilidad urbana, con el parque automovilístico como gran protagonista.
El contaminante más problemático son las partículas en suspensión (PM10): un 48% de la población respira niveles excesivos de este componente, procedente de la combustión de carburantes fósiles. Después se sitúa el dióxido de nitrógeno (NO2), que afecta al 21% de los ciudadanos y se genera por el tráfico rodado; y, por último, el ozono (O3), que se ceba en las áreas rurales y periurbanas próximas a las grandes poblaciones, sobre todo en las tardes de verano y en zonas con alta concentración de monóxido de carbono.
Comunidades
Por comunidades, Ecologistas en Acción concluye que el 49% de los andaluces respira aire malsano; en Aragón, la ciudad de Zaragoza supera el valor medio anual de PM10 (50 microgramos por metro cúbico); en Asturias 11 de las 17 estaciones de medición superan hasta cuatro veces la media permitida de partículas de suspensión; el 58% de los cántabros respiran las PM10 y en Valladolid también se dispara la media de este contaminante, según los límites de la OMS.
Asimismo, Toledo, Guadalajara y Albacete también lo superan; Barcelona y el valle del Llobregat sobrepasan los límites de NO2 (50 mgr/m3); el 80% de los madrileños sufren las consecuencias de las PM10 y el dióxido de nitrógeno (NO2); en el País Vasco el 67% de la población respira aire contaminado; en Extremadura destaca Cáceres; en Murcia Cartagena; y en Navarra la ciudad de Pamplona, donde dos tercios de sus habitantes respiran de forma regular aire contaminado.
Para realizar el estudio, se han empleado datos facilitados por las redes de medición de las distintas Comunidades, salvo Galicia, Baleares y Canarias (las dos primeras no los facilitaron y los de la última eran insuficientes y parciales). En todas ellas la desinformación y la carencia son la nota predominante, unida a la falta de transparencia o al uso reiterado de descuentos en las mediciones, es decir, incluir determinados contaminantes artificiales entre los efectos naturales de la polución del aire.
Mapa de la contaminación
Así, ante la ausencia de datos de tres regiones y la parcialidad de la mayoría (con la única excepción de Cataluña), Ecologistas en Acción ha trazado un mapa de la contaminación del aire que respiran 38,6 millones de personas, el 85% de la población española.
El mismo concluye que uno de cada dos ciudadanos respira aire por encima de los límites legales o los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS); afectan sobre todo a los habitantes de las grandes ciudades que a los de las zonas rurales, aunque poco a poco también se extiende allí; y cerca del 80% de la polución está provocada por el modelo inasumible de movilidad urbana, con el parque automovilístico como gran protagonista.
El contaminante más problemático son las partículas en suspensión (PM10): un 48% de la población respira niveles excesivos de este componente, procedente de la combustión de carburantes fósiles. Después se sitúa el dióxido de nitrógeno (NO2), que afecta al 21% de los ciudadanos y se genera por el tráfico rodado; y, por último, el ozono (O3), que se ceba en las áreas rurales y periurbanas próximas a las grandes poblaciones, sobre todo en las tardes de verano y en zonas con alta concentración de monóxido de carbono.
Comunidades
Por comunidades, Ecologistas en Acción concluye que el 49% de los andaluces respira aire malsano; en Aragón, la ciudad de Zaragoza supera el valor medio anual de PM10 (50 microgramos por metro cúbico); en Asturias 11 de las 17 estaciones de medición superan hasta cuatro veces la media permitida de partículas de suspensión; el 58% de los cántabros respiran las PM10 y en Valladolid también se dispara la media de este contaminante, según los límites de la OMS.
Asimismo, Toledo, Guadalajara y Albacete también lo superan; Barcelona y el valle del Llobregat sobrepasan los límites de NO2 (50 mgr/m3); el 80% de los madrileños sufren las consecuencias de las PM10 y el dióxido de nitrógeno (NO2); en el País Vasco el 67% de la población respira aire contaminado; en Extremadura destaca Cáceres; en Murcia Cartagena; y en Navarra la ciudad de Pamplona, donde dos tercios de sus habitantes respiran de forma regular aire contaminado.