Las ballenas y los delfines necesitan más áreas protegidas, según científicos de la UICN
09/09/2011 - 11:09
Investigadores expertos en cetáceos estiman que las ballenas y los delfines necesitan una mayor protección a nivel internacional, según señalan en el libro 'Marine Protected Areas for Whales, Dolphins and Porpoises' publicado por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) en el que se apunta la necesidad de aumentar las áreas marinas protegidas.
El 98,7% de los océanos, sin protección
Así, el director del Programa Mundial Marino y Polar de la UICN, Carl Gustaf Lundin considera que, a pesar de que las áreas marinas protegidas están aumentando a un ritmo constante --una "buena noticia para los mayores predadores marinos con grandes hábitats"--, la mayoría de estas áreas son todavía "demasiado pequeñas, demasiado pocas y lejanas entre sí, con una escasa aplicación de la adecuación de la protección de las ballenas y de otros grandes hábitats móviles de animales marinos.
El libro ha sido publicado por Earthscan y la Sociedad de Taylor & Francis para la Conservación de las Ballenas y Delfines con el objetivo de que sirva de llamamiento a los países a acelerar los esfuerzos para conservar los mamíferos marinos a través de una mayor protección de los océanos.
El texto subraya que en la actualidad "únicamente" el 1,3 por ciento de los océanos está protegido, aunque destaca que se están creando "muchas" áreas marinas protegidas nuevas.
Además, el autor del libro y especialista en cetáceos de la UICN, Erich Hoyt, ha examinado los desarrollos actuales y futuros en la protección oceánica.
La UICN destaca que el libro es un recurso clave para los científicos de ballenas y para los gestores de las áreas marinas protegidas. Asimismo subraya que muchas de éstas áreas protegidas para delfines y ballenas se dedican al ecoturismo, por lo que la publicación es "útil" para localizar los focos de las 87 especies de ballenas y delfines distribuidos en 125 países y territorios por todo el mundo.
Así, Erich Hoyt , miembro de la Comisión para la Supervivencia de las Especies de Cetáceos y de la Comisión Mundial de la UICN para Áreas Protegidas, insiste en que al menos 300.000 ballenas y delfines mueren al año en las redes de pesca o en capturas accidentales. "Las ballenas de algunas áreas han sido encontradas escuálidas y apenas un año después del desastre de la plataforma de BP en el Golfo de México, se realiza el mismo comercio en amplias zonas de este golfo y en cualquier otro lugar", ha denunciado.
Por su parte, el coordinador del Proyecto de Conservación de las Ballenas Grises del Oeste, Patricio Bernal, ha asegurado que para salvaguardar los críticos ecosistemas de los océanos y de las especies de mayor movilidad se requiere establecer más "zonas intocables y áreas salvajes" en distintas zonas, sobre todo en las de mayor concurrencia de estas especies.
Finalmente, ha advertido de que los grandes océanos, más allá de las jurisdicciones nacionales, sólo cuentan con unas pocas áreas protegidas y de que sin una protección efectiva ésta extensa área equivalente al 64 por ciento de toda la superficie oceánica, seguirá fuertemente expuesta y explotada en los próximos años.