Las colisiones morales en la sociedad globalizada, a debate

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: VIRGINIA BODEGA
Fundación Siglo Futuro contó ayer con la conferencia de Amelia Valcárcel en el Conservatorio
Amelia Valcárcel, catedrática de Filosofía Moral en la UNED, consejera de Estado y vicepresidenta del Museo del Prado, lleva estudiando e investigando, en los últimos seis años, las principales formas religiosas y sus principales mandatos en el planeta, así como su moral y su historia, observando las colisiones que estas distintas religiones y morales protagonizan en la actual sociedad globalizada.
Ha publicado unos 12 libros y más de 100 artículos y su vida diaria es intensa. Aún así, ayer por la tarde sacó un hueco para estar con la Fundación Siglo Futuro y visitó Guadalajara para exponer Desafíos de una ética global: Religiones. Costumbres y mujeres, en el seno del ciclo de conferencias que desarrolla la entidad guadalajareña.
Las nuevas condiciones en las que vivimos hoy centró su ponencia, en la que ofreció pinceladas del nuevo planeta, “que ha encogido”, convirtiendo las relaciones entre culturas y religiones en mucho más estrechas e intensas, dando lugar a numerosas colisiones, mientras que antes las sociedades ni siquiera llegaban a conocerse entre ellas. Para alumbrar dicha situación, Valcárcel ofreció distintos ejemplos de colisiones que se dan el mundo actual, como la familia africana que pide la placenta de su bebé recién nacido para comérsela o como la poligamia, sin ir más lejos, permitida en unas culturas y rechazada en otras, como la nuestra. “Ahora cabe desplazarse por todo el planeta prácticamente en una semana; nuestras relaciones entre sociedades son mucho más intensas, la gente se mueve; tenemos entre nosotros a gente que viene de África, de Asia, de América”. En esta coyuntura cobra especialmente sentido estudiar todas las sociedades y culturas, al objeto de “vivir responsablemente”, ante este mundo “que se está globalizando”.
En todo esto, la mujer cobra especial importancia, pues protagoniza muchas de estas colisiones morales y religiosas. La idea de “honestidad femenina”, ya “relajada” en España pero presente aún en muchas culturas, fue otra de las ideas de la catedrática y de la que ofreció una visión amplia, instando al debate ético y al estudio de las distintas sociedades.