Las embarazadas que no usan cinturon de seguridad tienen más riesgo de perder el feto
17/12/2010 - 12:34
Como norma básica los cinturones no deben oprimir el vientre. Se colocó con la banda inferior por debajo del abdomen sobre los muslos y ajustarlo al máximo sobre las caderas ciñendo la pelvis, y la banda frontal o diagonal debe pasar sobre la clavícula y entre las mamas, rodeando el abdomen y nunca por delante de este ".
Igualmente, el Dr. Martín destaca la necesidad de consultar siempre con el ginecólogo en caso de alguna pequeña colisión para descartar cualquier tipo de complicación en la madre o problema en el feto. Del mismo modo hace hincapié en que "la gestante con antecedente de abortos o con síntomas de una posible amenaza de aborto no debe viajar en coche y menos aún conducir".
Para el autor del estudio, el embarazo como proceso natural no debe limitar las actividades habituales, como, por ejemplo, la conducción, si bien "una embarazada que conduce y tiene un accidente de tráfico no corre nada menos riesgo que una mujer no gestante, pero sí que se pueden producir complicaciones directamente asociadas a su estado.
El riesgo más grave para el feto, en estos casos, es la defunción materna que traería como consecuencia, casi segura, la muerte del mismo. En el primer trimestre, el principal peligro de sufrir un siniestro es que éste provoque un aborto espontáneo. En el segundo y el tercer trimestre los problemas más importantes,por orden de frecuencia, son el desprendimiento de la placenta, la hemorragia de la placenta, la rotura o la aceleración del útero y la lesión directa fetal, y las posibilidades que se desencadene el parto en las cuarenta y ocho horas siguientes a el accidente se multiplican por dos ".
Igualmente, el Dr. Martín destaca la necesidad de consultar siempre con el ginecólogo en caso de alguna pequeña colisión para descartar cualquier tipo de complicación en la madre o problema en el feto. Del mismo modo hace hincapié en que "la gestante con antecedente de abortos o con síntomas de una posible amenaza de aborto no debe viajar en coche y menos aún conducir".
Para el autor del estudio, el embarazo como proceso natural no debe limitar las actividades habituales, como, por ejemplo, la conducción, si bien "una embarazada que conduce y tiene un accidente de tráfico no corre nada menos riesgo que una mujer no gestante, pero sí que se pueden producir complicaciones directamente asociadas a su estado.
El riesgo más grave para el feto, en estos casos, es la defunción materna que traería como consecuencia, casi segura, la muerte del mismo. En el primer trimestre, el principal peligro de sufrir un siniestro es que éste provoque un aborto espontáneo. En el segundo y el tercer trimestre los problemas más importantes,por orden de frecuencia, son el desprendimiento de la placenta, la hemorragia de la placenta, la rotura o la aceleración del útero y la lesión directa fetal, y las posibilidades que se desencadene el parto en las cuarenta y ocho horas siguientes a el accidente se multiplican por dos ".