Las redes sociales arden con mensajes sobre el coronavirus y un equipo de voluntarios las rastrea en busca de bulos

Estos días de emergencia y confinamiento las redes sociales están a pleno rendimiento. Es nuestra forma de mantenernos informados, pero también desinformados. Y es que seguramente a todos nos han llegado mensajes, de texto, audio o video, a través de WhatsApp, Facebook o Twitter que luego han resultado ser falsos. A veces resultan tan creíbles que nosotros mismos contribuimos a difundirlos con un gesto tan sencillo, y a la vez tan irresponsable, como dando a reenviar.

Pero igual que hay profesionales que luchan contra el virus Covid 19, hay un equipo de cazadores de bulos que se encarga de desmentirlos y evitar su propagación. Se llama VOST, iniciales que responden a Virtual Operation Support, traducido como Equipo de apoyo de operaciones virtuales, más conocidos como equipos de voluntarios digitales en emergencias.

Este grupo está activo desde 2012 y su labor fundamental es “apoyar a los servicios de emergencias a través de las redes sociales”, tal y como explica Gema Ibáñez, coordinadora y portavoz de VOST-Castilla-La Mancha. “Monitorizamos continuamente las redes sociales para desmentir y neutralizar aquellos mensajes que no son ciertos”. Se describen como un servicio de protección civil pero desde las redes sociales, adaptado a los nuevos tiempos y nuevos riesgos.

VOST está formado por voluntarios; son profesionales remunerados o no del mundo de las emergencias, entre ellos hay técnicos de Protección Civil, bomberos, sanitarios, periodistas de emergencias, etc.

La portavoz de VOST-CLM señala que, si hasta ahora su principal objetivo era Twitter, en esta crisis se está produciendo un fenómeno nuevo: un gran incremento de los mensajes virales a través de WhatsApp. Esta red es ahora mismo “el mayor foco de bulos”, afirma. 

Esta experta periodista de emergencias recomienda no continuar la cadena, no reenviar un wasap si no estamos totalmente seguros de que es cierto, porque “un bulo, una información no contrastada, puede hacer más daño que la emergencia en sí, puede generar otra emergencia”, asegura, y pide responsabilidad a los ciudadanos, porque “el bulo se para cuando llega a una persona con sentido común”. 

Estamos usando WhatsApp como canal de información y no es su finalidad.

Nos da un pequeño consejo para no contribuir a la viralización masiva de mensajes falsos: desconfiar a priori de todo lo que nos llegue, pensar antes de reenviarlo y buscar en internet a través de las palabras clave del texto, audio o imagen, que hay de cierto sobre ello. En muchos casos, solo con eso ya nos aparecen las primeras pistas de que es un bulo o directamente los desmentidos.   

Cazadores de bulos
El trabajo de esos voluntarios consiste en rastrear las redes en busca de mensajes falsos y desmontarlos. Para ello acuden a fuentes oficiales, trabajan de forma coordinada con instituciones y administraciones, y desmienten el bulo a través del hashtag #StopBulos. Cuando es posible acuden a la fuente original que ha lanzado el mensaje para aclararlo. “A veces son buenos samaritanos que quieren ayudar pero se consigue el efecto contrario”. 

Durante estos días son muchos los bulos que han tenido que desmentir sobre el coronavirus, tales como el listado de desplazamientos permitidos y prohibidos por la nueva normativa derivada del estado de alarma; los remedios caseros que circulan para combatir el Covid19, el  que afirmaba que el Ibuprofeno agrava los síntomas provocados por el coronavirus, el que decía que un hospital de la Comunidad de Madrid había sido declarado libre de enfermedad, el cierre de la Comunidad de Madrid, y un largo etc. Algunos cuentan con lo que parece ser el sello oficial de algún organismo, pero no debemos dejarnos engañar por ello.

La avalancha de mensajes que inunda en estos momentos nuestras pantallas digitales se debe entre otras cosas a que se trata de una emergencia global, que afecta a todo el mundo, cosa que no se ha dado en otras emergencias, y que es algo nuevo y cambiante, cada día surgen noticias nuevas relacionadas con la epidemia que pueden contribuir a la confusión. En este marco, cobra más importancia, si cabe, la información veraz y contrastada y acudir a fuentes oficiales.

Por otro lado, la tecnología nos convierte a todos en potenciales emisores y hay que tener en cuenta, apunta Ibáñez, que estamos más tiempo en casa y buena parte de él lo pasamos conectados a las redes. A este respecto, añade que podemos aprovechar ese tiempo “para verificar los mensajes que nos llegan antes de pasarlos”.

 Asimismo, recuerda que difundir noticias falsas está tipificado como delito, no es un asunto menor. También indica  que se puede contactar con VOST a través de sus redes sociales para informar de bulos o contrastar mensajes.