Las tarántulas ayudan a estudiar las fobias humanas
Un grupo de científicos que empleó tarántulas para investigar el temor
humano halló que el cerebro responde de manera distinta a las amenazas
según la proximidad, la dirección y la gravedad de la misma.
Investigadores de la Unidad de Cognición y Ciencias del Cerebro de
Cambridge, en Inglaterra, usaron imágenes por resonancia magnética
funcional para rastrear la actividad cerebral en 20 voluntarios mientras
observaban a una tarántula ubicada cerca de sus pies, y que luego se
les acercaba.
Sus resultados sugieren que diferentes componentes de la red de temor
en el cerebro cumplen funciones específicas de respuesta a la amenaza y
podrían ayudar a los científicos a diagnosticar y tratar a pacientes
que padecen fobias clínicas.
"Hemos demostrado que no es una estructura simple en el cerebro, se
trata de una serie de partes diferentes de la red de temor que trabajan
juntas para orquestar la respuesta de miedo", dijo Dean Mobbs, quien
dirigió el estudio.
El equipo de Mobbs evaluó la actividad cerebral de los voluntarios
durante tres etapas: primero cuando la tarántula estaba en una caja
compartimentada cerca de sus pies; luego cuando se movía a zonas más
cercanas o lejanas dentro de la caja; y cuando la araña caminaba en
distintas direcciones.
"Al parecer, cuando una araña que está bastante lejos se acerca a
uno, uno ve un cambio de las regiones de ansiedad del cerebro a las de
pánico", señaló Mobbs.
El experto indicó que hubo más actividad en el centro de respuesta de
pánico en el cerebro cuando la tarántula se acercaba que cuando se
retiraba, más allá de cuán cerca estaba en primer lugar.
Mobbs explicó que los voluntarios en realidad observaron un elaborado
video de una tarántula que creían que estaba cerca de sus pies, dado
que hacer que la araña produzca los mismos movimientos con cada
voluntario hubiera sido imposible.
Los científicos también le preguntaron a los voluntarios de antemano
cuán asustados creían que podían estar por la tarántula y encontraron
que quienes pensaban que estarían más asustados tenían luego una falsa
impresión sobre cómo de grande era la araña.
Los expertos creen que este "error de previsión" podría ser la clave
en las personas que desarrollan una fobia, que es un miedo irracional,
intenso y persistente a ciertas cosas, personas, animales o situaciones.
"Este sería un mecanismo cognitivo por el cual las personas adquieren
fobias", dijo Mobbs, quien explicó que dado que la expectativa de gran
temor haría que la persona exagere el tamaño de la amenaza en su mente,
podría disparar un "efecto cascada", distorsionando otros procesos
cerebrales.