Lituania, nueva y sorprendente

24/03/2011 - 10:09 Redacción

Lituania es un país en el que se compaginan estupendamente los grandes avances de la civilización moderna con el patrimonio histórico cultural, las costumbres y tradiciones antiguas, y la belleza de una naturaleza única.


En este país podemos encontrar un intenso torbellino de vida cultural y diversiones: conciertos de música folklórica, clásica y moderna; también se puede disfrutar con los espectáculos de teatro, las fiestas tradicionales, y el ritmo y azar desatados en las diversiones nocturnas. También son famosas las competiciones deportivas. Las grandes estrellas lituanas del baloncesto son conocidas en todo el mundo.

Esta tierra es un oasis de descanso: se puede elegir entre los balnearios con manantiales de aguas minerales, o aquellos refrescados por el viento de la costa. También se puede acudir a los parques nacionales o regionales de singular belleza, o a las fincasdelospueblos, en los que se respira paz. 

Durante un periodo corto después del restablecimiento de su independencia, Lituania consiguió magníficos resultados:embellecimiento de las ciudades, aumento rápidode la infraestructura de todo tipo de servicios, etc. 

Vilnius

Ciudad patrimonio de la UNESCO desde 1994. En ella se pueden contemplar: palacios blancos, que recuerdan las bellas ciudades antiguas del sur de Europa; laberintos de estrechas calles; patios cerrados: en cada uno de ellos se pueden descubrir los característicos secretos de la edad media. En la confluencia de los ríos Neris y Vilnel?s, encontramos la Catedral, la famosa Torre de Gedimino y las mansiones de los grandes duques lituanos.

Cerca de allí está situada el Alma Mater: el conjunto arquitectónico que compone la Universidad de Vilnius, en la que encontramos doce patios, dónde resuena el alboroto estudiantil desde hace ya cuatrocientos años.

A pocos metros de la universidad, se contemplan los palacios más bonitos de la capital: los palacios presidenciales; más adelante, otros palacios, monumentos, etc.

El barrio antiguo de la ciudad es el más grande de Europa Central. Si quieren ver la ciudad de los cuentos, echen una mirada a Vilnius desde las colinas que lo rodean: las torres de las iglesias y las cúpulas de las iglesias ortodoxas, le parecerán una vista estupenda. 

Para conocer algunos reflejos del doloroso periodo por el que ha pasado este país, merece la pena visitar: el museo de las víctimas del genocidio, conocido como el museo de la KGB, el museo de las esculturas soviéticas, llamado Gr?to parkas, y el museo de la base de misiles militares de Plokštin?, un museo militar. Junto a ello, existen increibles museos al aire libre: museo al aire libre de Rumšišk?s, la mística finca-museo de Orvydai, el conocido Europos Parkas, el museo etnocosmológico, en el museo de la apicultura.

Y en Kaunas el museo de arte del artista y maestro ?iurlionis y la colección de Žilinskas, que contiene obras de los artistas de todo el mundo. Por último, podrá pasar un rato divertido en el museo de los demonios, viendo las más extrañas expresiones de los diablillos. 

En toda Lituania, es fácil contemplar antiguas fincas rodeadas de parques, molinos de agua y todo un patrimonio de estilo arquitectónico de madera: iglesias, pueblos… Es original de la tradición artística lituana el llamado Kryždirbyst? (fabricación de cruces artísticas), que está inscrito en la lista de obras de arte de la UNESCO.

La Colina de las Cruces, junto a Šiauliai, es otro lugar muy frecuentado por turistas, extranjeros y devotos. El impresionante quinteto de colinas que se encuentra en la primera capital de Lituania (Kernav?), fue inscrito en la lista de patrimonio cultural del mundo de la UNESCO, en el año 2004. Si viaja a Trakai, al ver la torre más alta de Europa Oriental –construida sobre una isla del lago-, les parecerá estar viendo un espejismo… 

Resultan interesantes los grandes centros comerciales de Vilnius: Uno de ellos se luce por su abundancia de tiendas, y salones de descanso, además de ser una imponente construcción. El otro es un complejo completo de diversiones: ocho salas de cine, bolera, sala de billar, e incluso una pista de patinaje. Tiene tiendas para el bolsillo de todos: desde una moda sencilla, hasta los nombres de la moda mundial. 

Por las tardes, le queda decidir el lugar: si prefiere el jazz en “vivo”, rock, música vocal o instrumental, guitarra, o la melodía del violín, o si opta por dejarse llevar por los ritmos de Latino América o de la música de nuestros pueblos. Al atardecer, en las discotecas, podrá vivir una verdadera pasión por el baile, que dura hasta la mañana: aquellos que las frecuentan disfrutan con los ritmos de las canciones de occidente. 

Incluso, si lo desea, puede organizar viajes cortos a Lituania: un fín de semana, festejar aquí un aniversario familiar, o celebrar las navidades, totalmente nevadas. Esos viajes podrían proprcionarle un ramillete de bonitas impresiones.