Llega a España el primer 'stent' biorreabsorbible para tratar obstrucciones coronarias
Médicos del Hospital Clínico San Carlos de Madrid han utilizado por primera vez en España un dispositivo vascular todavía en investigación para tratar obstrucciones coronarias todavía en investigación que, a diferencia de los 'stent' metálicos convencionales, es absorbido por el organismo apenas dos meses después de la operación.
Esta nueva técnica ha sido desarrollada por la farmacéutica Abbott con el objetivo de restaurar el flujo sanguíneo mediante la apertura del vaso obstruido proporcionando soporte mientras éste cicatriza. Tras probarse en otros países, con estas intervenciones se inicia un estudio en España, en el que también participan el Hospital Universitario de La Paz (Madrid) y el Hospital Meixoeiro de Vigo.
Según ha explicado el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos, Carlos Macaya, autor de las dos primeras intervenciones realizadas en España con este dispositivo, "el objetivo es que en un futuro pueda sustituir al 'stent' metálico de toda la vida".
Esto será posible ya que la intervención, según ha explicado en declaraciones a Europa Press, es "la misma que se lleva a cabo para implantar un 'stent' y solo cambia el material del dispositivo utilizado".
Así, a diferencia de las mallas metálicas convencionales, esta técnica está hecha de poliláctido, un probado material biocompatible que se usa frecuentemente en implantes médicos así como en suturas que se disuelven.
Al no dejar un implante permanente en el cuerpo del paciente, el vaso tratado recupera su capacidad vasomotora como lo haría un vaso sano mientras que el dispositivo vascular se va a degradando hasta desaparecer de la pared de la arteria "dos meses después de la intervención".
La operación suele durar entre 20 y 30 minutos y, al día siguiente, el paciente puede recibir el alta hospitalaria, tras la que tan sólo debe pasar una revisión meses más tarde "para comprobar que se ha eliminado correctamente".
"Los 'stent' convencionales requieren un seguimiento más continuado para analizar posibles riesgos", explica Macaya, como el riesgo de trombosis arterial.
Para ello, estos pacientes deben seguir un tratamiento de antiagregación plaquetaria con 'Aspirina' y clopidogrel "como mínimo durante un año y muchos de ellos de por vida", mientras que con este dispositivo "a partir de seis meses se les puede quitar el antitrombótico que es muy potente y quedarse con aspirina", lo que reduce el riesgo de trombos.
Igualmente, "si el paciente tiene una lesión en el futuro y hay que tratarla con cirugía o bien con otra angioplastia, será más fácil que si tiene una malla metálica, porque en estos casos no se puede poner un 'bypass' o un segundo 'stent'".
Los dos pacientes intervenidos este miércoles son los primeros de España en los que se utiliza esta técnica pero "todavía queda comprobar sus efectos a medio y largo plazo" por lo que, de confirmar su eficacia, "en 2012 o 2013 se podría generalizar su uso y ampliarse a nuevas indicaciones".
Además, deberán analizar su eficacia en distintos grupos de pacientes, ya que en este estudio sólo se está evaluando su uso en pacientes con lesiones coronarias estables, "pero no en aquellos que presentan una lesión aguda o han padecido un infarto de miocardio".