Lo mejor de cada continente en la Guadalajara más diversa, en plenas Ferias y Fiestas

11/09/2022 - 20:38 M.Pérez/P.Campos

El desfile de carrozas ha sido la antesala de la esperada Semana Grande de la capital. 

Tras el pregón cultural que tuvo lugar el pasado miércoles en el Teatro Auditorio Buero Vallejo y la procesión de la Virgen de la Antigua del jueves, las fiestas patronales de Guadalajara van ganando en intensidad. Ya asoman los primeros gigantes y cabezudos, las primeras verbenas, certámenes musicales, actos deportivos, culturales y solidarios, así como actividades infantiles. 
    Con la cuenta atrás para el gran chupinazo de peñas, guadalajareños y visitantes volvieron a flanquear el centro de la ciudad para recibir a comparsas de baile, carrozas, y animales flotantes y unos jovencísimos actores, bailarines y coreógrafos. 
    Desfilaron cuatro carrozas, y más de 150 personas, que representaban los estereotipos de los cinco continentes. Abría la comitiva Europa, escultorizada por los más típico del viejo continente y diez personajes propios. Tiroleses, sevillanas, guardias británicos en clave femenina, mucho más simpáticas y una ‘gélida’ corte de ocho esquimales y su iglú, que sudaron la gota gorda en una Guadalajara a 30 grados al anochecer.
    La segunda comitiva simbolizaba a Oceanía. Iba acompañada por una comparsa ataviada de estereotipos de la Polinesia con su hawaiana rodeadas de un grupo de varones con antorchas de fuego,  también le seguía una comparsa de bailes egipcios, el Ballet de Rafa Felipe con una gran coreografía y algunos hinchables gigantes que caracterizaban esfinges, tarántulas, momias, ... a las que seguía la Batucada Zubba que marca el ritmo del grupo de brasileños y su típicos bailes de cadera. Toda una mezcolanza de culturas y tradiciones. Lo cerraban las catrinas mejicanas, los sonidos de Méjico lindo y querido y los archiconocidos esqueletos gigantes. También  desfiló un colorido grupo de baile de Ecuador, perfectamente caracterizado que hacía volar sus faldas y nos transportaban al otro lado del charco.
     La tercera carroza emulaba los estereotipos americanos, con los típicos ejecutivos, pero con una importante variación que aportaba a esta figura seria, adinerada y con corbata, una pincelada humorística y pintoresca. Hombres y mujeres con sus maletines, cada uno vestido con un color estridente que hacía un guiño a la bandera LGTBI. Detrás, un grupo de bailes latinos muy animados que lograron arrancar también a estos modernos empresarios. 
    El último cortejo del desfile recogía las excelencias de África, con un misterioso y exótico ballet de máscaras africanas muy bien acompasado y que interactuaba con el público para presentar sus delicadas y armoniosas mascaradas. En la carroza, animales de la selva, representantes de tribus indígenas y verdor de la Amazonia.  Zancudos saltarines muy simpáticos que acompañaban a una comparsa india con un elefante, un grupo de artes marciales, monjes shaolin, geishas, damas orientales y un séquito de hinchables gigantes con animales y recuerdos de Asía cerraban el desfile de fiesta. 
    Un simpático panda panza arriba comiendo bambú, farolillos, el típico perro de colores, el pez y un carismático dragón XXL servían  para decir adiós a toda la comitiva de este desfile de la Guadalajara más diversa y multicultural.