Los alumnos del CAI número tres de Alovera suben a La esfera viva
01/10/2010 - 09:45
Por: Redacción
ALOVERA
Los alumnos del CAI municipal número tres de Alovera han tenido la oportunidad de conocer el mundo animal subidos en una esfera de más de dos metros de longitud. Casi un centenar de niños y niñas del último Centro de Atención a la Infancia que ha abierto sus puertas en la localidad han disfrutado de una clase teatralizada que presentaba las diferencias de la naturaleza y el mundo animal.
La esfera viva es un proyecto pedagógico que desarrolla distintos programas de animación para presentar de una manera divertida la realidad del mundo que nos rodea. A través del teatro educativo, los responsables de este proyecto adaptan la temática y la escenografía a la edad de los alumnos ante los que se presentan. En el caso de las tres representaciones de esta mañana, que se han desarrollado desde las 9,30 a las 11,45 horas, La esfera viva enseñaba a los alumnos de uno y dos años las diferencias existentes entre los animales de granja, domésticos y salvajes; mientras que aquellos de dos y tres años realizaron un interesante viaje al fondo del mar en batíscafo para contemplar la diversidad de fauna y flora que lo componen.
UNA ESFERA MÁGICA
Repartidos en tres grupos de 30 alumnos cada uno, los pequeños han aprendido las diferencias existentes entre los animales de acuerdo al entorno en el que viven y la relación que mantienen con el hombre. Andrés y Pepa han sido los encargados de acompañar a los niños y niñas en este apasionante recorrido por la granja y el mundo natural en el que viven los animales salvajes.
En un segundo plano, la esfera se ha transformado en un barco primero y después en un batíscafo. En la superficie, los pequeños marineros han contemplado el movimiento del mar, conocido las aves que permanecen cerca de las costas o las especies marinas que de vez en cuando emergen para alimentarse. Ya en el interior del batiscafo, ha sido muy sencillo conocer a los animales que habitan las profundidades del mar y descubrir la riqueza de su flora. Y qué decir de los submarinistas que los alumnos del CAI de Alovera han conocido en medio de su excursión submarinista por el fondo del océano.
Las dos actividades teatrales han captado desde el primer minuto la atención de los alumnos que, de una manera distendida y tomándolo como un juego, han aprendido a identificar a los animales marinos, de granja, domésticos y salvajes, además de conocer su hábitat de desarrollo. Y todo ello, englobado en la adquisición de valores tan importantes como el respeto y el aprecio por el medio natural en general. Sin duda, fueron múltiples las preguntas que plantearon los pequeños a los habitantes de esta esfera viva.
UNA ESFERA MÁGICA
Repartidos en tres grupos de 30 alumnos cada uno, los pequeños han aprendido las diferencias existentes entre los animales de acuerdo al entorno en el que viven y la relación que mantienen con el hombre. Andrés y Pepa han sido los encargados de acompañar a los niños y niñas en este apasionante recorrido por la granja y el mundo natural en el que viven los animales salvajes.
En un segundo plano, la esfera se ha transformado en un barco primero y después en un batíscafo. En la superficie, los pequeños marineros han contemplado el movimiento del mar, conocido las aves que permanecen cerca de las costas o las especies marinas que de vez en cuando emergen para alimentarse. Ya en el interior del batiscafo, ha sido muy sencillo conocer a los animales que habitan las profundidades del mar y descubrir la riqueza de su flora. Y qué decir de los submarinistas que los alumnos del CAI de Alovera han conocido en medio de su excursión submarinista por el fondo del océano.
Las dos actividades teatrales han captado desde el primer minuto la atención de los alumnos que, de una manera distendida y tomándolo como un juego, han aprendido a identificar a los animales marinos, de granja, domésticos y salvajes, además de conocer su hábitat de desarrollo. Y todo ello, englobado en la adquisición de valores tan importantes como el respeto y el aprecio por el medio natural en general. Sin duda, fueron múltiples las preguntas que plantearon los pequeños a los habitantes de esta esfera viva.