Los conquistadores españoles de América trajeron el tifus a Europa
Mediante el estudio de la pulpa dental de esqueletos
enterrados en Douai (norte de Francia), investigadores galos han
identificado los agentes patógenos responsables de la denominada fiebre
de las trincheras y el tifus. Publicado en la revista PLoS One, este
trabajo revela por primera vez la presencia de tifus en Europa a
principios del siglo XVIII y da más peso a la hipótesis de que esta
enfermedad podría haber sido importada a Europa por los conquistadores
españoles que regresaban de las Américas.
Entre 1710 y 1712, mientras que Luis XIV estaba librando una guerra
con el resto de Europa por la sucesión española, la ciudad de Douai, en
el norte de Francia fue sitiada en varias ocasiones. En 1981, durante
unos trabajos de construcción de inmuebles, fosas comunes de aquella
época fueron descubiertas en la ciudad. Los esqueletos fueron sometidos a
estudios de paleomicrobiologia dirigidos por Didier Raoult, del Centro
de Enfermedades Infecciosas francés (CNRS).
La forma en que los esqueletos encontrados en las fosas comunes
fueron presentados y la ausencia de las lesiones físicas causadas por
las armas apuntó como causa de muerte a una epidemia, posiblemente más
letal que las batallas que tuvieron lugar durante el asedio de Douai. El
análisis de biología molecular permitió al equipo identificar el agente
patógeno responsable de la epidemia.
Utilizando ADN extraído de la pulpa dental, los científicos
identificaron el ADN de la bacteria responsable de la fiebre de las
trincheras (Bartonella quintana) y sobre todo el tifus (Rickettsia
prowazekii). Esta es la primera demostración de la presencia en Europa
del agente del tifus, una enfermedad infecciosa transmitida por los
piojos.
El mismo equipo de científicos ya había revelado la presencia de
estos agentes patógenos de un siglo después en los ejércitos
napoleónicos. La determinación del genotipo de Rickettsia prowazekii
demuestra que es la misma bacteria que más tarde se convirtió en moneda
corriente en España, lo que apoya la hipótesis de que el tifus fue
importado a Europa por los conquistadores españoles a principios del
siglo XVIII.