Los diabéticos corren cinco veces más riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares que el resto de la población
Los diabéticos tienen un riesgo de desarrollar una enfermedad
cardiovascular cinco veces superior al del resto de la población, lo que
reduce su esperanza de vida "entre siete y 10 años" y aumenta sus
posibilidades de sufrir un ataque cardíaco mortal.
Así lo recuerda en vísperas del Día Mundial de la Diabetes, que se
celebra este domingo, 14 de noviembre, la Sociedad Europea de
Cardiología (SEC), que insiste en que, con medidas sencillas, se puede
ralentizar el avance de la enfermedad y mejorar la vida del paciente.
La urgencia de controlar esta situación se ve apremiada por la
previsión de que, para 2050, la cifra de diabéticos a nivel mundial
puede alcanzar los 330 millones, el 3 por ciento de la población.
Los mecanismos que vinculan la aparición de la diabetes con el
posterior desarrollo de enfermedades cardiovasculares incluyen niveles
de lípidos superiores a la media, inflamación de las paredes vasculares,
hipertensión y excesos del denominado colesterol 'malo'.
Adicionalmente, los efectos del tabaquismo son, dicen,
"particularmente potentes para los diabéticos, con un dramático
incremento de sus tasas de mortalidad como resultado inevitable".
A pesar de esto, la mayoría de los diabéticos pueden aliviar en gran
medida los síntomas de enfermedad cardiovascular siguiendo una dieta y
eligiendo un estilo de vida saludable.
La diabetes tipo 2, la "epidemia" del futuro
Para el profesor Joep Perk, de la Universidad Linneaus de Suecia,
miembro de la Asociación Europea de Prevención y Rehabilitación
Cardiovascular (EACPR, por sus siglas en inglés) y portavoz de la SEC,
"el impacto del aumento de los niveles de obesidad está convirtiendo la
diabetes tipo 2 en una epidemia".
"Se trata --asegura-- de un problema muy serio para los profesionales
de la sanidad debido al coste del tratamiento, pero también para los
cardiólogos que ahora ven la prevención de la diabetes como uno de los
principales retos sanitarios".
"Cerca del 60 por ciento de los pacientes cardiovasculares son, en la
actualidad, prediabéticos o diabéticos, lo que refleja un significativo
incremento en relación con las cifras de hace 20 años".
Así, la SEC urge a los pacientes con diabetes que presenten también
enfermedades cardiovasculares a cumplir cuatro recomendaciones claves
para su salud: tener una dieta saludable, hacer más ejercicio, dejar de
fumar y limitar su consumo de alcohol.
"Siguiendo estos consejos de sentido común conseguiremos un impacto
muy positivo en la progresión de las enfermedades cardiovasculares.
Aunque son buenas recomendaciones para los no diabéticos, para los
diabéticos literalmente son una cuestión de vida o muerte", dice Perk.
Tema prioritario en las agendas
"Las complicaciones de las enfermedades cardiovasculares añadidas a
los efectos subyacentes de la diabetes son una peligrosa combinación que
debe ser evitada a toda costa. Por este motivo subrayamos la
importancia de realizar cambios en la dieta y el estilo de vida para
manejar la progresión de las enfermedades del corazón", recalca.
Para la SEC, las estrategias de prevención en un sentido más amplio
están subiendo en la lista de prioridades de las agendas de salud. El
estudio pionero de la Alianza de Enfermedad Crónica en este sentido ha
sido reconocido recientemente con el Premio de Salud Europeo 2010.
Esta alianza está formada por la Sociedad Europea de Cardiología y
otras nueve organizaciones sanitarias sin ánimo de lucro, entre las que
se incluye la Federación Internacional de Diabetes. El objetivo de sus
propuestas, entre ellas limitar la sal en la comida preparada, es
mejorar la dieta y los estilos de vida para prevenir enfermedades
crónicas.