Los familiares de los presos políticos, a la espera de las mejoras

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
CUBA
Los familiares de los presos políticos y de conciencia están a la espera del inicio del traslado de los prisioneros a cárceles situadas en sus lugares de procedencia y a hospitales, en el caso de los que se encuentran en delicado estado de salud, sin que hasta el momento el Gobierno de la isla haya confirmado esta información que divulgó este fin de semana el periodista Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde hace tres meses.
En las primeras horas de este lunes, las autoridades cubanas no habían establecido contacto con ninguno de los familiares de los presos políticos sin que se hayan difundido más detalles de este proceso, informó a Europa Press el portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn), Elizardo Sánchez. Se estima que entre unos 15 y 17 presos se encuentran cumpliendo pena fuera de sus provincias de origen, pero se desconoce cuántos serán reubicados en centros penitenciarios cerca de sus viviendas. Tampoco se tiene certeza del número de prisioneros enfermos que serán ingresados en hospitales, indicó Sánchez.
“No ponemos en duda que sean pocos (los prisioneros beneficiados) porque este Gobierno actúa de manera mezquina cuando se trata de decisiones referentes a los Derechos Humanos”, expresó Sánchez, al resaltar que seguirán insistiendo por la liberación de “todos” los presos políticos. Una autoridad del Gobierno de Raúl Castro informó al cardenal Jaime Ortega del traslado de estos detenidos, según confirmó Fariñas, noticia que generó una gran expectativa en la disidencia de la isla que agradeció la intervención de la Iglesia Católica en la situación que viven actualmente los prisioneros políticos, que suman unos 200, según cifras no oficiales.

La portavoz de las Damas de Blanco, Laura Pollán, informó a Europa Press de que, por el momento, las autoridades judiciales no han establecido contacto con los familiares de los prisioneros.
“La información que tenemos es la misma que ha sido divulgada”, acotó Pollán, esposa de Fernando Maseda, quien se encuentra detenido en prisión de Agüica, en la provincia de Matanzas, a 190 kilómetros al este de La Habana.

Por su parte, el ex preso de la Primavera Negra Oscar Espinosa Chepe dijo a Europa Press que en estos casos “hay que ser cautelosos” porque se debe esperar primero a que se concreten las acciones para poder sacar conclusiones. “He hablado con unos 12 prisioneros y están a la expectativa, esperando a ver que se decide”, indicó.

PRESOS ENFERMOS

Los prisiones que se encuentran enfermos --principal motivo de la huelga de hambre de Fariñas-- también podrían ser trasladados a hospitales para recibir atención médica especializada o a sus hogares sin perder su condición de detenido, según ha informado a Europa Press Irene Viera, esposa del preso político Julio César Gálvez Rodríguez.

“No nos han precisado todavía ni cuántos serán (los beneficiados) ni a dónde los van a trasladar, si a hospitales o a los hogares, eso no ha quedado claro porque nadie se ha puesto en contacto con nosotros”, dijo Viera.

Gálvez Rodríguez, de 65 años, tiene una salud “bastante precaria” porque presenta “al menos 15 patologías, todas ellas crónicas” como hipertensión arterial, hígado graso, depresión, esclerosis múltiple degenerativa, trastornos digestivos y artrosis cervical. Actualmente, está pendiente de una operación de una fístula periapical.

A este respecto, Pollán, líder de la organización que integra a los familiares de los presos de la llamada Primavera Negra de 2003, estima que la mitad de los presos, es decir, unos 100, se encuentran enfermos y requieren de atención médica. “De ese grupo unos 34 son de los de conciencia, de los cuales 12 o 13 están en estado crítico”, comentó.

GESTO “POLÍTICO”

La noticia sobre el posible traslado de presos políticos a otras cárceles y hospitales ha generado expectativas tanto dentro como fuera de la isla, ante un gesto del Gobierno de Castro que ha sido calificado como “político” por personas como Elizardo Sánchez y otros opositores que han pedido “cautela”.

“Esta decisión política del régimen es, más que todo, para mejorar la imagen internacional, muy deteriorada tras la muerte de Orlando Zapata Tamayo (el pasado 23 de febrero), que el Gobierno dejó morir y que se ha deteriorado aún más con la huelga de Fariñas”, recordó Sánchez.

No obstante, en lo que la mayor parte de la disidencia coincide es en el papel determinante que ha jugado el clero en esta decisión. Espinosa Chepe cree que la Iglesia Católica “es la mejor interlocutora para buscar una solución de reconciliación nacional” en Cuba. “Los presos políticos con los que he hablado apoyan esta gestión y creemos que es la mejor salida”, acotó.

Para Espinosa Chepe, “ésta es la primera vez que se ve una cosa tan seria” en lo que se refiere a las negociaciones del régimen comunista de la isla con otros interlocutores a favor de la oposición. “No creo que el Gobierno esté jugando con la Iglesia”, consideró.