Los hoteles más insólitos de la península ibérica
07/12/2011 - 10:48
Para los gourmets, para los apasionados por la historia, la música, la astronomía o el cine... Pero también para los que no temen dormir en un iglú de hielo o en una cabaña encaramada a un árbol, para los que prefieren el lujo de una isla privada o los que optan por pasar una noche diferente en un antiguo vagón de tren, en un tipi indio o en plena dehesa extremeña. Este es el variopinto retablo de propuestas que ofrece la guía Hoteles insólitos en España y Portugal, que la editorial francesa Jonglez acaba de lanzar, una recopilación de más de una cincuentena de alojamientos originales y siempre sorprendentes desparramados por la Península Ibérica.
De este modo, los autores de la guía, el periodista David Revelles y el fotógrafo Oscar Elías, han recopilado por primera vez lo más selecto del elenco de alojamientos singulares e insólitos desparramados por España y Portugal como lo demuestra el repertorio de hoteles que desfilan en la guía: desde B&B de lujo a cabañas de paja, pasando por hoteles urbanos, hospederías de monasterios y palacios.
SÓLO PARA CURIOSOS
Se trata, por tanto, de hoteles que trascienden la categoría de lugar de paso, de una simple cama donde dormir, para convertirse en un destino en sí mismo. Eso sí, los hay para todos los gustos. De hecho, los mitómanos disfrutarán en grande ya que la guía no sólo centra su atención en hoteles, sino también en los secretos de un ramillete de contadas habitaciones que, sólo por alojar personajes especiales merecen una mención específica. No es baladí: dormir en la misma estancia en la que lo hicieron en su día The Beatles en su único concierto en Barcelona, o donde Grace Kelly y el príncipe Rainiero de Mónaco pasaron su luna de miel no se hace todos los días.
Como explican los autores de la guía, "el principal objetivo de esta guía es ofrecer al cada vez mayor número de personas deseosas de alojarse en hoteles con personalidad propia, opciones de hoteles alejados de los clásicos. El libro es, por tanto, un guiño de complicidad a la curiosidad del lector y futuro huésped, además de una herramienta para convertir una noche de descanso en algo mucho más intenso: en una experiencia única".
"Para dar fe de ello ahí están el carromato-hotel del Circo Raluy, el Hotel Plaza de Toros de Almadén, en Ciudad Real, u O Semáforo, un antiguo faro reconvertido en hotel que sigue oteando el Atlántico desde Finisterre", apostilla Thomas Jonglez, editor de la guía y director de la editorial que, desde hace tres años, publica con gran éxito de ventas este formato de guías. Lo mejor de todo, es que, como demuestra la guía, singularidad y exclusividad no tiene por qué ser sinónimo de caro o lujo desmedido: el libro recoge opciones que van desde los 30 la noche a los 100.000 por semana que cuesta, por ejemplo, alquilar la isla privada de Tagomago (Ibiza).
De lo que no hay duda, sea cuál sea el perfil del cliente, sus gustos y su presupuesto, es de la moraleja que lega esta guía: el hotel anodino e impersonal ha muerto; ¡Viva el hotel insólito!
SÓLO PARA CURIOSOS
Se trata, por tanto, de hoteles que trascienden la categoría de lugar de paso, de una simple cama donde dormir, para convertirse en un destino en sí mismo. Eso sí, los hay para todos los gustos. De hecho, los mitómanos disfrutarán en grande ya que la guía no sólo centra su atención en hoteles, sino también en los secretos de un ramillete de contadas habitaciones que, sólo por alojar personajes especiales merecen una mención específica. No es baladí: dormir en la misma estancia en la que lo hicieron en su día The Beatles en su único concierto en Barcelona, o donde Grace Kelly y el príncipe Rainiero de Mónaco pasaron su luna de miel no se hace todos los días.
Como explican los autores de la guía, "el principal objetivo de esta guía es ofrecer al cada vez mayor número de personas deseosas de alojarse en hoteles con personalidad propia, opciones de hoteles alejados de los clásicos. El libro es, por tanto, un guiño de complicidad a la curiosidad del lector y futuro huésped, además de una herramienta para convertir una noche de descanso en algo mucho más intenso: en una experiencia única".
"Para dar fe de ello ahí están el carromato-hotel del Circo Raluy, el Hotel Plaza de Toros de Almadén, en Ciudad Real, u O Semáforo, un antiguo faro reconvertido en hotel que sigue oteando el Atlántico desde Finisterre", apostilla Thomas Jonglez, editor de la guía y director de la editorial que, desde hace tres años, publica con gran éxito de ventas este formato de guías. Lo mejor de todo, es que, como demuestra la guía, singularidad y exclusividad no tiene por qué ser sinónimo de caro o lujo desmedido: el libro recoge opciones que van desde los 30 la noche a los 100.000 por semana que cuesta, por ejemplo, alquilar la isla privada de Tagomago (Ibiza).
De lo que no hay duda, sea cuál sea el perfil del cliente, sus gustos y su presupuesto, es de la moraleja que lega esta guía: el hotel anodino e impersonal ha muerto; ¡Viva el hotel insólito!