Los jóvenes consumen música, pero no la compran
01/10/2010 - 09:45
Por: TOMÁS GARCÍA YEBRA. COLPISA
Entre las actividades prioritarias de los jóvenes españoles se encuentra la de escuchar música (sólo se ve superada por la de salir con los amigos), pero solo unos pocos los fans de un determinado cantante o grupo- contemplan la necesidad de pagar el producto.
La gran mayoría descarga las canciones a través de la redes P2P (intercambio de archivos a través de ordenadores) y se reserva la paga de los padres para asistir a conciertos de sus artistas favoritos, aseguró el presidente de Promusicae, Antonio Guisasola, entidad que aglutina a gran parte de las discográficas españolas. Esta es una de las principales conclusiones del Estudio cualitativo sobre actitudes hacia el uso y consumo de música en España, informe elaborado por la empresa de estudios sociológicos GFK Emer Ad Hoc Research.
La investigación de GFK se ha circunscrito a dos grupos específicos de población, los escolares de 15 a 17 años y los universitarios de 18 a 24. Entre ambos varía el perfil de sus cantantes predilectos, pero no las actitudes generales en torno al consumo musical, dijo Guisasola. La música está por encima de otras siete actividades estelares de los jóvenes: navegar por internet, ver películas, hacer (o ver) deporte, hablar por el móvil, ir de compras, jugar con la play y ver series de televisión. La lectura, según el informe, tiene carácter residual.
Los entrevistados GFK entrevistó a ocho jóvenes de cada grupo, cifra que considera suficiente para comprobar tendencias- confiesan ser plenamente conscientes de que el intercambio de música a través de redes P2P (Emule, Edonkey, BitTorrent o Ares) perjudica a los artistas y a la industria discográfica, pero en su descargo argumentan que la música es demasiado cara. Ellos mismos reconocen que si no se implantan medidas disuasorias, como las existentes en Francia, continuarán bajándose música gratis, afirmó Guisasola. En Francia aparecen avisos a los usuarios cuando estos pretenden consumir productos musicales o cinematográficos de matute. En España podríamos hacer lo mismo que nuestros vecinos, es decir, amenazar a los infractores con cortarles la conexión a internet, pero hay poco voluntad política para llevarlo a cabo, subrayó el director de Promusicae.
Frikis
Muchos jóvenes no quieren tener más cedés en casa, ni siquiera piden a los amigos copias en cedé vírgenes. Ocupan demasiado sitio, dicen. Prefieren pasarse los archivos directamente al ordenador y de ahí a un reproductor portátil. Los soportes físicos, en general, están desprestigiados, los jóvenes lo consideran cosa de frikis, dijo Guisasola.
La investigación de GFK se ha circunscrito a dos grupos específicos de población, los escolares de 15 a 17 años y los universitarios de 18 a 24. Entre ambos varía el perfil de sus cantantes predilectos, pero no las actitudes generales en torno al consumo musical, dijo Guisasola. La música está por encima de otras siete actividades estelares de los jóvenes: navegar por internet, ver películas, hacer (o ver) deporte, hablar por el móvil, ir de compras, jugar con la play y ver series de televisión. La lectura, según el informe, tiene carácter residual.
Los entrevistados GFK entrevistó a ocho jóvenes de cada grupo, cifra que considera suficiente para comprobar tendencias- confiesan ser plenamente conscientes de que el intercambio de música a través de redes P2P (Emule, Edonkey, BitTorrent o Ares) perjudica a los artistas y a la industria discográfica, pero en su descargo argumentan que la música es demasiado cara. Ellos mismos reconocen que si no se implantan medidas disuasorias, como las existentes en Francia, continuarán bajándose música gratis, afirmó Guisasola. En Francia aparecen avisos a los usuarios cuando estos pretenden consumir productos musicales o cinematográficos de matute. En España podríamos hacer lo mismo que nuestros vecinos, es decir, amenazar a los infractores con cortarles la conexión a internet, pero hay poco voluntad política para llevarlo a cabo, subrayó el director de Promusicae.
Frikis
Muchos jóvenes no quieren tener más cedés en casa, ni siquiera piden a los amigos copias en cedé vírgenes. Ocupan demasiado sitio, dicen. Prefieren pasarse los archivos directamente al ordenador y de ahí a un reproductor portátil. Los soportes físicos, en general, están desprestigiados, los jóvenes lo consideran cosa de frikis, dijo Guisasola.