Los monjes del monasterio de Silos inspiran una exposición de Susan Philipsz
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El Monasterio de Santo Domingo de Silos acoge desde ayer y hasta el 3 de mayo la instalación sonora Hazte ver (Appear to Me), de Susan Philipsz (Glasgow, 1965). La exposición ha sido organizada por el Museo Reina Sofía y ha contado con el patrocinio de Caja Círculo Obra Social. El punto de partida de la muestra se encuentra en las audiciones que la artista realizó de los cantos gregorianos de los monjes durante su primera visita al Monasterio.
Hazte ver consiste en una grabación de una canción basada en el canto Salve Regina, que alude a una voz que se eleva como un pájaro. En la elaboración del proyecto también ha estado presente el recuerdo de todas las figuras aladas que la artista observó durante su visita.
Observé el árbol en el centro del patio del claustro, que parecía ser infinito y que era el hogar de centenares de pájaros cantando. Finalmente, en el camino al Monasterio, pasamos por una asombrosa reserva de buitres. Allí, la imagen de los buitres, sobrevolando interminablemente en círculos por encima del desfiladero rocoso, me recordó a una voz que se eleva como un pájaro, matiza la artista. Existen en la pieza, del mismo modo, alusiones a los cantos de las sirenas mientras esperaban la llegada de Ulises en la Odisea.
En esta ocasión, la sala de exposiciones de la Abadía de Silos aparecerá totalmente diáfana y en penumbra y estará iluminada por la tenue luz que penetra por sus ventanas laterales. Con este ambiente tan especial, Philipsz buscará provocar la emoción del visitante.
Observé el árbol en el centro del patio del claustro, que parecía ser infinito y que era el hogar de centenares de pájaros cantando. Finalmente, en el camino al Monasterio, pasamos por una asombrosa reserva de buitres. Allí, la imagen de los buitres, sobrevolando interminablemente en círculos por encima del desfiladero rocoso, me recordó a una voz que se eleva como un pájaro, matiza la artista. Existen en la pieza, del mismo modo, alusiones a los cantos de las sirenas mientras esperaban la llegada de Ulises en la Odisea.
En esta ocasión, la sala de exposiciones de la Abadía de Silos aparecerá totalmente diáfana y en penumbra y estará iluminada por la tenue luz que penetra por sus ventanas laterales. Con este ambiente tan especial, Philipsz buscará provocar la emoción del visitante.