Los peritos no creen que el acusado del crimen de Galápagos sufriera un brote psicótico

Día para técnicos y peritos en el juicio sobre el crimen de Galápagos, en el que un hombre está acusado de asestar 13 puñaladas a su pareja sentimental, causándole la muerte, mientras dormía y en presencia de su hija.

Hoy, los médicos forenses han elevado a 14 el número de puñaladas, confirmando que la víctima se encontraba sentada en la cama cuando las recibió, que objeto de un ataque muy violento y que apenas tuvo tiempo de reaccionar.

Por su parte, los técnicos encargados de elaborar el informe de imputabilidad, consideran que el acusado era capaz de conocer, discernir y reconocer con normalidad cuando apuñaló a su pareja, descartando que padeciera una enfermedad mental. Respecto a la conducta violenta y agitada que presentó en el momento de su detención, creen que fue provocada por el estrés generado por el propio asesinato que acababa de cometer.

En cuanto al responsable de Delitos Tecnológicos, señaló que la víctima no tenía intimidad ninguna, ya que el acusado poseía todas las contraseñas de sus redes sociales y hacía uso de ellas. Además, confirma que la fallecida enviaba fotos por wassap al detenido  para demostrar los lugares en los que se encontraba y qué estaba haciendo. Por último, también localizaron un mensaje enviado poco antes del crimen en el que ella le aseguraba estar “destrozada” por el carácter que había tomado su relación. Y en el registro telefónico aparecen llamadas continuas, pero de la víctima al acusado.