Los políticos alemanes celebran las manifestaciones de Leipzig un mes antes de que cayera el Muro de Berlín
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Los políticos alemanes conmemoraron este viernes las manifestaciones celebradas el nueve de octubre de 1989 en las que más de 70.000 personas acudieron a la ciudad de Leipzig para pedir democracia, libertad y el fin de la opresión comunista.
Así, varios políticos de alto rango estuvieron presentes en dicha ciudad para conmemorar las manifestaciones, incluida la canciller, Angela Merkel, que estudiaba Física en Leipzig en la década de los setenta. En un discurso pronunciado en la sede que alberga a la orquesta de la ciudad, Merkel pidió a todos los alemanes que continúen con el espíritu de la democracia que se forjó en las calles de Leipzig hace 20 años.
Por su parte, el presidente alemán, Horst Köhler, definió el 9 de octubre como un "día grande y feliz en la Historia de Alemania", durante el discurso realizado a tan sólo unos pasos donde comenzaron las manifestaciones, informa la radio Deutsche Welle.
La "revolución pacífica" comenzó delante de la iglesia de san Nicolás en el centro de la ciudad. Como todas las manifestaciones pacíficas que se realizaban cada lunes durante tres meses, la reunión comenzó delante de esta iglesia luterana, aunque ese día se convirtió en la más histórica.
Al menos 70.000 alemanes del este acudieron a protestar contra el régimen opresivo de la República Democrática Alemana. La procesión masiva durante esa tarde se dirigió por todo el centro de la ciudad.
Al contrario que otras manifestaciones similares que ya se habían dado en otras ciudades de Alemania del Este como Berlín y Dresde, las fuerzas de seguridad no detuvieron ni dispersaron a la multitud, incluso cuando las autoridades habían amenazado con emplear la fuerza.
La moderación de la fuerza por parte de las autoridades es percibida por numerosos analistas como el comienzo del fin de la dictadura en la comunista Alemania del Este. También demostró cómo desaparecía la voluntad política y la capacidad para suprimir el descontento social, especialmente a medida que este descontento aumentaba.
Una semana después, 120.000 personas se unieron a las "manifestaciones del lunes" y, de nuevo, las autoridades no intervinieron. En poco tiempo, las calles de Berlín también comenzaron a llenarse de manifestantes y, exactamente un mes después, el Muro de Berlín cayó.
La ciudad de Leipzig ha planeado, 20 años después, "un festival de luces" para celebrar esta manifestación histórica. Toda la ruta que realizaron los manifestantes será iluminada con millones de luces.
Por su parte, el presidente alemán, Horst Köhler, definió el 9 de octubre como un "día grande y feliz en la Historia de Alemania", durante el discurso realizado a tan sólo unos pasos donde comenzaron las manifestaciones, informa la radio Deutsche Welle.
La "revolución pacífica" comenzó delante de la iglesia de san Nicolás en el centro de la ciudad. Como todas las manifestaciones pacíficas que se realizaban cada lunes durante tres meses, la reunión comenzó delante de esta iglesia luterana, aunque ese día se convirtió en la más histórica.
Al menos 70.000 alemanes del este acudieron a protestar contra el régimen opresivo de la República Democrática Alemana. La procesión masiva durante esa tarde se dirigió por todo el centro de la ciudad.
Al contrario que otras manifestaciones similares que ya se habían dado en otras ciudades de Alemania del Este como Berlín y Dresde, las fuerzas de seguridad no detuvieron ni dispersaron a la multitud, incluso cuando las autoridades habían amenazado con emplear la fuerza.
La moderación de la fuerza por parte de las autoridades es percibida por numerosos analistas como el comienzo del fin de la dictadura en la comunista Alemania del Este. También demostró cómo desaparecía la voluntad política y la capacidad para suprimir el descontento social, especialmente a medida que este descontento aumentaba.
Una semana después, 120.000 personas se unieron a las "manifestaciones del lunes" y, de nuevo, las autoridades no intervinieron. En poco tiempo, las calles de Berlín también comenzaron a llenarse de manifestantes y, exactamente un mes después, el Muro de Berlín cayó.
La ciudad de Leipzig ha planeado, 20 años después, "un festival de luces" para celebrar esta manifestación histórica. Toda la ruta que realizaron los manifestantes será iluminada con millones de luces.